Estaba por seguir mi camino cuando percibí el aroma de ella, un aroma inconfundible de naranja dulce, néctar de pera, orquídea y caramelo, era ella sin duda alguna, la sacerdotisa que acompaña a mi detestable medio hermano. No pude evitar quedarme p...
Abrí los ojos a causa de los rayos del Sol que lograban burlar las cortinas del ventanal, me sorprendió ver la cama vacía, Sesshomaru no estaba a mi lado ¿qué hora será? Sabía que tenía asuntos que arreglar en el castillo, quizás eran cosas importantes por lo que obviamente no podía esperarme a que me dignara a despertar. Sigo desnuda y me duele un poco el cuerpo, caí rendida después de la tercera ronda, Sesshomaru es increíble perdí la cuenta de los orgasmos que me provocó, me siento mal por él porque sé que se controla para no lastimarme demasiado, solamente espero que a él le encantara igual que a mí.
Es hora de levantarme y darme una ducha, espero poder almorzar con él y darle ahí sus regalos a mis niños y a Jaken. Me dirijo al baño completamente desnuda, después de todo no hay nadie.
-Si sigues paseandote así por toda la habitación, me retrasarás. - Di un pequeño brinco por el susto, no escuché llegar a Sesshomaru.
-Amor, me espantaste. - dije con una mano en el pecho tratando de detener mi acelerado corazón que parecía que se saldría de su lugar. Él se acercaba a mí con la mirada indescifrable de siempre.- No entiendo, ¿por qué te retrasaría algo así?
-¿No lo entiendes? ¿Estás segura? - dijo con tono ronco mientras me tomaba de la cintura para darme un besó no muy delicado y su mano viajó de mi cintura a mi nalga a la que apretó un poco sacándome un gemido ahogado en su boca. Ahí lo comprendí y le daba la razón porque si por mí fuera no lo dejaría salir de la habitación ni siquiera para comer.
Me sorprendió que Sesshomaru terminara el beso, pero respeté su decisión, entendía que tenía labores que atender y yo no podía quitarle el tiempo.
-¿Qué hora es? - pregunte mientras lo tenía todavía preso con mis brazos alrededor de su cintura.
-Pasa del medio día, ¿quieres que pida que te traigan el almuerzo?
-¿No almorzaremos juntos? - quise evitar que la pregunta sonara a reclamo, pero en cambio parecía una pregunta cargada de tristeza.
-Lo lamento, hoy me es imposible, entrenaré con Inuyasha y el cadáver. - ¿el cadáver? ¿Se refiere a Bankotsu? Eso es muy cruel de su parte, sé que no le agrada pero llamarlo así no es correcto.
-¿Están por llegar? Y si no me acompañarás entonces comeré aquí si no te molesta.
-No, ya están aquí, llegaron hace una hora, ellos comieron el almuerzo al igual que Rin, así que estarías sola en el comedor. Debo irme, si quieres puedes descansar por hoy de tu entrenamiento.- asentí y él se agachó para darme un beso y después marcharse.
Salí de bañarme y la habitación ya estaba recogida, estaba una charola en la mesita junto al ventanal, también note que la cama tenía cobijas limpias y sentí mis mejillas calentarse, me avergonzaba el que los demás supieran de nuestras actividades nocturnas.
Me dijo que hoy no entrenaría y era un día precioso, cálido e iluminado por nuestro astro Sol, me tomé la libertad de ponerme un vestido blanco con detalles de flores rojas, combinadas con unas zapatillas de piso color beige.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
