Cuando se salió de bañar decidió ponerse su traje de sacerdotisa y comenzar a leer los pergaminos que le había entregado la anciana Kaede.
Después de meditar y practicar un buen tiempo, su estómago le exigía comida. Se levantó y con cuidado de no perderse logró llegar al comedor, justo ahí estaban Sango, Miroku y Rin.
-Hola chicos ¿cómo están?- dijo la chica tomando el lugar asignado por Sesshomaru.
-Muy bien Ahome, oye amiga creo que deberías sentarte conmigo.
-Quisiera Sango, pero según Sesshomaru este es mi lugar y aquí debo sentarme.
-¿Estas segura Ahome? - dijo perpleja la castaña, ella sabía algunas de las costumbres de los yokais.
-Así es, el Amo Sesshomaru le dijo a la señorita Ahome que ahí tenía que sentarse. - dijo Rin, ella quería estar con la azabache ya que ese lugar estaba justo a un lado del de la pequeña.
-Ahome ¿qué ha pasado entre Sesshomaru y tú? - cuestionó su amiga.
-No ha pasado nada, ¿qué tendría que pasar? - estaba por explicarle la razón de su asombro y decirle que solamente la pareja de Sesshomaru podría sentarse ahí.
-Amiga creo que... - se quedó callada ante la enorme aura maligna de Sesshomaru que estaba llegando junto a Inuyasha.
Cuando los dos entraron y vieron a la chica en su lugar Inuyasha quiso tomarla del brazo para levantarla pero fue detenido por las garras de Sesshomaru.
-No quiero que te enojes con ella por ese atrevimiento - dijo Inuyasha a su medio hermano - Vamos Ahome, siéntate acá conmigo.
-No puede, ese lugar es de ella, el Amo Sesshomaru le dijo que ahí tenía que sentarse. - de nuevo intervino la pequeña Rin.
-¿Así que ése es tu plan? - Inuyasha volteo a ver con odio al Inu mayor - No te creí capaz de algo tan bajo Sesshomaru, ¿estás utilizando a Ahome solamente para molestarme? Eso sí es patético, ¿en dónde quedó tu honor del que tanto alardeas?
-No te sientas tan importante Inuyasha, esto es mucho más grande que tú. Ella y yo hicimos un trato que consistía en una información que yo le solicité, a cambio me pidió entrenarla para poder ser útil y sobrevivir a la batalla con Naraku y eso estoy haciendo, pero de nada servirán sus esfuerzos si va a tener que salvarlos a ustedes también, por eso están aquí. Porque yo tengo palabra y tengo honor, ella es mi objetivo por eso esta ocupando ese lugar. - Por fin lo soltó, para todos a excepción de Rin y Ahome fue extraño escucharlo hablar tanto. - Yo jamás justifico mis acciones ante nadie, pero si no dejan de crearle ideas negativas en la cabeza, mi tiempo será un complemento desperdicio porque no aprenderá como hasta ahora ha hecho. Así que deja de escupir idioteces y siéntate, tú lugar es a mi lado izquierdo, cuando la batalla contra Naraku termine ese será tu lugar y el siguiente de tu mujer- Sesshomaru se refería a la sacerdotisa Kikyo.
-¿Oíste Ahome? Éste será tu lugar. - después de la explicación de Sesshomaru, Inuyasha estaba más tranquilo pero no del todo convencido así que no perdería oportunidad para marcar territorio.
La azabache se sonrojo un poco "tengo que hablar con el pronto" pensaba la chica. El Inu mayor sintió rabia al escuchar las palabras de su medio hermano y más aún cuando vio las mejillas teñidas de rosa de la mujer, "¿por qué no le dice nada? Acaso ¿aún después de todo el sufrimiento que le ha dado aún lo ama? Mañana tendrá que responder otra de mis dudas, después de todo ese es el trato" eran los pensamientos de Sesshomaru.
La cena terminó Sango, el monje Miroku, Shippo, Rin y Ahome habían tratado de relajar el ambiente platicando de aventuras pasadas, la chica les platicó sobre la última vez que había estado en su época y el incidente con Hojo, en esa parte en especial tenía la completa atención de los dos hermanos y se podía oler la rabia y los celos, al terminar cada quien se dirigió a su habitación.
-¿A dónde vas Ahome? Las habitaciones son de este lado- dijo Inuyasha.
-Lo que pasa es que la habitación de la señorita Ahome es especial, está frente a la mía, somos vecinas- dijo Rin abrazando uno de los brazos de la chica como si se le fuera a escapar. Inuyasha achicó los ojos y se acercó a darle un beso en la frente.
-Descansa Inuyasha - se despidió la joven.
-Descansa Ahome - está vez sonó tan dulce su voz que Ahome sonrió, al fin los malentendidos estaban resueltos.
Las dos chicas se dirigieron a sus cuartos, la mayor acompañó a la pequeña a cambiarse y hasta después de acostarla y darle un beso en la frente, salió para entrar a su respectiva habitación. Se llevó una gran sorpresa al ver a un hombre sentado en la cama esperándola, ella dio un brinco y se llevó la mano al pecho como si quisiera controlar los latidos de su corazón.
-¿La habitación vecina a Sesshomaru? ¿Es en serio Ahome? ¿No ves lo que hace? - Era Inuyasha, estaba molesto de nuevo.
-No sé de qué hablas Inuyasha, ¿cómo supiste que este era mi cuarto?
-Te seguí, Ahome tenemos que hablar, necesito que me perdones por favor, fui un estúpido y no supe expresar lo que pensaba. - la tomó de la mano - dime que me perdonas Ahome, necesito tu perdón. - ella vio en su mirada que de verdad estaba arrepentido, tomó su otra mano y le sonrió.
- Claro que sí Inu, tú y yo somos amigos - eso golpeó duro el corazón del chico- nuestros disgustos nunca duran tanto, ya sé lo tonto que puedes llegar a ser, así que no te preocupes. - él la abrazó.
-Gracias Ahome, es solo que yo no quiero ser tu amigo. - "Oh no, la platica incomoda" pensó ella - yo te quiero como algo más - dijo mientras sus manos exploraban la espalda de la chica. Ella intentó separarse pero no pudo.
-Inuyasha detente, esto no está bien, tú no me amas.
-Eso no lo sabes, yo te amo Ahome y te deseo - dijo mientras besaba el cuello de la chicha.
-Por favor Inuyasha detente, no quiero hacerlo - en su voz se escuchaba miedo y desesperación.
-¿Es por él? ¿Es por ese idiota? - La tomó por los hombros con coraje sin medir su fuerza.
-No sé de qué hablas Inuyasha, por favor sueltame, me lastimas.
-Entiéndelo Ahome, él jamás podrá amarte como lo hago yo, yo te amo, te necesito, te deseo y te lo voy a demostrar. - dijo para abrazarla de nuevo y besar la boca de la mujer, la acorraló contra la pared y con sus garras destrozó sus ropas y en un abrir y cerrar de ojos la ropa de él también había desaparecido. Ella intentaba liberarse pero le era imposible porque él tomó con una de sus manos las dos de la chica sobre su cabeza. Él no dejaba de besarla para evitar que gritara y con la esperanza de convencerla y ella cediera.

Con su mano libre comenzó a masajear los pechos de Ahome, eran tan suaves y firmes a la vez, acomodó su miembro entre las piernas y comenzó a frotarse entre los labios vaginales de la chica para intentar darle el placer que él estaba sintiendo, no la quería penetrar mientras ella aún se resistiera, soltó un gruñido de placer sobre la boca de ella, estaba perdiendo el control, quería tomarla ya, soltó la boca de la chica para dirijirla a uno de sus senos eran exquisitos.
Aviso para los nuevos lectores, la plataforma se puso puritana hasta con las imágenes censuradas, este capítulo contenía una imagen subida de tono, quien la quiera manden mensaje por privado y se las pasaré. Gracias por leer mi historia 💖 si les ha gustado por favor presionen en la ⭐ y recomiendenla.
ESTÁS LEYENDO
El olor de tu piel
Fiksi PenggemarEstaba por seguir mi camino cuando percibí el aroma de ella, un aroma inconfundible de naranja dulce, néctar de pera, orquídea y caramelo, era ella sin duda alguna, la sacerdotisa que acompaña a mi detestable medio hermano. No pude evitar quedarme p...