El olor de tu piel

Cap. 8 La primera noche con él

-No, eso no pasará porque te llevaré como mi compañera.

-¿Compañera? No entiendo ¿qué es eso?.- ahora soy yo la confundida.

-Serás mía, te mordere y cuando yo sea grande te casarás conmigo.- Lo dijo totalmente decidido.

-Amm, verás cariño, eso no es posible...

-¿Por qué no? ¿No me quieres? ¿No te gusto? - cuestionó molesto frunciendo el ceño.

-No cariño no es eso es que yo tengo que volver porque en aquella época me están esperando para poder derrotar a un hanyo muy malo que no ha traído más que desgracias a todos mis amigos, incluso tú estas buscándolo para intentar derrotarlo. Sobre gustarme, pues eres muy lindo y cuando seas grande serás un yokai demasiado poderoso y muy guapo... - infló su pecho con orgullo - Pero, yo soy solamente una humana, si me quedo moriré antes de que seas mayor y puedas casarte.- suavizó la mirada.

-Creo que tienes razón ya que todavía soy incapaz de completar la marca.- sigo sin entender, pero no estoy segura de querer preguntar otra vez.- Yo te protegeré en esa época de la que hablas y después de derrotar al híbrido que dices, te tomaré como mía.- Casi me atraganto con mi propia saliva.

-Bien cielo, no sé cómo decirte esto pero... Tú y yo no tenemos la mejor de las relaciones. - lo dije tan bajito que creí que no me había oído.

-¿Por qué? ¿Somos enemigos?

-¡No! No tanto como ser enemigos, pero en el futuro yo no te agrado.

-No lo entiendo, me agradas ahora ¿qué cambia en ese futuro?

-Creo que es porque la relación entre tu hermano y tú no es del todo buena, y él es mi amigo ya que es la primer persona que conocí cuando viajé por primera vez al pasado. De hecho intentaste matarme en algunas ocasiones. - abrió sus ojos con sorpresa.

-Lo siento. - dijo casi en un susurro mientras baja la mirada.

-No te preocupes cariño, en realidad nunca me heriste de verdad. Aparte lo recompensaste hace unos días, salvaste mi vida y la de mis amigos. - le dije y so reí mientras tomaba su mentón para hacer que me mirara. - Gracias por eso.- Le di un beso en la mejilla y note un pequeño sonrojo que me enterneció y lo abracé nuevamente.

-Creo que ya es tarde, ¿no tienes hambre? - Le pregunté sabiendo que sí, había escuchado un leve gruñido proveniente de su estómaguito.

-Solamente poquita.- me dice con sus mejillas coloreadas de rosa.

-¡Genial! Te preparare algo rico. - encendímos una fogata y puse agua a calentar para preparar un poco de ramen. Cuando estuvo listo, lo serví y le ofrecí un pequeño tazón. Primero lo olfateo y probó con sutileza, me imagino que asegurándose que fuera de su agrado. Cuando comprobó su sabor, la devoró como si su vida dependiera de ello. Me reí de ver su carita sucia, me acerqué y limpie con cuidado.

-Bueno mi cielo pues creo que es momento de irnos, debo volver a mi época y tú a casa con tus padres.

-Quédate esta noche conmigo por favor. - Dijo sosteniendo mi mano.

-Está bien, me iré mañana temprano. Levantaré un campo de energía para que podamos pasar una noche tranquila - asintió y comencé a crear la barrera.

-Eres muy poderosa, eres digna para ser mía.- ¿por qué un niño tan pequeño logra sonrojarme? Es demasiado joven para saber lo que quiere.

-Ven cariño, vamos a dormir.- le dije mientras extendía mi saco de dormir para meternos en el.

Comencé a acariciar su cabecita, me metí mis dedos entre su cabello y los frote entre su cuero cabelludo dando un pequeño masaje, lo sentí bostezar y cuando creí que estaba dormido dijo - Hueles demasiado bien, Ahome. - solamente sonreí y seguí masajeando su cabecita. Pronto nos venció el sueño a ambos.