40. Era preferible que fuera una pesadilla: Parte 2.

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'Y en un segundo que parpadee, la escena cambio nuevamente.

La oscuridad de la noche me envolvía poco a poco.'

—Vamos, Kilian.

'Mis ojos brillaron al ver a mi querida hermana, quise hablarle, pero aunque lo intentará, ella no escucharía mis palabras, mire como ambos caminaban hacia una casona vieja y descuidada.

Y sin darme cuenta ya estaba dentro de aquel lúgubre lugar, los sonidos de los chillidos de las ratas me dijeron dónde estaba.'

—Conde Relian.

'La voz amarga de Ingrid hizo que el hombre saltara en su asiento.

Era diferente, ella con una expresión rígida sostuvo su espada con fuerza.'

—Dios lo ha dejado a nuestra merced, somos los demonios que juzgarán su alma.

'La espada de Ingrid le atravesó el abdomen en un instante, el grito de dolor del hombre llegó hasta mis oídos y mi espalda se erizó. Ella, no conforme con eso, saco la espada y la enterró unas cuantas veces más, la levantaba y la dejaba caer con fuerza en el aire, bufaba de rabia, no era suficiente, aunque el cuerpo ya no tenía vida, ella continuo una y otra vez apuñalando el cadáver.'

—¡Irid, detente!

'Le grité, pero como era de esperarse, ella no me escucho.

En cambio, él colocó su mano en el hombro de mi hermana y sus bruscos movimientos cesaron al toque, retuvo su rabia con fuerza.'

—Detente, es suficiente.

'Él, con una fría mirada observó como el cuerpo de Ingrid se tensaba aún más. Pero aún observando tal expresión en el rostro de su hermana no se inmutó.'

—¡¿Y tú qué sabes?! ¡Ni siquiera trataste a lila! ¡No vengas a decirme que me detenga cuando el responsable está justo enfrente!

'Grito de rabia y sus lamentos atravesaron mi corazón, ella está sufriendo nuevamente por mi culpa.'

—El destrozar un cuerpo sin vida no hará que ella regrese.

'Mire como, aún en toda esa frialdad se escondía el sufrimiento, ambos sufrían, a su manera…'

—¡Ya lo sé!… Maldición, ya lo sé…

La castaña apretó con fuerza su espada y se tragó el coraje que aún tenía guardado.

'Quería salir de ahí, el olor a sangre inundaba el lugar y las ratas comenzaban a acercarse al cadáver, mi estómago se revolvió y tuve ganas de vomitar al ver el cadáver del conde Relian.

Al momento en que la puerta fue abierta salí corriendo con todas mis fuerzas sin mirar atrás.'

"Quiero ir a casa…"

Está Novela Es Muy Cliché, ¡Vamos A Ponerle Un Poco De Diversión!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora