two ways (Draco Malfoy)

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Cuando la chica entró al gran comedor se fijó inmediatamente en el platinado que ya la miraba pero apartaba la vista de inmediato.

Cuando se acercó donde estaba el, Draco tomó sus cosas y se levantó yéndose y dejando a todos de lo más confusos.

Aria rodó los ojos para también dejar sus cosas con Sandy y seguirlo.
-Draco, Malfoy detente.- le dijo haciendo que el platinado la mirara.

-Puedo ayudarte?- le preguntó a lo que ella le intentó decir las palabras. Las palabras que tanto costaba decir.

-Esto yo... em, si esto yo no se como decirlo, verás, em... yo...- empezó a de ir mientras jugaba con el anillo de su mano.

-Aria?- le preguntó el platinado cruzándose de brazos a lo que ella lo miró finalmente.
-Yo... yo, lo.... yo lo, sabes? Da igual, esto es inútil.- dijo arrepintiéndose y alejándose de él.

Caminaba sin rumbo pues pensaba en lo que acababa e pasar y se maldecía una y otra vez.
-Tonta, tonta, tonta, tonta.- se decía a sí misma mientras caminaba hacia el patio.

-Por que eres así con ella? Ayer los dos os pasasteis... bastante con el otro.- le decía Blaise mientras veía como Draco miraba desde lejos a la chica.

-Es, complicado.- dijo yendo a otro lado.- Por ahora, usarás esto.- dijo entregándole chapas.

En esas, ponía que apoyaran a Cedric Diggory pero si la apretabas, salía el mensaje de "Potter apesta" solamente para molestar al azabache.

Aria decidió no pensar en Draco por un momento pero cuando vio las chapas donde ponían ese mensaje... la rabia le entró y no dudó en buscar al platinado.

-Draco!- le gritó puesto que este se había subido la un árbol.- Baja ahora mismo!

El platinado bajó y se puso enfrente de ella haciéndose ver más grande.
-Si?- le preguntó con una sonrisa orgullosa.

-Que significa esto?- le preguntó la chica quitándole la chapa del pecho.- Es enserio?
-Algún problema?- le preguntó este mirándola fijamente.

-Sabes cuál es mi problema, por favor, dile al Draco estúpido que quiero al verdadero Draco de vuelta. Quiero a mi amigo.- dijo ella mirándolo fijamente.

Al platinado en ese momento no le importaban en absoluto lo que decían, no escuchaba las burlas de sus compañeros o chicos que habían ahí. Solo miraba a la chica parada frente a él pidiéndole que volviera.

-Y que pasa si no hay otro Draco a parte del que ves?- le preguntó a lo que ella solo negó.
-Eres el mayor idiota que conozco.- dijo para marcharse de ahí.

Pero antes de eso, el platinado miró al azabache que ya veía la escena.
-Por qué tan tenso Potter? Mi padre y yo hemos hecho una apuesta.- dijo ignorando a la chica.- Yo digo que no duraras más de diez minutos de pie... el no está de acuerdo. Dice que no durarás más de cinco.

-Me importa un bledo lo que tu padre piense Malfoy, es vil y cruel, y tu eres un payaso.- dijo Harry empujándolo.

Draco miró a Aria quien lo miraba decepcionada así que sacó su varita con intención de apuntar al azabache.
-Ah no hijo, no conmigo delante.- dijo el profesor Moody apareciendo.

El profesor lo convirtió en nada más que en un hurón haciendo que todos se empezaran a reír.

El pequeño hurón fue directamente con la chica que no dudó en tomarlo.
-Oh Draco, no te salvarás de esta.- dijo ella riendo.- Lo siento.

Lo volvió a dejar en el suelo y miró como Moody lo subía y bajaba de un lado a otro.
-Profesor Moody!? Eso... eso es un estudiante!?- le preguntó McGonagall apareciendo.

-Técnicamente es un hurón...- dijo este haciendo reír a los chicos y chicas que habían.

Cuando McGonagall volvió a convertir al platinado en una persona normal, Draco estaba demasiado desorientado.

Salió corriendo y detrás de ellos, sus amigos y Aria quien necesitaba hablar con él.

Llegó a la sala común de Slytherin y como el platinado le había dicho la contraseña en cartas, supo que sangre pura era la palabra correcta.

-Draco?- preguntó la chica mirando por todos lados a lo que escuchó golpes.

-Vamos Draco, no es tan malo.- le decían sus compañeros haciendo que la chica supiera cuál era su habitación.- Sal de ahí!

Al acercarse, todos se la quedaron mirando sorprendidos, y más cuando ella abrió la puerta y la cerró después de ella quedando a solas con el platinado.
-He dicho que os vayáis!- dijo este tirando una piedra que Aria pudo atrapar a tiempo.

-Draco.- dijo ella caminando hacia el y sentándose en la cama donde el estaba estirado.
-Véte, doy vergüenza.- dijo a lo que ella no evitó reír.- Lo ves? Soy ridículo.

-Te lo merecías.- le dijo haciendo que el platinado la mirara.
-De que lado estás? Oh, si se me olvidaba, en el de Potter el magnifico.- dijo con claro sarcasmo.

-No Draco, estoy aquí, contigo, recuerdas para siempre juntos?- le dijo ella acariciando su pelo para tranquilizarlo.- Siento haberte dicho todo eso.

-Da igual, de todas formas tenías razón.- dijo el platinado mientras cerraba sus ojos pues no quería seguir vivo en ese momento.

Acababa de hacer el ridículo delante de toda la escuela, que iba a hacer ahora?
-No, no la tenía... Draco no te cambiaria por nada ni nadie.- dijo ahora mirándolo.

-Eso... me hace sentir mejor.- dijo el abriendo un ojo para mirarla.- Aún así, seré el hazmerreír durante mucho tiempo.

-Eso da igual, nos tienes a mi... a Blaise quien se ridiculiza constantemente, a Pansy, Theo... eso es lo que importa. No estás solo.- dijo ella con una sonrisa.

-Como haces para animarme tanto?- preguntó el mientras se sentaba en la cama a su lado.
-Supongo que ese es mi don.- dijo ella riendo.- No lo sé, realmente solo te estoy diciendo lo que pienso.

Draco pasó su vista a los ojos de la chica que posaban en el con atención. La miró pero de una manera distinta a las demás, una mirada que la seguiría allá donde fuera, la que la buscaba cuando se alejaba. No quería perderla.

Empezó a bajarla, viendo cómo los labios de la chica estaban entreabiertos y en el momento en el que se acercó a ella, Aria lo abrazó cortando todo tipo de conexión que hubieran tenido.

-Por favor, dime que no volveremos a pelear.- dijo ella.- Odio cuando te pones en plan, padre sobre protector y celoso.

Draco entrecerró los ojos.
-Yo no me pongo así.- dijo haciendo que Aria levantara la ceja.- Bien, no discutiremos más.

Podrán cumplir la promesa? Pero lo más importante, por que el platinado se sentía así con ella?