-No tan rápido señorita, según la joven Kikyo el veneno es tan fuerte que... - suspiró el monje y miro a Sesshomaru antes de continuar y regresar la mirada a Ahome - usted corre el riesgo de morir.
-¡No lo hará! - el grito de Sesshomaru perturbó a todos los presentes...
-Sessh, por favor cálmate - Dijo Ahome posando sus manos sobre el pecho de Sesshomaru, quien seguía literalmente gruñendo con los ojos cambiando de dorado a rojo por momentos. El solo roce de la joven bastó para calmar la furia del yokai, sin embargo seguía viendo con desaprobación a Miroku por el simple hecho de considerar que Ahome, SU AHOME ayudé a una mujer que prácticamente ya está muerta, arriesgando su vida. Él jamás permitiría que la vida de su mujer corriera algún tipo de riesgo por nadie, ni siquiera por él. - Cariño, entiende que me necesita.
-No lo harás Ahome, esa es mi última palabra. - dijo Sesshomaru volviendo la mirada hacia ella.
-Jamás creí decir esto... - dijo por primera vez Koga - pero concuerdo con el... Lord. - mientras decía el título de "Lord" miraba con desprecio de arriba abajo al mencionado. - No quiero que lo hagas, no es nada en contra de tu novia perrucho, pero no me parece justo que ella tenga que arriesgarse por una mujer que ya no pertenece a este mundo. - Inuyasha solamente bajó la mirada al igual que sus orejas.
-¡Koga! Esa no es decisión tuya y no depende de lo que tú quieras o no, seré yo quien dictamine eso. - contestó firme la azabache.
-Ya he dicho que no lo harás Ahome - volvió a decir Sesshomaru con los dientes apretados, ésta mujer podrá ser la elegida para ser su compañera, pero también era la criatura más necia que había conocido en su longeva vida.
-Sesshomaru, estoy segura que lo haré bien, necesito que confíes en mí. Si tú no lo haces ¿cómo confiaré en mi misma?- Sesshomaru por primera vez en su vida no supo que responder. - Lo haré Miroku. - dijo con seguridad en su voz.
-Ya me cansé de ver que solamente haces lo que crees que los demás esperan de ti. - Bankotsu por primera vez habló. - Quieres hacer lo que los demás quieren ok, que sea una votación, levante la mano quien está de acuerdo en que Ahome se arriesgue a morir por una mujer a la que nadie a excepción de él - señaló a Inuyasha - conoce.
Todos levantaron la mano, Sesshomaru quien a pesar de parecerle una idea estúpida la votación también lo hizo, para sorpresa de todos Inuyasha igual.
-¡Inuyasha por Dios! - dijo la azabache con desaprobación.
-Ahome, no puedo dejar que lo hagas. - fue su única respuesta.
-Pues muchas gracias por preocuparse por mí, pero no son nadie para decidir sobre mi vida y menos en una estúpida votación. La decisión ya está tomada, mañana por la mañana iremos a dónde se encuentra el nacimiento del río. - Nadie pudo objetar, pues sabían que tan obstinada era Ahome. - Por cierto, me alegra saber que a partir de ahora viajarás con nosotros Bankotsu - la chica le brindó una dulce sonrisa.
-Permiteme corregirte, yo viajo contigo, preciosa. Los demás también lo hacen, incluyendo al perro mayor - dijo señalando con el mentón a Sesshomaru quien gruñó bajo por los adjetivos que el moreno utilizó con ambos.
-El joven Bankotsu tiene razón - dijo Sango levantando ambas manos en un gesto despreocupado. La azabache solamente se sonrojó.
La noche transcurrió tranquila, cenaron y como ya era costumbre Miroku y Ahome levantaron un campo de energía que les permitiera pasar una noche tranquila, Sesshomaru tomó a su pequeña Miko y se acostó con ella en su saco de dormir.
...
-¿Faltará mucho? - preguntaba una Ahome agotada, pues desde que amaneció comenzaron el camino hacia el nacimiento del río, Ahome calculaba que eran las 5:00 p.m. aproximadamente y desde entonces no habían parado a descansar ni una sola vez.
-No lo sé, pero a mí ya me duelen los pies. - contestó su castaña amiga.
-Fhe! Es normal, ustedes las mujeres tienen una resistencia menor y por ser humanas es peor, son más débiles aún. - dijo Inuyasha quién al poco tiempo se arrepintió de sus palabras ya que ambas lo miraban con la muerte en los ojos.
-Inu, mi querido Inu... ¡ABAJO! - y así terminó el pobre híbrido comiendo tierra.
-¿Siempre es así de tonto? - preguntó Bankotsu a Koga, sorprendentemente cada vez se acoplaba más al grupo y ellos a él.
-No, no siempre es así de tonto... Hay veces que hasta a mí me sorprende su capacidad de ser la persona más estúpida que he conocido. ¿Verdad perro pulgoso? - dijo el Okami dando una palmada en la espalda al híbrido.
-¡Ya cállate lobo sarnoso! - contestó aún con algo de Tierra en la cara.
-¿Sienten eso? - preguntó Ahome.
-Yo puedo sentirlo, es una energía maligna muy fuerte y parece que viene de aquella aldea.
-Deberíamos ir a ver, quizás necesiten ayuda. - propuso la ojiazul.
-¿Sientes fragmentos de la perla ahí? - preguntó Inuyasha, a lo que la joven negó con la cabeza. - Bien, entonces no es nada que nos afecte. - Todos siguieron caminando a pesar de la evidente molestia de su amiga por su falta de compasión.
-No te quedes atrás Ahome- dijo Sesshomaru mientras tomaba a la joven de la mano y caminaba con ella sin soltarla. Caminaron unos minutos más y por fin se detuvieron a descansar, ambas mujeres resoplaron cansadas y metieron los pies en el agua del río con el que se guiaban. Esta vez le tocaba a los "incansables" machos encargarse de la comida. Las féminas estaban todavía sentadas a la orilla del río platicando tranquilas cuando una extraña mujer apareció e ignorando a todos los presentes se arrodilló ante Sesshomaru con la cabeza pegada al suelo.
-Oh! Mi Señor, por fin vuelvo a verlo...
Perdónenme por favor, el día de hoy fue un poco ocupado. El capítulo es un poco más corto de lo normal ya que acostumbro que tenga por lo regular 1200 palabras y en esta ocasión solamente fuero poco más de novecientas... Pero bueno, ya apareció alguien más en la historia ¿quién será la extraña mujer? 🤔 Jeje gracias por leerme 😘❤️✨
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El olor de tu piel
FanficEstaba por seguir mi camino cuando percibí el aroma de ella, un aroma inconfundible de naranja dulce, néctar de pera, orquídea y caramelo, era ella sin duda alguna, la sacerdotisa que acompaña a mi detestable medio hermano. No pude evitar quedarme p...