—Cristel...
Una pequeña esperanza se reflejó en su rostro, se acercó un poco más a su salvadora.
Los que aún rodeaban a Eider torcieron sus expresiones y comenzaron a dispersarse lentamente.
—Así que la pequeña, Eider, vino hoy...
Su caballero personal fue mirado con desdén por la rubia, sonrió de lado y la apartó del chico. La pelirroja levantó la mano he hizo un ademán indicándole que se fuera.
Los ojos verdes de la rubia la miraron de forma extraña, comenzó a llevarla a su grupo de amigas, al llegar todas las damas miraron mutuamente y después ensancharon sus sonrisas.
Del otro lado del salón Ian veía como el pequeño ratón había llegado por su cuenta a la madriguera de las serpientes.
—Es muy estúpida.
Murmuro mientras comía tranquilamente un pastel. Estela e Ingrid platicaban en voz baja, Ian continuo mirando la escena, quería apreciar por completo lo que ocurría del otro lado del salón con cierta pelirroja.
—Así que la señorita Tommas vino, que alegría.
—No pensé que eras amiga de ella, Cristel.
—Claro, somos amigas desde que íbamos a la academia de niñas.
Miro nuevamente a Eider que aún dudaba si sentarse o no con ellas, Cristel le indico con una mirada fría que tomara asiendo.
—Hablemos, Eider.
La miro directo al rostro, le ofreció una bebida, la pelirroja miro a su alrededor, todas las demás esperaban a ver su reacción.
—Claro... ¿De qué quieren hablar?
Tomo nerviosa la copa, estaba por beberla cuando su olfato se percató de lo intenso que era el aroma del alcohol, bajo lentamente la copa y sonrió.
—¿De qué será? ¡De tu compromiso, por supuesto!
Todas las damas presentes se acercaron un poco más y atentas miraron a Eider.
—Ah... Pues...
Titubeó.
—Nuestro compromiso fue roto... Por mí...
—Bueno, eso ya lo has dicho, queremos detalles.
Cristel hizo un poco más de presión para sacarle más información, la miro atentamente a todo momento incomodando aún más a la pelirroja.
—Él se negó al principio, dijo que no permitiría tal cosa, yo realmente estaba muy molesta por su actitud, ya no soportaba eso, así que fui más insistente. Cómo era claro se volvió un poco violento...
Las que escuchaban se sorprendieron al escuchar el relato, la rubia sonrió de lado y tomo un pequeño trago a su bebida, Eider hizo lo mismo, a pesar de que mentía, parecía que convencía a todo el mundo.
—Tuve que decirle que aunque me encerrará en una jaula mi corazón ya no le pertenecía... Creo que captó mis palabras y decidió romper nuestro compromiso... Así fue.
No podía mantener la mirada hacia ellas, la rubia se acercó un poco e hipócritamente la abrazo, compareciendo a la pobre chica.
—Debió ser algo duro, todo el imperio sabe cómo es Kilian, tan impulsivo y obsesivo, no sé cómo pudiste gustar de él, debiste recordar el día que me golpeó.
Movió la cabeza en negación.
—Yo tampoco...
Susurro para sí.
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Está Novela Es Muy Cliché, ¡Vamos A Ponerle Un Poco De Diversión!
De Todo-¡Que mueran! la muchedumbre aclamaba. -¡Traición al imperio! ¡Los demonios deben morir! En una sucia y fría celda subterránea dos chicos esperaban su amargo final. -Ian... ¿Realmente es tan malo? Eso es lo que hemos aprendido desde niños, pero a...