two ways (Draco Malfoy)

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ꕥꕥꕥ

El verano para los chicos podría estarse describiendo como el mejor de sus vidas en ese instante.

Draco realmente lo estaba pasando bien en la mansión Monnier al igual que Aria quien se salvaba de hablar con sus padres.

-Buenos días estrellita!- dijo la chica queriendo aplastar a su amigo sin embargo Draco se dio la vuelta y se estrelló contra el colchón.
-Buenos días duende, que pasa?- preguntó este mirándola.

-Recuerdas que hoy vamos a comer... todos?- preguntó la chica a lo que Draco abrió los ojos.
-Mi padre también vendrá?- le dijo a lo que ella asintió.- Oh no...

El platinado salió de su cama y empezó a buscar algo en su maleta, más bien algo que ponerse y verse formal.

Aria lo miraba desde la cama con una sonrisa que no ella sabía que tenía.
-Si buscas los calcetines negros...- dijo señalando el suelo.- Por que están ahí de todos modos?

-Por qué caminan y tienen vida, por que crees?- preguntó este yendo al cuarto de baño y cerrando la puerta de golpe.

Aria rodó los ojos y estaba dispuesta a irse a su cuarto para cambiarse también pero antes de eso vio una camiseta del chico.
-Wow, me la quedo.- dijo llevándosela.

Cuando Draco salió arreglado para la ocasión, vio que Aria no estaba así que decidió ir a buscarla. Cuando quiso entrar en su cuarto, vio que todo estaba por los suelos.

-Te estás cambiando?- preguntó el chico a lo que ella desde el cuarto de baño propio que tenía respondió.

-No, solo abriré la cámara de los secretos, que crees?- preguntó a lo que Draco río.
-Bien, te esperare aquí.- dijo mientras
empezaba a recoger la ropa y ordenarla.- No sabía que fueras tan desordenada...

Cuando la chica salió, miró a Draco con una sonrisa pues el platinado estaba... ordenando su habitación?
-No tienes que hacerlo.- le dijo ella a lo que el chico iba a responderle pero no le salieron palabras.

-Desde cuando te pones... vestidos?- preguntó a lo que ella se encogió de hombros.- Wow, digo que te ves... bien.- dijo volviendo a ordenar la ropa de la chica por color y prenda.

Aria rodó los ojos y lo tomó del brazo para llevarlo hacia el comedor donde sus padres ya se encontraban hablando.
-Al fin...estáis aquí.- dijo Lucius algo inquieto.

-Te ves hermosa.- le dijo Narcisa a la chica que sonrió algo avergonzada.

-Bien, si estamos listos... nos iremos ya.- dijo el padre de la chica a lo que todos asintieron.

Como tema de trabajo... irían a comer algún restaurante de lo más refinado y caro del mundo mágico.

Cuando vieron el lugar, Draco y Aria se miraron entre sí para ver que sería de los más aburrido. Aburrido, aburrido, aburrido.

Cuando se sentaron en la mesa, los chicos empezaron a mirar la carta y el menú del día. No había mucha variedad y todos los platos estaban en francés.

-Parece que no saben lo que son espaguetis con salsa...- dijo la chica bufando.
-Aquí la comida es única y exclusiva.- le respondió Lucius.- Como has estado querida? He oído que has sido expulsada...

-Si... una niña, ella empezó y no iba a dejar que me matara a golpes, no es así padre?- preguntó a lo que este solo asintió.

-Oh, pero claro, no puedes dejar que pisoteen el apellido Monnier, estoy orgulloso de ti Aria.- le dijo a lo que la chica solo sonrió.

Draco bajó la cabeza pues nunca le había dicho esas palabras, como era posible que su padre fuera tan... malo?
-Y como vas con el tema... amoroso?- siguió preguntando este con algo de curiosidad.- Estoy seguro de que en Beauxbatons hay chicos educados y llamativos...

Aria en ese instante se sonrojó levemente.
-Los hay... demasiados, pero...no creo que me interese... ese tema.- dijo ella muy nerviosa.

Sentía la mirada de todos pero la que más nervios le daba era la de Draco que la miraba fijamente.
-Y tú Draco? He oído que hay chicas muy bellas en Hogwarts.- dijo la madre de la chica tomando por desprevenido al platinado.

-Si... y sobre esos temas... bueno, no hay mucho, digo que puede que haya alguien.- dijo mirando de rojo a la chica quien lo fulminaba con la mirada.- Si... Pansy es muy buena amiga.

-Genial.- soltó Aria en un susurro lo suficientemente fuerte para que lo escuchara solo el chico mientras volvía a mirar su carta.

Narcisa miró a Draco algo confusa. Quien diablos era Pansy? Por qué nunca le había hablado de ella?

La comida pasó de lo más aburrida y lenta y mientras los adultos hablaban, el chico decidió hablar con Aria quien había estado callada durante toda la comida.
-Celosa?- preguntó a lo que la chica rodó los ojos.

-No te creas tan importante Malfoy.- le dijo de manera indiferente a lo que el chico levantó la ceja.
-Ah si? Claro, seguro que los chicos súper refinados y educados de tu colegio son mejores que yo no?- preguntó sacando el tema.- Acaso te gusta alguno de ellos?

-Y qué, si me gusta alguno?- respondió ella mientras miraba a otro lado.- A ti te gusta Pansy, no hay más de que hablar.

Aria entonces pidió permiso para ir al servicio dejando a Draco pensando en las palabras de su mejor amiga.

Pansy? En serio? Por qué lo había dicho? Para que su padre estuviera orgulloso, y para molestar a Aria... pero a él nunca le podría gustar Pansy... la veía solo como una compañera más...

Mientras, Aria se encontraba dando un paseo. No tenía ganas de volver aún a la mesa.
-Disculpa?- le dijo alguien por detrás.- Aria?

La chica vio al chico que le estaba hablando y se cruzó de brazos inmediatamente.
-Que quieres?- le preguntó mirándolo sin confianza.

Draco quien tenía a la chica controlada, apretó su puño al verla hablar con Maxi, Maxi nombre de duende. Que hacia allí?

Veía como Aria sin embargo estaba molesta con el y quiso ir para ver de qué hablaba pero no podía.
-Me estás culpado de algo que yo no he hecho.- le dijo el moreno a lo que ella rodó los ojos.

-Claro, por que no eras tú el que te estabas riendo de mi cuando Aurore me pegaba.- dijo ella de lo más tranquila.- Solo aléjate de mi si?

Cuando volvió a la mesa, notó como el platinado la miraba y le estaba preguntando con los ojos que había pasado.
-Y bien? Que quería ese bastardo?- preguntó Draco a lo que Aria suspiró.

-Nada. Solo le he dicho que no me vuelva a hablar. Contento?- le dijo mirándolo con una pequeña sonrisa.

-Ni te imaginas cuanto...- respondió el platinado también sonriendo levemente.

De lo que ninguno se daba cuenta esta de que las clases empezarían dentro de poco. Su tercer año estaba por llegar.