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Los días en la Mansión Malfoy pasaban rápido. Tan rápido que no sabían que día era, eran unas vacaciones algo raras.

Aria leía tranquilamente en su cuarto, su antiguo cuarto en el que ella solía dormir cuando era una niña y se quedaba con la familia Malfoy.

A veces le gustaba apartase de todos, tener tiempo solo para ella para reflexionar y pensar.

Mientras Draco se encontraba con su madre, acompañándola en todo momento, no le gustaba dejarla con su padre, al que ya casi no hablaba.

-Cissy, creo que Bella te busca.- dijo de repente la voz de Cassandra por detrás de ellos.
-Es Narcisa para ti.- dijo antes de pasar por su lado con la cabeza bien alta para ir a buscar a su hermana.

Ya que el platinado no pensaba quedarse con la madre de Aria a solas decidió ir a buscarla sin embargo esos no eran los planes de Cassandra.
-Malfoy.- dijo ella haciéndolo parar por completo.

-Si?- preguntó algo frio, distante ya que según su parecer, no se merecía ni la palabra.

Cassandra mostró una figura algo triste ante el chico al cual se acercó.
-Sabes, podrías hablar con Aria, ella no quiere hablarme y no se que mas hacer.- dijo mirándolo.

-Creo que no puedo hacer nada, no la voy a obligar a hablar con usted, con el más debido respeto pero usted no se lo merece.- dijo con intención de irse sin embargo la madre de la chica lo tomó por el brazo.

-No pensaba que serías tan fuerte...- dijo mirando el brazo del platinado que lo separó de inmediato.
-Que intenta hacer?- preguntó directamente.- No tiene suficiente con mi padre?

Cassandra se empezó a reír mientras pasaba su mano por el pecho de este.
-Draco... que cosas insinúas...- dijo con una sonrisa encantadora.

El chico se apartó con algo de brusquedad.
-No entiendo por que hace esto, como puede hacerle esto a Aria? Ella es su hija... es que no le importa?- preguntó alejándose más de ella.

-Oh... mi hija, es verdad. Sin duda tiene buenos gustos, joven... aunque me temo que no podrá ser.- dijo con una sonrisa.

Draco frunció el ceño.
-Que quiere decir con eso?- preguntó algo molesto, aguantándose las ganas de pegarle.

-No permitiré que mi hija se case con un Malfoy.- dijo con tono obvio.- Es que pensabas que no sabía tu pequeña sorpresa?

El platinado miró al suelo.
-No va impedir que la haga feliz, ella lo es conmigo.- aseguró el platinado.

Cassandra se acercó de nuevo y pasó su mano delicadamente por la pálida mejilla del chico quien la miró.
-Exacto.- dijo en un susurro.

-No quiere que ella sea feliz? Por qué? Por qué usted no lo fue?- preguntó este de la misma manera.
-Veo que además... eres listo... me impresionas cada vez más Draco.- dijo esta orgullosa.

El chico se apartó finalmente y se dirigió hacia la puerta para irse.
-No impedirá que me case con ella, créame cuando le digo Cassandra, puedo llegar a ser muy convincente.- dijo antes de retirarse de allí.

Draco pensaba mientras subía las escaleras, como podía ser que esa señora fuera la madre de su novia?

Si... había afirmado algo muy importante, sin embargo ya lo había pensado cada día desde que le dijo que la quería. Él había recapacitado y lo había discutido consigo mismo.

Aria era demasiado importante como para dejarla simplemente ir, no permitiría eso. La quería demasiado así que la idea de casarse con ella pasaba por su cabeza cada vez que la veía, que ella fuera su mujer y tal vez la madre de sus hijos.

Por qué Cassandra querría hacer sufrir a su hija? Era injusto que pensara de esa manera.

Y sin darse cuenta, estaba delante de la puerta de la chica que se encontraba cerrada. Draco pensó en entrar pero las palabras de la madre de la chica se repetían una y otra vez en su cabeza.

Decidió no molestarla y se fue a su cuarto cerrando la puerta detrás de él, quedando el pasillo en un auténtico silencio.

Pero había algo. Más bien alguien.
-No creía tener que hablar de esto Cassandra.- dijo la voz de Narcisa apareciendo al lado de ella.

-Narcisa... de que hablas?- preguntó está fingiendo que nada había sucedido.- Puedo ayudarte?
-De echo si, no vuelvas a tocar a mi hijo, y no vuelvas a hablar con él.- dijo con voz furiosa.

Cassandra sonrió.
-Ah si? No querrás que me lleve a mi hija, verdad? Que pensaría tu Draco de eso...? Vamos Cissy, dime.- dijo ella creyéndose superior.

Sin embargo Narcisa sonrió.
-Oh... no creo que Aria te considere su madre de todos modos, no se iría contigo ni que le pagaras.- dijo muy segura de sus palabras.

-Bobadas.- dijo la madre de esta.
-Acéptalo Cass, ella me prefiere a mi, y ella ama a Draco, por qué no dejarla en paz? La vas a odiar por querer un Malfoy al igual que a mi?- preguntó con una sonrisa burlona.

-Solo por que Lucius te escogiera a ti no significa que me desee... acuérdate bien.- se excusó ella algo avergonzada.

Narcisa la miraba con tal odio que por ella la mataría sin embargo debía comportarse.
-Creo que tienes un problema con los Malfoy, que dirá Bella cuando le diga que has intentando hacer algo con Draco?- preguntó con tranquilidad.
-Draco? Por favor... no seas ridícula.- dijo cruzándose de brazos.

Narcisa suspiró para relajarse y le mostró su mejor sonrisa orgullosa.
-Claro que no, para eso estás tú.- dijo antes de irse de allí dejando con la palabra a Cassandra.

Sin embargo los dramas no habían acabado. Todos los que se encontraban en la mansión Malfoy escucharon el grito de Bellatrix del jardín.

Tanto Aria cómo Draco salieron a la vez de sus cuatros. No era posible que estuviera pasando.
-Tienen a Harry?- preguntó la chica acercándose al platinado.

El chico tragó hondo, temiéndose lo peor.
-Eso parece.

two ways (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora