Cap. 12 El Primer Entrenamiento

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-Bien, te entrenaré, pero recuerda que no tendré consideraciones contigo. Ahora dime lo que quiero saber. - por fin aceptó y ella feliz asintió.

-OK, el tema de tu olor y el de Inu No Taisho, es porque como te había explicado en la mañana, yo viajo por el tiempo. - comenzó a relatar mientras se dirija a un árbol para sentarse, él simplemente la observa con atención. - Ayer que intenté regresar el pozo me lanzó más atrás de este tiempo y a la primer persona que encontré fuiste tú... - él dudaba que eso fuera verdad, sin embargo no había olor a mentira en ella y tampoco tenía otra explicación más creíble. - eras apenas un cachorro y estabas en peligro, así que te ayudé, platicamos un poco y me... - dudó en proseguir.

-Continua Miko, colmas mi paciencia. - dijo sl Lord con su tono frío de siempre.

-Antes de seguir, quiero que recuerdes que prometiste no matarme. - dijo nerviosa.

-Sé lo que dije mujer, prosigue ahora.

-Bien, me pediste que me quedara contigo esa noche - dijo sumamente bajito y jugando con sus dedos evitando mirar al peliplateado. Él abrió los ojos en sorpresa pero ella no lo vio. - Eras solamente un niño así que no pude negarme, me quedé contigo y al siguiente día tu padre apareció, fue cuando yo pude volver a saltar por el pozo y regresar aquí, fue cuando tú me viste salir.

-Hmm. - En realidad eso explicaba pocas cosas al Lord, como el olor de la Miko que se le hacía extrañamente familiar y atrayente.

-¿Alguna otra duda?- preguntó Ahome.

-Las haré conforme hagas tu entrenamiento. Ahora levántate que hoy será el primero.

-Pero no vengo preparada. - respondió ella un poco confundida.

-Si alguien quiere atacarte, no te preguntará si estas preparada o no simplemente lo hará, así que deja tu holgazanería y levántate.

-Ya, ya, está bien, no tienes porque ser tan grosero.

-Lo primero que tienes que tomar en cuenta es que si no tienes armas, tienes que evitar parecer presa para tu enemigo y para eso tiene que ver tu voz, tu mirada y tu actitud. Aunque tu ropa sigue siendo extraña, favorece mucho más que la otra que acostumbras. - dijo refiriéndose a su pequeño uniforme.

-Si no traes armas como ahora mismo, dependiendo de la distancia es como vas a reaccionar, por tu tamaño y fuerza no es recomendable que luches ya que siendo demonios con los que generalmente vas a luchar, difícilmente vas a ganar.

-Vaya, que alentador. - dijo ella irónicamente.

-Yo estoy aquí para enseñarte cosas útiles, no crearte fantasías. Por ahora comenzaremos con algo muy sencillo como liberarte si te toman por la espalda. - el se posicionó por la espalda de ella y la rodeo con su brazo, dejándolo demasiado cerca, ella sintió su aliento sobre su cuello y su cuerpo reaccionó erizandose al instante, eso no pasó desapercibido para el Lord.

-¿Qué tengo que hacer? - preguntó nerviosa con su cercanía.

-Solamente escúchame y haz lo que te digo. - ella asintió mientras él metía su nariz entre las hebraz oscuras de su cabello y subía lentamente su brazo hasta rodear el cuello ejerciendo poca presión. - vas a bajar mi brazo, girarás sobre tu eje y pondrás un pie atrás de mí, golpearas con tu cadera la mía y sin soltar mi brazo me derribarás.- dijo mientras Ahome seguía cada instrucción con calma y suavidad. - Ahora hazlo fuerte y rápido. - ella obedeció y sin dificultad derribó a su ahora maestro. - no debes soltar mi brazo, tienes que bajar tu rodilla al cuello y ejercer presión tanto en brazo como en tu punto de apoyo que es mi cuello, así le romperás el brazo a tu oponente y con suerte lo asfixiaras...

Ella siguió cada instrucción de Sesshomaru, el tiempo se les fue volando y fue hasta que ella hecho un vistazo a su reloj que se dieron cuenta que eran las 2:30 a.m., así que ella pidió terminar el primer entrenamiento. Él la buscaría para el siguiente encuentro.

Cuando él se retiró, ella decidió darse un ligero baño en el río que fue testigo de su entrenamiento. Ella se moría de sueño, pero no podía llegar oliendo a Sesshomaru otra vez.

Lo que ella no tomó en cuenta es que ella no estaba sola como pensaba, cuando Sesshomaru se dio la vuelta ella asumió que se había retirado, pero no lo hizo del todo. El Lord estaba recargado en un árbol observando para él, la mejor de las creaciones.

Ella sin tomar en cuenta a su expectador, tomó su baño completamente desnuda con la confianza de que estaba completamente sola

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Ella sin tomar en cuenta a su expectador, tomó su baño completamente desnuda con la confianza de que estaba completamente sola. Lo disfrutó y aunque había pensado en que fuera un baño rapido, se permitió jugar con el agua en su cuerpo hasta que en sus dedos se veían las consecuencias de su larga estadía en el agua. Cuando por fin se dignó a salir se colocó solamente la ropa interior para no volver a impregnarse con el aroma de su maestro y sabiendo que aún era madrugada, nadie la vería llegar.

El Lord que no perdió detalle alguno de los movimientos de la sacerdotisa, pensaba que la idea de entrenarla, no sería tan mala idea, podría seguir disfrutando de su exquisita fragancia y contestar las dudas que se habían acumulado en su mente. Pero había una pregunta que era la que más me atormentaba, y dudaba que la mujer de cabellos negros le pudiera responder; ¿Por qué la salvó?

No quería admitirlo, pero esa mujer tenía algo que ninguna otra y él se encargaría de averiguar qué era y porque disfrutaba tanto de su cercanía. Es que simplemente verla era excitante para el peli plateado, tocar su piel lo era aún más, pero era solamente una humana, lo que hacía y lo que sentía no era correcto, no era propio para alguien como él.
Sin otra cosa que lo detuviera, se marchó a donde se encontraba el resto de su pequeño grupo.

El olor de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora