—Ugh.
Despertó desorientado
—Ah... ¿Eh?
Se quejó un poco antes de mirar en dónde se encontraba.
—¿Ha descansado bien conde?
La delgada voz de Ingrid hizo que el hombre saltará de su asiento, pero sus manos estaba atadas al igual que sus pies, solo se movió ligeramente hacia delante.
—¿Le gusta el hermoso lugar que escogimos para usted?
Está vez la voz gruesa de Kilian lo hizo temblar. Estaba recargado a un lado de la puerta.
El lugar era oscuro, solo un foco colgante alumbraba el cartucho. Se dejaba ver la suciedad y a lo lejos, un tenue sonido, como el de un chillido irritante.
—Creo que nos hemos lucido, este lugar es mucho para el conde.
Ingrid se acercó y tomo asiento en la silla delante del hombre amarrado.
—JAJAJA.
Río a carcajadas.
—Entonces la perra esa, mando a sus sabuesos para hacer el trabajo sucio.
La castaña la miro con desprecio, levantó una ceja y después sonrió de lado.
—Así es, esa perra nos mandó.
—Que extraño, tú eres como la rata de esa perra.
El chico lo miro con frialdad.
—Nosotros somos sabuesos eficientes y no ratas cobardes.
Le dio una sonrisa vacía.
—¿Y qué me harán?
Su voz era firme, como si no tuviera miedo de lo que sucederá.
—¿Qué les dijo la "Emperatriz"?
Arrastró la última palabra.
—Que eras una completa mierda, incluso ofendo a la mierda al compararla contigo.
La chica caminó hasta un rincón, tomando algo entre sus manos.
El hombre dejó salir un.
—Tsk.
Y torció la boca.
—Hagan lo que tiene que hacer, me importa menos.
Ingrid se acercó con un roedor en sus manos, lo tenía agarrado de la cola, el animal chillaba con desesperación. Se lo acerco al rostro y lo miro con malicia.
—Escuche que el conde le teme a las ratas, ¿Por qué temerle a su familia?
Se mofó.
Trago saliva y retrocedió la cabeza, la mujer de ojos fríos le acercó el roedor a la cabeza, miro con angustia como la rata le tocaba la cara.
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Está Novela Es Muy Cliché, ¡Vamos A Ponerle Un Poco De Diversión!
Diversos-¡Que mueran! la muchedumbre aclamaba. -¡Traición al imperio! ¡Los demonios deben morir! En una sucia y fría celda subterránea dos chicos esperaban su amargo final. -Ian... ¿Realmente es tan malo? Eso es lo que hemos aprendido desde niños, pero a...