El cielo se coloreó lentamente con los rayos del sol que salía desde el horizonte.
La luz comenzaba a iluminar las copas de los árboles más altos, las casas y el campo de entrenamiento del gran ducado Le Havran.
Las pocas miradas de algunas doncellas estaban en una sola persona.
"Nunca lo he visto de esa forma"
Elena lo miro con preocupación.
El castaño cesaba con dificultad, continuaba corriendo aunque sus piernas ya no podían más.
—Joven maestro…
Elena le hablo cundo paso cerca de ella, pero incluso él ni siquiera la escucho, sus pies tropezaron, estaba por caer al suelo, pero Elena lo detuvo.
—¿Estará bien?
—No lo sé… se le ve muy mal…
—¿Desde qué hora está corriendo?
—Cuando yo me levanté y salí para comenzar mi trabajo lo vi corriendo…
—Saliste muy temprano, ¿no eran las 5:30 de la mañana?
—Si…
—Elena, tenemos que llevarlo dentro, aún hace frío y el joven maestro está muy descubierto…
Algunas doncellas llamaron a los chicos para qué lo llevarán dentro.
—Elena, ¿Crees que soy el más fuerte?
Esas palabras desconcertaron a la morena, se quedó en silencio por un corto momento.
—Yo creo que el joven maestro Kilian es una de las personas más fuertes del imperio.
Ian frunció el ceño, no quería escuchar esas palabras.
—No es suficiente… Tengo que ser más fuerte…
Ian estaba frustrado consigo mismo.
—¿Joven maestro…?
La morena lo miro sin entender a lo que se refería, Kilian volvió a levantarse, algunos de los sirvientes venían desde lejos corriendo, pero se detuvieron cuando miraron asombrados a Ian de pie como si nada hubiera pasado.
—Estoy bien, Elena, voy a continuar corriendo.
El chico retomó su paso, todos se quedaron pasmados de como Kilian seguía corriendo después de tanto.
—Creo que nuestro joven maestro está bien después de todo.
—Es bueno que esté bien.
"No pude dormir bien, pensando que hacer con Asher… ese hijo de puta, por eso decidí hacer algo."
'Mi cabeza solo piensa en la reacción que tendrá Ingrid y eso me aterra demasiado, la reacción de mis padres o la de Elena… no puedo ni imaginarlo.'
(…)
—¡Joven maestro, ya debe alistarse para desayunar!
La morena lo llamo agitando su mano, Ian se detuvo y camino con tranquilidad hasta ella.
—Tenga aquí.
Le extendió una toalla para qué se limpiará el sudor.
'Desde que me levanto en la mañana tengo una rutina de ejercicio, porque mantenerme en forma no es fácil, corro al rededor de la mansión unas 20 veces, lo que equivale a 5 kilómetros y tomo rutinas de los soldados y las replicó, pero hoy hice más de 80 vueltas desde que salí de la habitación de Ingrid…
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Está Novela Es Muy Cliché, ¡Vamos A Ponerle Un Poco De Diversión!
Rastgele-¡Que mueran! la muchedumbre aclamaba. -¡Traición al imperio! ¡Los demonios deben morir! En una sucia y fría celda subterránea dos chicos esperaban su amargo final. -Ian... ¿Realmente es tan malo? Eso es lo que hemos aprendido desde niños, pero a...