two ways (Draco Malfoy)

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Draco, junto con Crabbe y Goyle caminaban por los pasillos de Hogwarts.

Se dirigían hacia el gran comedor, y el platinado no estaba de muy buen humor.
-Por qué Potter tiene que ser perfecto? "Harry Potter atrapa la snitch" por favor, son bobadas!- decía mientras seguía caminando.

Harry había conseguido la snitch en su primer partido de quidditch contra Slytherin. Había sido impresionante pues los alumnos de primer año no tenían permitido jugar.

Al entrar se sentaron de mala gana y mientras Crabbe y Goyle arrasaban con la comida, Draco miraba a la nada con la cabeza apoyada en su mano.

De repente, una lechuza con un lazo de color azul cielo llegó por las ventanas del gran comedor. Era un animal muy bello y llamaba la atención de varias personas, incluido el trío de oro.

La lechuza voló hasta llegar a cierto platinado que aún no se daba cuenta de que la tenía delante.
-Draco! Es una carta para ti!- dijo Blaise Zabini quién se sentó a su lado.

Draco parecía no entender por que una lechuza que no era la suya le llegaba con un mensaje, hasta que recordó que debía ser de Aria.

Una sonrisa apareció en su rostro y tomó la carta, la abrió y inmediatamente sonrió más.

Hola Draco!
Y eso de que me escribirías? Al final he tenido que hacerlo yo primero...

Como sea, como van las cosas por tu colegio? Supongo que bien, eres Draco Malfoy y seguro que eres muy popular.

Aquí en Beauxbatons las cosas son demasiado tranquilas, aburridas y más si no estás.

Nunca pensé que diría esto...bueno, escribiría esto pero te extraño mucho, no puedo esperar a las vacaciones de verano para verte otra vez.

Atte. La más hermosa y preciosa Aria ;)

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Todos parecían estar prestando atención a la misteriosa carta que había recibido el platinado. De quién sería? Preguntaban muchos.
-Que dice?- preguntó Pansy.- De quién es?- dijo intentando mirar.

Inmediatamente, Draco la apartó y se levantó dedicándoles una mirada fría y distante.
-No es de tu incumbencia Párkinson.- dijo.- No me sigáis.- continuó para empezar a dirigirse hacia su habitación.

No podía dejar de pensar en lo mucho que debería explicarle a su mejor amiga.

-Quién creéis que es?- preguntó Hermione mirando al platinado que salía con una sonrisa en el rostro del gran comedor.
-No tengo idea.- dijo Ron mirándolo también.

-Nadie bueno, seguro que trama algo.- respondió Harry.- Es Malfoy.

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Draco se sentó en su escritorio y leyó la carta unas siete veces. Se sentía feliz de que Aria se hubiera acordado de él, eso significaba que era importante para ella.

Sacó la pluma y empezó a escribir.

Hola Ari,
Puede que se me haya olvidado escribirte... pero eso no significa que no me importes.

Quieres que te escriba como van las cosas en mi colegio? Bien, para empezar tu amigo Potter va conmigo a Hogwarts.

Pero no es mi amigo, de hecho, lo considero un enemigo, no quiso aceptar mi amistad y me humilló delante de todos!

Se que pensarás que es una locura pero los profesores le tienen favoritismo. Menos Snape, el profesor de pociones.

Puede que sea el niño que vivió o como quiera llamarse pero a mi no me engaña, quiere ser el centro de atención.

Por otra parte... tienes razón, soy Draco Malfoy, tengo buenos amigos pero ninguno te supera.

No me has contado nada de la famosísima academia Beauxbatons. Si parece un poco aburrida, pero te tienen a ti, seguro que puedes cambiar eso.

Yo también espero que se acabe el año, puede que también te extrañe...un poco.

Atte. Tu mejor y único amigo Draco Malfoy;)

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Después de repasarla y estar seguro, la envío directo a Beauxbatons.

Esperaba la respuesta ansioso, Draco pensaba que no sería tan duro estar sin ella. Nunca pensó que tendría que afrontar eso.
-Que estarás haciendo?- se dijo a sí mismo mientras salía de su cuarto para encontrarse de nuevo con sus amigos.

De mientras, Aria se encontraba leyendo en las gradas del campo de quidditch. Tenía tiempo libre y no había nada que pudiera hacer.
-Hola!- dijo una chica sentándose a su lado.

-Hola.- respondió un tanto seca.
-Menos mal que hablas mi idioma y no solo francés.- la chica misteriosa se sentó al lado de la chica.- Soy Sandy Miller, un gusto.- dijo con una sonrisa.

-Tres preguntas.- dijo Aria mirándola.- Por qué te has acercado, por que me hablas y que te hace pensar que podemos ser amigas o algo parecido?

Sandy sonrió más.
-Uno, me he acercado por que estás sola, dos, te he hablado por qué es lo que suelen hacer las personas y tres...por que somos muy parecidas. Aria Monnier, familia de sangre pura con muy buena reputación. Me caes bien.- respondió la chica con simpleza.

Aria levantó la ceja. Aún no tenía ningún amigo, y cuando decía ninguno era ninguno. No solía ser muy sociable...siempre estaba junto Draco y no le hacía falta nada más.
-Bien Miller.- dijo sonriéndole.- Otra pregunta.

-Estoy lista.- dijo riendo.
-A quién no soportas de toda la escuela?- soltó directamente a lo que Sandy analizó el panorama.

-Esa es fácil. Aurore Pons, es la chica más insoportable que he visto y lo poco que he hablado con ella se ha reído de mi pelo.

Aria se sentía mejor. No era la única que odiaba a Aurore.
-Si te sirve de algo...a mi me parece que tu pelo es muy bonito.- contestó la chica mirándola.- Seguramente tiene envidia de ti.

Sandy era una chica muy bonita. Tenía el pelo hasta los hombros, negro y con un decolorado que le hacía las puntas un poco más claras.
-Gracias, ya lo sabía.-dijo riendo.

Aria y Sandy se habían hecho amigas, las dos venían de dos de las familias de sangres puras más poderosas, así que no tendrían problema en tener una amistad.

Todo parecía ir mejorando para la pequeña Aria.