Estaba por seguir mi camino cuando percibí el aroma de ella, un aroma inconfundible de naranja dulce, néctar de pera, orquídea y caramelo, era ella sin duda alguna, la sacerdotisa que acompaña a mi detestable medio hermano. No pude evitar quedarme p...
Me encontraba tirada en el suelo frío y rocoso de una cueva cuando abrí los ojos. Me dolía el cuerpo, me encontraba maniatada y amordazada, como pude me senté tratando de averiguar en donde me encontraba.
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Vinieron a mi mente lo último que recordaba estando en el campamento con Sango.
Flash back
-Y cuéntame Ahome, ¿cómo van las cosas con Sesshomaru?
-Ammm, no entiendo a qué te refieres - obvio entendía pero me daba pena hablar este tema aunque sea con mi mejor amiga.
-Ay Ahome no te hagas la desentendida, sabes bien a lo que me refiero, sé que aún eres virgen si no fuera así Inuyasha y Koga ya habrían tratado de asesinar a Sesshomaru, pero ¿ya tienen fecha para la ceremonia de emparejamiento?
-No, él quiere que sea pronto pero la verdad es que tengo miedo. Tú sabes más sobre este tema de las tradiciones yokai, explícame ¿en qué consiste la ceremonia? Sesshomaru una vez me habló sobre "marcarme" pero ¿qué es eso? Me pone tan nerviosa este asunto y me da mucha vergüenza preguntarle a él.
-Si se supone que serás su compañera deberías de quítarte ese complejo de vergüenza amiga. Te explicaré lo que yo sé sobre la ceremonia, mi padre me dijo en una ocasión que es como una ceremonia de matrimonio normal, intercambian promesas que están dispuestos a cumplir y para hacerlo inquebrantable cortan parte de su antebrazo izquierdo dejando caer algunas gotas sobre un cáliz, después unirán los antebrazos mezclando su sangre y el demonio que realice la ceremonia recitara unas palabras, al final beberan la sangre derramada en el cáliz y será entonces cuando serán oficialmente compañeros. La marca será la muestra visible de su compromiso, se supone que Sesshomaru tiene que morder cerca de tu clavícula izquierda, lo que me preocupa es que al hacerlo tiene que dejar parte de su veneno en ti, ¿estas segura de que sobrevivirás? Es algo arriesgado amiga. - tragué duro cuando escuché en que consiste la dichosa marca, lo que entendí de mi amiga es que existe una posibilidad de morir en el acto. Estaba por responder cuando escuchamos un ruido entre los arbustos y pensamos que quizás alguno de los muchachos habían regresado por algo olvidado. No podíamos estar más equivocadas.
-¡Vaya! Que buena suerte la nuestra, está solamente la exterminadora. Será tarea fácil llevarnos a esa mujer de ropas extrañas. - Jakotsu había llegado junto con tres hombres más que estaba segura que eran parte de su banda, un hombre con aspecto de monje sí no fuera por las marcas moradas de su rostro fue el que habló. Rápido nos pusimos en posición de ataque, Sango tomó su Hiraikotsu, Kirara se transformó y yo tomé la espada que Sesshomaru me había dado.
-Es una lástima que no esté mi amor Inuyasha - hablo Jakotsu.
-Dejen de jugar y vámonos antes de que el hermano Bankotsu se moleste - habló otro de los hombres con cabello negro alborotado, tenía marcas verdes en el rostro y en sus manos llevaba unas garras metálicas, por mi mente paso ese personaje de mi época "Wolverine" pero sin barba. "concéntrate Ahome" me reprendí mentalmente.
-Si piensan que será tan fácil están equivocados ¡Hiraikotsu! - Sango fue la primera en atacar, lamentablemente el golpe llegó a uno de ellos que parecía estar hecho con metal y el arma de mi amiga no le hizo nada. Disparó una bala como si de un cañón se tratara y si no fuera por Kirara que se interpuso recibiendo el impacto, mi amiga y yo hubiéramos muerto, la Nekomata cayó al suelo de vuelta convertida en la pequeña gatita,.
-¡Kirara! - gritamos al unísono, alcancé a ver que no tenía rastros de sangre y eso me aliviaba pero aun así no se movía y eso me preocupaba, quise acercarme a la gatita pero la espada de Jakotsu me lo impidió.
-¡No te distraigas niña! - Me gritó Jakotsu. Sango al recuperar su arma comenzó a pelear con él y el hombre que tenía aspecto de monje. A mí se lanzó el hombre de las garras de metal, logró rasgar mi ropa de un zarpazo y mi costado pero aún no me derrotaba. Con la espada me estaba defendiendo bastante bien, Sesshomaru hizo un buen trabajo como maestro, lo que se me dificultaba era esquivar también los ataques del ser que parecía una máquina, de pronto lanzó unos hilos de acero que me impedían moverme con libertad y fue entonces que el ser de las garras logró inmovilizarme, si me movía cortaría mi garganta. Pero entré en real pánico cuando vi a mi amiga envuelta en la singular espada de Jakotsu y al otro hombre darle un golpe dejándola inconsciente.
-¡SANGO! - grite con desesperación y después todo se volvió oscuro, me habían noqueado.
Fin del Flash Back
Me dolía el cuerpo y tenía frío. De pronto vi entrar a la cueva a un hombre alto, moreno, se podía apreciar a simple vista que tenía un cuerpo esbelto y fornido a su vez y una marca en la frente en forma de cruz que lejos de verse extraño ayudaba a resaltar esos dos zafiros que tenía por ojos. Siento amor por Sesshomaru pero eso no me hace ciega, cualquiera puede admitir lo guapo que era ese hombre.
-Ah ya despertaste - se pone de cuclillas y me quita la mordaza.
-¿Quién eres? ¿A dónde me han traído? - preguntó con voz firme tratando de que no note que me muero de miedo.
-Tranquila, ¿quién diría que detrás de esta carita de ángel se esconde toda una fiera? Mi hermano Renkotsu me dijo que le causaste problemas al hermano Suikotsu. - con que "Suikotsu" ese es el nombre del de las garras de metal. - estas en el monte de las ánimas, fuiste traída aquí por órdenes de Naraku, aún no entiendo qué es lo que quiere contigo, sin embargo yo estoy a cargo de ti. Debo mantenerte con vida hasta que él me diga. - Oh no, mi corazón late con fuerza a causa del miedo.
-¿Qué piensas hacer conmigo? ¡Te advierto que mis amigos vendrán por mí! - de verdad lo espero.
-Este lugar es sagrado guapa, no podrán entrar más que la taijiya y tu amigo el monje, pero ellos no son rivales para nosotros, ni siquiera tú con tus poderes espirituales eres rival para nosotros, este lugar esta protegido por la energía sagrada de un santo mucho más fuerte que tú así que tu poder es anulado. - mis ojos se abren con sorpresa, analizo lo que me acaba de decir este hombre.
-Y tú, se supone que eres Bankotsu ¿cierto? - quizás si me gano su confianza pueda... persuadirlo, será el líder de los otros pero siento algo diferente en él, espero no equivocarme.
-Así es, soy Bankotsu líder de los siete guerreros. - dijo irguiéndose de nuevo e inflando el pecho con orgullo.
-Bien, líder de los malos, no he comido desde hace varias horas, ¿piensan matarme de hambre? - necesito no mostrar miedo.
-Que fastidio. ¡Jakotsu!
-¿Me hablabas hermano? - dijo entrando a la cueva segundos después, seguramente todos están afuera.
-Ve y consigue frutas para la... Señorita - dijo lo último barriendome con la mirada, me hace sentir incómoda.
-Ay ¿por qué tengo que ir yo? Pideselo a Renkotsu o Suikotsu. - Renegó Jakotsu.
-Te lo estoy ordenando a ti, hazlo ahora.
-¡Ash! Todo por esa chiquilla fea. No entiendo porque el hermano Mukotsu la quería, por su culpa terminó por perder su nueva oportunidad de vivir. - dijo mientras salía de la cueva. Bankotsu volteo a verme sorprendido con lo que escuchó decir a Jakotsu al salir.
-Con que tú fuiste la causante de la muerte de uno de mis hermanos...
