Cap. 22 Sesshomaru Piensa En Ahome

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El Lord no quería bañarse, no quería quitar la esencia de ella, quieria su olor en la piel por siempre. Pero tenía que hacerlo, tenía que quitar ese maldito calor interno que le quemaba. El sentir sus senos desnudos tallandose en su espalda, su piel húmeda con ese sabor exquisito, tan dulce, la necesitaba pronto. Quizás se acercaba la época de celo porque él jamás fue un hombre que pensara demasiado en la actividad sexual, antes para él era simplemente un acto que se realizaba sin sentimientos de por medio, sin más interés que el de satisfacerse a sí mismo. Pero ahora era diferente, deseaba escucharla gemir de placer, escucharla gritar su nombre pidiendo más.

Sin pensarlo demasiado llevó su mano a su endurecido miembro y comenzó a dejar volar su imaginación.

Abrió los ojos y Ahome estaba ahí, desnuda y arrodillada con su pene entre las manos masajeandolo de arriba a abajo, se acercó a su boca y lo besó, era un beso lleno de deseo. Comenzó a descender y a besar su cuello, su pecho, su abdomen y cuando besó más abajo del ombligo, sintió llegar a la gloria, con el pene entre sus manos dio un pequeño beso en la punta, después pasó su lengua haciendo círculos y él no pudo evitar echar la cabeza para atrás.

-Mírame Sessh- dijo mientras metía el pene hasta su garganta dejando aún parte del tronco fuera. - ¿así te gusta mi amor? - preguntó mientras besaba sus testículos.

-Me encanta, ¡aah! - gimió al sentir de nuevo su miembro dentro de su boca.

-No dejes de mirarme. ¿Te gustan mis pechos? - comenzó a masturbarlo con los senos mientras su lengua recibía su glande en cada vaivén.

-Me encantan, me encantas mujer. No pares, estoy cerca.

-Correte en mi boca mi amor, déjame sentir tu sabor. - comenzó a succionar con frenesí para lograr el climax de su hombre.

-Ahh, Ahome! - se corrió y por fin abrió los ojos.

Se había masturbado mientras fantaseaba con la joven futurista. Ya llegaría el tiempo en el que esas fantasías las haga realidad, por ahora tenía que alistarse para terminar pronto con los entrenamientos. Naraku seguramente no estaba perdiendo el tiempo y quería acabar con él cuanto antes. Salió y se vistió de nuevo.

...

-¿Qué fue eso? Dormí abrazada a Sesshomaru ¡Dios! Si con él siendo un niño ya fue extrañamente lindo, con el Sesshomaru de ahora es... Saca esos pensamientos de tu cabeza Ahome, te mataría de solo insinuarlo. - tomó un baño rápido y se visitó, cuando se miró en el gran espejo que estaba en una de las paredes pensó que cuando empacó su ropa solamente lo hizo queriendo estar cómoda y fresca, en ningún momento se imaginó que estaría entrenando con Sesshomaru.

 - tomó un baño rápido y se visitó, cuando se miró en el gran espejo que estaba en una de las paredes pensó que cuando empacó su ropa solamente lo hizo queriendo estar cómoda y fresca, en ningún momento se imaginó que estaría entrenando...

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-Si vamos a estar aquí mucho tiempo, creo que lo mejor será ir a casa por más ropa adecuada.

¡Toc, Toc!

-Entra miko- Sesshomaru podía olerla, ya sabía que era ella quien estaba del otro lado de la puerta - que extraño, pensé que era una costumbre tuya entrar para verme casi desnudo ¿Ya aprendiste a tocar?- dijo en un tono de diversión.

-Y tú ¿aprendiste a bromear? ¡Vaya! Eso sí es algo extraño, sobre todo viniendo del señor de hielo.

-¿Señor de hielo? ¿Quieres que te demuestre que soy todo lo contrario? - dijo jalandola a su pecho que gracias a Dios aun no tenía su armadura porque estaba segura que de la fuerza que utilizó le hubiera sacado un ojo con las púas - No juegues Miko, porque contrario a lo que piensas te puedes quemar.

-¿Es una amenaza?... ¿advertencia?... O ¿reto? - dijo la azabache provocativamente.

-Tomalo cómo quieras - dijo acercándose a su cuello, logrando poner más nerviosa a la joven dándole a entender que ese era un juego en el que saldría perdiendo.

-Te traje tu ropa - dijo nerviosa tratando de safanse y desviar el tema.

-Debiste dejártela, se te ve mejor a ti - aún no dejaba su tono juguetón, le gustaba ver a la azabache sonrojarse.

-Oye Sessh...omaru - corrigió, pensando que quizás estaba siendo demasiado confianzuda con el Lord- ¿cuanto tiempo durará el entrenamiento?

-Un mes aproximadamente, eso espero ¿A qué viene tu pregunta?

-Es que quiero ir a mi época, la ropa que traje no es la más adecuada para entrenar, mira- dijo abriendo los brazos.

-Te ves bien Miko, excéntrica pero así eres tú. Y estoy de acuerdo, no es ropa adecuada para entrenar, no es necesario que te vayas - él no quería que se marchara - yo puedo mandar a hacerte algunos trajes.

-Gracias Sessh...omaru - se corrigió de nuevo - pero prefiero ir a casa, ya te cause muchas molestias.

-Como quieras Miko, pero con una condición. Yo iré contigo.

-Solamente Inuyasha y yo podemos pasar a través del pozo. Hasta Shippo intentó pasar y no lo logró.

-Yo lo haré, ahora vamonos,
ya nos perdimos el desayuno pero alcanzamos el almuerzo.

-Amiga ¿cómo estás? Inuyasha dijo que te había lastimado y desde anoche no ha querido salir, intenté ir a buscarte pero me lo impidieron - dijo Sango lanzándose a su amiga.

-Estoy bien, Sango no te preocupes, no pasó nada tan grave. Quiero hablar con Inuyasha, no quiero que se siga atormentando.

-No irás a ninguna parte Miko, primero tienes que comer.

-Pero él...

-Pero él quiso hacerte daño, él merece por lo menos unas horas más de arrepentimiento.

-No sé qué sucedió señorita Ahome, pero creo que el señor Sesshomaru tiene razón. Comamos y si para hoy en la noche no ha salido, yo mismo la acompañaré a verlo.

-Eso no será necesario monje, yo iré con ella.- dijo Sesshomaru con el mismo tono frío de siempre.

-Gracias muchachos, está bien. Por cierto Miroku, quisiera que me ayudaras a descifrar algunas cosas que no entiendo de los pergaminos que me entregó la anciana Kaede.

-Con gusto la ayudaré señorita, si usted gusta hoy por la noche puedo pasar a su habitación y ayudarla a estudiar, le puedo enseñar algunas cosas que estoy seguro no sabe.

-Eso no sucederá, monje pervertido - dijo Sango.

-No pienses mal de mí Sanguito, yo solamente me ofrecía a enseñar a la señorita Ahome, cosas que le pueden servir más adelante.

Pero lo que en realidad alejó a Miroku no fue el golpe de la exterminadora sino el aura maligna que se sentía de Sesshomaru quien lo veía con odio por lo que el monje se atrevió a insinuar.

-Gracias Miroku, pero si no tiene nada que ver con los pergaminos o poder espiritual no quiero que me enseñes nada jajaja. Comamos chicos, nos espera un largo día.


Aviso:
Es mi primera historia en esta plataforma, yo había leído manga aquí mismo con contenido +18 y por eso me atreví a poner imágenes subidas de tono, pero me llegó aviso de la plataforma de que serían censuradas... Las próximas imágenes que suba yo misma las censuraré, por si alguien las quiere manden msj por privado 😉 el propósito de la historia es que sea cachondona, de una vez les digo que Ahome vino a enseñar 🔥 gracias por leer la historia 💖

El olor de tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora