-Sesshomaru, no entiendo qué es lo que tengo que hacer, mis cosas las tiene Ah-Un y los chicos todavía no lleg...- la chica se quedó muda cuando vio a Sesshomaru desnudo del torso.
-¿No te enseñaron a tocar Miko?- no sonaba para nada molesto.
-Pe... Per... Perdón- ella se quedó en shok, no avanzaba pero tampoco retrocedía, estaba parada viendo el cuerpo del hombre frente a ella.
-¿Te gusta lo que ves, Miko? - dijo en un tono divertido, le encantaba verla sonrojarse por él.
-¿Eh? ¡Ay no! Disculpa. - por fin salió del transe y salió rápido de la habitación del Lord, se metió a la suya y corrió al baño a lavarse la cara, estaba segura que tenía el color de un tomate maduro.
¡Toc, toc!
-Adelante - aún le temblaba la voz a la joven.
-Ya Miko, relajate, ya me habías visto así. - dijo Sesshomaru al verla desviarle la mirada.
-¿De qué hablas? Yo jamás...
-El entrenamiento, el baño en el lago ¿te suena familiar?
-Ooh, creo que tienes razón. ¿Sabes si ya llegaron los chicos?
-Aún no, pero pronto lo harán. Vamos a comer para comenzar nuestro entrenamiento.
-¿No los vamos a esperar?
-Perdemos tiempo sacerdotisa y este Sesshomaru no espera a nadie.
-OK oh Lord del Oeste, disculpeme por mi consideración para con los demás.
-Te perdono.
-Oye era sarcas...
-Solamente intenta también considerarme a mí más seguido.
-Ja, si que eres difícil. Pero esta bien, ¿me vas a llevar al comedor o comeremos aquí?.
-Andando mujer. - salieron ambos directo al comedor.
-Señorita Ahome, que bueno que comerá con nosotros - dijo Rin cuando los vio entrar al comedor, era grande demasiado para el gusto de la chica, se imaginaba que así eran los comedores de los reyes de los cuentos de hadas y fuera de lo común para el antiguo Japón ya que tenían sillas hermosas de un estilo Rococo, en realidad todo el palacio estaba amueblado al mismo estilo, y sin mencionar lo enorme que le parecía, estaba segura que fácilmente se podía perder sin alguien que la ayudará.
-Si Rin, comeré con ustedes. - respondió con una sonrisa a la pequeña niña.
-Este será tu lugar mientras estés aquí- dijo sacando la silla al lado derecho del suyo.
-Gracias Sessh. - tanto la servidumbre como Jaken se asombraron con la actitud de su Amo, tratándose de una mujer ese lugar era únicamente ocupado por su compañera. La comida transcurrió entre pláticas con la pequeña Rin y Ahome. Estaban terminando la comida cuando un guardia entró al comedor y después de una pequeña reverencia informó que Inuyasha y compañía habían llegado al fin. Sin demoras todos salieron a recibirlos.
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El olor de tu piel
FanfictionEstaba por seguir mi camino cuando percibí el aroma de ella, un aroma inconfundible de naranja dulce, néctar de pera, orquídea y caramelo, era ella sin duda alguna, la sacerdotisa que acompaña a mi detestable medio hermano. No pude evitar quedarme p...