*Climax*

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P.o.v Celin

Es una sensación extraña, sobre todo porque me hace darme cuenta de que estoy con un hombre que se podría convertir en lobo, una criatura que solo existe en los cuentos románticos de las autoras que leo.

–Juro que cada día te daré motivos para sentirte afortunada por haberte encontrado con un lobo. Te deseo, Celin... tanto que me duele.

Siento de nuevo su lengua, pero esta vez en el punto que ha tocado la otra vez, me introduce un dedo y pierdo cualquier cordura que me queda. Es demasiado, pero él no tiene suficiente. Comienza el movimiento circular de dos de sus dedos alargando mi placer.

–Edwa...

Siento que me vengo e intensifico el movimiento de mis caderas.Edward me mira deleitado en mí. Cuando d e pronto se coloca dentro de mis piernas, abriéndolas y yendo hacia mi boca, donde deposita un gran beso.

–Eso fue... Fue. Wow.

–Sí, increíble.

No puedo creer que mi cuerpo vuelva a estar tan caliente en apenas segundos, después de ese orgasmo, pero al momento que su glande roza mi entrada estoy más que lista. Edward se posiciona y entra solo la punta, pero son tantas las sensaciones que no puedo mantener los ojos abiertos.

–Abre los ojos, nena, quiero verte cuando te haga mía.

–Tengo miedo, tú... ¿crees que entre?

–Jajaja. Claro, nena, tú también te dilatas, puedo decir que después de ese orgasmo estás más que di...la...ta...da...

Abro los ojos lentamente al tiempo que él se introduce un poco más. Miró esos penetrantes ojos hasta que lo hace con un empuje por completo, y siente la barrera de mi inocencia. Percibe el dolor en mi cara y mi cuerpo tenso.

–Nena, eres... No, eras virgen. ¿Por qué no me lo dijiste?, pude haber sido más delicado, joder ¿qué hice?

–No te preocupes, fue... Eh... solo es que no encontré el momento.

Ya no se puede hacer nada.

Él deja que me acostumbre a la invasión de su miembro, y si espera un poco más por mí, pronto veré sangre en su labio, no creo que pueda contenerse por más tiempo. Y como quiero que disfrute conmigo de mi primer acto sexual, jadeo para que comience a moverse. Vuelvo a gemir, joder, ¡si todo está bien! Así que comienzo un movimiento perturbador.

Yo siempre he pensado en un dolor intenso para cuando perdiera mi virginidad, pero solo ha sidl un suave pellizco. Después todo se ha convertido en calor y ganas de que se mueva dentro de mí. Cuando al fin lo hace lo envuelvo con mis piernas, y de repente él deja de moverse.

–Ne...na... Por favor, no te mue... vas –dijo con su voz entrecortada.

No entiendo nada, ¿eso es que se vendrá con nada más que eso?

Necesitamos controlarnos. Después de unos segundos, que me parecien eternos, comienza a acelerar los envites que llevaba antes, por suerte yo también estoy llegando.

–Joder... eres tan malditamente estrecha, vente conmigo, nena.

Me estremezco, sus palabras me llevan al clímax, con solo mirarlo a los ojos me doy cuenta de que me sigue con la misma intensidad, pero antes siento que me muerde el cuello. Por más extraño que sea, no noto dolor, en este momento me encuentro conectada a él, puedo sentir lo que él siente. De pronto en mi cerebro hay otra voz.

"Ya eres mía, ahora a volver a follar"

La Oscuridad De Tu Mirada#1.SagaOscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora