[...]
Desde que Cancer lo observó irse, sabía que había roto algo.
Se había equivocado enormemente. Ella nunca consideró el alcance de sus palabras, y ahora resulta que Capricornio había sido gravemente afectado por ellas.
Que no era feliz, que la estaba lastimando, que había llegado a su límite.
Claro, cómo él no se sentiría mal. Si hizo parecer que éstos dos años ella estuvo atada a su lado.
No podía creer lo que ella había causado.
Era obvio que él se iba a comportar así. Ella lo hirió, y mucho.
Así que por más dolor que sentía, pensó que la mejor forma de no empeorar las cosas era dejarlo sanar.
Alejarse de él.
Probablemente su relación se había acabado para siempre, pero ella no quería darse por vencida.
Porque algo en su interior le decía que él era el indicado.
Desde que Cancer era niña veía películas, más específicamente de Disney. Creció pensando que cada chica tiene un príncipe azul, y que ellos son perfectos. Que todo debía ser color de rosas, y muy romántico. Que el hombre debe salvar a la chica, invitarla, cortejarla, y besarla de la nada.
De ahí que pensaba que le gustaba el romance y las cosas cursis.
Error.
El chico indicado no debe ser perfecto, pero sí debe complementarte para que ambos crezcan personalmente y se conviertan en una mejor versión.
Además, ¿nadie se daba cuenta de la presión que le ponían a los chicos desde pequeños?
Que debían ser grandes, fuertes, varoniles, valientes, que deben dar el primer paso, y deben pelear para defender.
Cancer suspiró.
Capricornio nunca le había fallado. Siempre estuvo ahí, siempre la llevaba a casa para asegurarse que estuviera a salvo, si ella quería salir a pasear él la llevaba, si quería una cita, la invitaba, siempre se aseguró que comiera bien para que no enfermara, y cuando lo hacía, era el primero en ver cómo la cuidaba. Nunca le rechazaba ninguno de sus besos, siempre le correspondía.
Nunca le mentía, menos hablaba con otras chicas, nunca fue infiel. Siempre estuvo atento a ella, porque esa era su forma de mostrar afecto.
Pero él era muy reservado y tímido. No era de dar el primer paso porque temía quedar como idiota, era bastante inseguro de sí mismo y no siempre estaba de buen humor.
Su actitud no era perfecta, y cuando se daba cuenta que estaba siendo grosero, prefería alejarse porque tenía miedo de que se cansaran de él.
De alguna forma, Cancer siempre lo comprendió. Pero esta vez, se dejó influenciar por sus amigas.
Que claramente tienen un sentido de pareja distorsionado.Tal vez porque la mayoría nunca había tenido una relación formal.
No las culpaba. Algún día lo comprenderán.
Y por más que le rompía el corazón, debía dejar a Capricornio en paz.
[...]
El clima estaba helado.
Cancer se encogía entre su chaqueta en un intento de retener su calor corporal.
Ella no era tan buena para el frío.
—Cancer, ¿quieres chocolate caliente? Porque yo sí.
Libra le preguntó.
—Claro. - la cangreja le sonrió, tenía las mejillas y la nariz roja.