two ways (Draco Malfoy)

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-Mamá... hay noticias?- preguntó Draco entrando algo preocupado al despacho de la señora Malfoy.

-Lo siento Draco, no creo que Aria esté enfadada contigo... a mi tampoco me responde.- dijo la mujer con algo de tristeza.

Draco simplemente no podía entender a la chica, subió a su habitación y cerró la puerta de golpe.

-Por qué no respondes!?- dijo sacando la última carta que ella le envió.

Draco,
Este verano mi madre... ha organizado un viaje. No podremos vernos pero conseguiré verte antes de que empiece el nuevo curso.

Te quiere, Aria. <3

La familia Monnier había desaparecido durante todo el verano sin dejar ni siquiera una nota, descartando la carta de la chica.

Narcisa también estuvo unos días investigando sobre dicho viaje pero Anthony tampoco le contestaba sus menajes.

El platinado se había pasado todo el verano enviándole cartas a la chica pero no recibía ninguna respuesta de parte de ella cosa que le parecía de lo más extraño.

Entendía que su familia quisiera pasar unas vacaciones en otro lugar pero por qué no podía contestar una carta diciendo que ella se encontraba bien?

Había hecho todo lo posible para comunicarse con ella. Le había escrito a Blaise para que le escribiera a Sandy sobre el estado de la chica.

Cuando recibió la lechuza, ninguno tenía idea del paradero ni del estado de Aria.

Ella le había escrito que se volverían a ver cuando el curso escolar empezase pero era mentira.

Draco se encontraba en la estación para ir a Hogwarts y no había rastro de su mejor amiga. Es que acaso se había enfadado con él? No tenía sentido.

-Así que el nuevo prefecto por lo que veo...- dijo Blaise apareciendo con una sonrisa.- Te encuentras bien?

El platinado miró al suelo para entrar al tren sin decir ninguna palabra a nadie. Esperaba que ella fuera a despedirse o al menos... verla de nuevo pero ella no estaba ahí. Tenía que ser realista.

Cuando se sentó donde siempre, Theo lo miró algo triste. Sin duda se notaba que había pasado un verano algo... solo.

-Draco... tenemos que ir al vagón de prefectos.- le dijo Pansy a lo que este asintió para empezar a caminar.

Ambas serpientes entraron en el vagón donde se encontraban todos los nuevos prefectos entre ellos Ron y Hermione.

-Mira...- le dijo el pelirrojo a la castaña quién frunció el ceño al verlo tan... depresivo.

Pansy le dedicó una mirada fría a los Gryffindors para mirar a Draco quien miraba por la ventana.
-Sabes algo? A mi tampoco me ha respondido ninguna carta.- dijo a lo que este se encogió de hombros.

-Déjalo Pansy, ella... parece que no le importen sus amigos en absoluto.- dijo manteniendo su compostura.
-No digas eso, ambos la conocemos bien, ella no haría algo así... debe haber algún motivo.- le dijo la peli negra.

-Si... claro.- dijo este con claro sarcasmo.

Lo que nadie sabía, era que Aria se encontraba en el mismo tren, sin embargo en la parte de Ravenclaw.
-Así que te transfieren, que bien! Espero que quedes en Ravenclaw.- le dijo Cho con una sonrisa.

-Ya veremos.- dijo ella algo incomoda.

Su madre había convencido a su padre de hacer un viaje familiar para pasar más tiempo juntos, aunque en realidad era para mantenerla vigilada.

Fue algo raro ver que habían pasado todo el verano en el mundo muggle sin poder comunicarse con nadie.

Obviamente quería ver a Draco pero sabía que si se encontraban en el tren, este se enfadaría y le empezaría a gritar delante de todos, pidiendo explicaciones... así que prefirió hablar con él después. A solas.

Al llegar, la chica bajó de las primeras, esperando no ser vista por ninguno de sus amigos.
-Señorita... Monnier.- dijo una voz detrás de ella.

La chica se giró y dio con lo que parecía ser un profesor del colegio, o como ella recordaba, Severus Snape.
-Esa soy yo.- dijo mirándolo.

-Acompáñeme, el director ha solicitado verla personalmente a solas.- dijo este subiéndose a una carroza.

El viaje sin duda fue algo incómodo pero en cuanto llegaron al castillo el pocionista la guió hacia lo que parecía el despacho de Dumbledore.

-Gracias Severus, puedes ir a recibir a los demás alumnos.- dijo este con una sonrisa tranquila.

Aria miró el lugar con algo de curiosidad, sin duda era de lo más raro.
-Me alegra tenerla con nosotros este año, señorita Monnier. Pero a qué se ha debido ese... cambio?- preguntó mirándola.

Aria sonrió al ver que ese anciano quería leerle la mente, sin embargo solo se encogió de hombros.
-Necesitaba algunos cambios.- contestó segura de sí misma.- Y en que casa voy a ser sorteada?

Dumbledore le mostró una silla indicándole que se sentara.
-Haremos la selección aquí, pues estás en quinto año, te parece bien?- preguntó a lo que ella asintió.

Cuando el director le colocó el sombrero en la cabeza, este empezó a reír.
-Monnier, tarde pero aquí estás.- dijo haciendo rodar los ojos de la chica.

No estaba nerviosa en absoluto, la casa que le tocara estaría bien mientras pudiera estar con Draco.
-Y bien?- preguntó ella algo confusa.- En que casa me pondrás?- preguntó.

El sombrero empezó a dudar.
-Valiente, Gryffindor no te vendría mal, inteligente y curiosa... en Ravenclaw encajarías bien... pero trabajadora y leal, Hufflepuff también podría ser tu casa....- dijo a lo que ella frunció el ceño.

-Y bien?- empezó a preguntar ella al ver reír al sombrero.
-Lo que has hecho sin duda es algo que haría un verdadero Slytherin.- dijo finalmente este.- Tienes un don pequeña. El don de manipular... oh si... sin duda tienes cualidades.

Dumbledore entrecerró sus ojos cuando el sombrero anunció "Slytherin!" y la chica solo sonrió orgullosa.

-Donde debo ir ahora señor?- le preguntó la chica a lo que este la miró con curiosidad.
-Creo que debería ir a la sala común de Slytherin.- dijo el director.
-Bien.- aceptó ella.

Sabía perfectamente donde se encontraba la sala común así que solo tuvo que pronunciar la contraseña para entrar.

Antes, Dumbledore le mencionó que le tocaría compartir cuarto con Pansy pues ella era la única chica que dormía sola.

Cuando entró, vio que todas sus cosas estaban en su parte de la habitación.
-Bien, empezaremos a desempacar... mañana.- dijo mientras se estiraba en su cama y cerraba los ojos un momento.

Ella, manipular? Nunca se lo había planteado de esa manera... aún así, ahora no importaba.

Debía hablar con Draco inmediatamente.