—¡Sshh! ¿Quieren callarse?
Aries susurró, girandose a ver al grupito de atrás. Libra, Virgo y Acuario.
—Estamos asustados, idiota. Por poco nos matan ahí.
Libra señaló hacia atrás. Él estaba aterrado.
—Y nos van a matar si siguen haciendo ruido. Atraerán más zombies.
Aries hizo una mueca y continuó caminando. Había una razón por la que todos estaban asustados. Caminaban a mitad del bosque, en plena oscuridad, ni siquiera había luz de luna, y hace unos minutos, unos tres zombies los habían atacado. Por suerte no mordieron a ninguno.
—¿Escuchan eso?
Acuario preguntó.
—Shh.
Un crujido de hojas, unas pisadas.
Aries levantó su hacha para poder reaccionar con tiempo.
—¡Enciende el maldito foco!
Virgo susurró. Acuario lo encendió y cuando apuntó al frente pudieron ver una niña. Su cara estaba sucia de sangre y tierra.
Aries levantó el hacha, dispuesto a matarla.
—¡No!
Un segundo después. Aries estaba comiendo tierra. Alguien se había lanzado contra él.
Su hacha había caído al suelo, quién sabe dónde.
Virgo pegó un grito del susto.
Aries levantó la vista y vio a una mujer. Aunque no mantuvo los ojos abiertos por mucho tiempo porque le habían propinado un puñetazo.
Él gruñó de dolor. Empujó a la chica con fuerza, tirándola hacia atrás. Se levantó del suelo y se acercó a ella enojado.
Pero ella le dio una patada en su hombría y también se levantó. Él gimió de dolor, casi arrodillandose débil. Ella aprovechó para volverle a dar un puñetazo en la cara y empujarlo con fuerza para que cayera al suelo. Aries la tomó del brazo para que cayera con él. Una vez en el suelo, él la hizo a un lado y se le subió encima. Ella forcejeaba para no dejarse someter. Él la tomó del cuello y la afirmó al suelo, empezando a hacer presión en él. Pero él no sabe de dónde, ella había sacado una navaja y ahora la tenía contra el cuello de él.
—¡Oh por Dios! ¡DEJEN DE PELEAR!
Virgo les ordenó.
–¡Fue un malentendido!
—¡Callense! - la niña les cerró la boca.
—¿Escuchan algo?
Acuario preguntó aún sosteniendo la linterna.
Cuando movió la luz donde creyó escuchar un ruido, vio unos cuántos zombies correr en su dirección.
—¡Mierda, mierda, zombies!
Acuario gritó.
—¡Apaga eso ya! - Aries le ordenó.
—¡Y callense!
—No.... ¡CORRAN!
Todo quedó a oscuras, solo se escuchaban pisadas por todo lado.
Aries se levantó rápidamente. Sintió que la chica también lo había hecho. No pudo visualizar a nadie.
—¿Piscis?
La mujer preguntó desesperada.
—¡Shh!
