1. La moda son los clichés.

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'Yo soy el hijo de en medio, el jamón en el sándwich, la salchicha del hot dog, el relleno cremosito de esos deliciosos pastelitos, bueno, ustedes entienden, lo mejor de lo mejor, el hijo fantasma con libertad hasta el tope, ese soy yo.

Crecí en una familia normal, común y corriente.

Mi madre nos crío bien a mis hermanos y a mí. Cuando hacíamos algo malo, nos ajusticiaba con su chancla voladora y cuando hacíamos algo bueno nos decía: "es su obligación, no los voy a premiar." Pero al final lo hacía, es una mujer muy buena y amable, con una sonrisa hermosa, esa sonrisa deslumbraba más cuando mis hermanos y yo decíamos o hacíamos algo que no le agradaba.

Mi padre... Ahhh ¿Que podría decir del hombre de la casa? El que tiene la última palabra: "si mi amor, lo que tú digas." Todo un macho, pecho peludo, el que lleva los pantalones en la casa, esto queda más que demostrado cuando le pedíamos permiso para algo y respondía: "dile a tu madre." Ah, que buen hombre.

Crecí siendo un chico tranquilo al que le gustan las novelas románticas, el anime, el manga, los doramas y cosas en Taka, Taka. Todo un friki.

No era alguien que destacará, pero tampoco me metía en problemas, tenía amigos, no era molestado por nadie, no tenía problema alguno.

Y a diferencia de algunos protagonistas de este intento de escritora, yo, soy alguien con una vida normal, sin desgracias o penumbras. Mis días son tan brillantes como la censura de los animes o mangas Yaoi/Yuri.

Me gradué del bachillerato con un promedio aceptable; 8,5.

Pase el examen de la universidad que quería, sin dificultades.

Finanzas, esa es la carrera que quise emprender. Era bueno en el dibujo y la música, pero no me imagino a mi viviendo de eso, o sea, si me gustan, pero para trabajar el restó mi vida de eso, no.

Las finanzas me gustan, ya que, ¡Están relacionadas estrechamente con el dinero! ¿A quien lo le gusta el dinero?
¡Exacto!

Con el dinero se compra comida, ropa, mangas, figuritas de tu waifu/husbando favorito, con el dinero se pagan la suscripción a Crunchyroll y a Netflix para ver monitas chinas, igual se pagan los envíos y compras que se hacen desde mercado libre o Amazon por productos chinos. El dinero lo puede todo, así es... (y el que diga que el dinero no es la felicidad nos rompemos la madre).

Me di cuenta de que tenía vocación para ello, contabilidad se me hacía pan de quesito comido, siempre obtuve la mejor calificación sin esforzarme.

Pero para aprender y poder graduarme con honores de la universidad, tenía que tener muy buenas notas y eso se lograba dejando de lado mis gustos y diversiones y desvelarme para estudiar. Lo había logrado, tenía el primer lugar de mi clase y estaba satisfecho, solo me faltaba el último año de la tesis y era todo. En la universidad me ofrecieron varias empresas donde podría trabajar al graduarme, ya que era un buen... Que digo buen, ¡Excelente elemento!

Pero para ser honesto, hay un gusto que no pude dejar del todo, este me acompañaba en los viajes por el autobús para no caer dormido. Seguía leyendo novelas románticas.

Puedo decir orgulloso que me fascinan, ¡Son fantásticas! Había de todo tipo, con protagonistas de carácter fuerte o blando, con un pasado turbio u oscuro, incluso devastadores, hasta había las que sus días siempre fueron color de rosa.
Había protagonista muy, pero muy buenas, o como yo les digo: "que sudan agua bendita".

Al parecer lo de hoy son los clichés, son mi gusto culposo. Esos clichés son, para mí, divertidos. Pero ahora en la actualidad, el público es bastante difícil de complacer, ya todo es cliché para ellos.

Está Novela Es Muy Cliché, ¡Vamos A Ponerle Un Poco De Diversión!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora