two ways (Draco Malfoy)

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Vacaciones de navidad, era una gran noticia para el platinado cuando recibió una carta de su madre diciéndole que pasarían las navidades en casa. Lo que significaba que Aria también estaría allí.

Salió de su cuarto y se dirigió hacia el gran comedor, sentándose al lado de Blaise.
-Y...chicos, que haréis estas navidades?- preguntó el moreno.

-Nosotros nos quedamos.- dijeron Crabbe y Goyle a la vez.
-Yo me voy a pasar las navidades con mi familia en la mansión de mi tío.- dijo Pansy sin importancia.- Supongo que tú irás con tu madre de viaje, de nuevo.- siguió hablando mientras miraba a Blaise.

-Estás en lo correcto. Mi madre me prometió que iríamos a no se donde del mundo muggle.- dijo encogiéndose de hombros.- Y que hay de ti Malfoy?

-Iré a casa.- dijo mientras jugaba con su comida, pero en lo que pudieron fijarse sus amigos era que estaba más contento de lo normal.

-Y lo pasareis los tres solos? No es un poco aburrido?- siguió insistiendo el moreno pues quería saber que ocultaba.

Draco lo miró con la ceja levantada.
-Y que si lo pasamos los tres juntos? Además... para tu información, vendrán invitados.- dijo volviendo a mostrar la pequeña sonrisa que había llevado durante todo el día.

Sospechoso, pensaron tanto Blaise como Pansy que se miraron sin entender nada.

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Sandy se asustó al ver su amiga gritar de emoción. Aria tenía una carta en la mano y saltaba de alegría.

-Aria, te encuentras bien?- preguntó un tanto confundida.
-Es una carta! De mis padres!- dijo más contenta aún,

-Y eso es emocionante por que...- empezó la castaña para que Aria terminara la frase.
-Por qué pasaré las vacaciones de navidad en...casa de unos amigos.- dijo la chica volviendo a su postura de siempre.

Sandy la miró como si quisiera leerle la mente, le parecía muy sospechoso que estuviera tan emocionada.
-Entonces, esos amigos...- dijo.- Que les pasa a esos amigos?

-Nada.- dijo inmediatamente.- Voy a preparar mis cosas.- dijo con una pequeña sonrisa.

Se levantó pero al hacerlo, se chocó con Aurore.
-Fíjate por donde vas.- le espero la niña.

Aria, en vez de contestarle la ignoró y siguió su camino con la carta en la mano.
-Sin duda le pasa algo.- dijo Sandy mirando como la chica desparecía por las puertas.

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El tren de Hogwarts llegó y Draco buscó a sus padres esperándolo.

En la estación solo se encontraba su madre con una sonrisa.
-Que tal has estado Draco?- preguntó abrazándolo.

-Bien madre.- respondió con una pequeña sonrisa. No quería mencionarle que se moría de ganas de ver a Aria.- Podemos ir a casa?

Cuando llegaron, el platinado se dio cuenta de que aún la familia Monnier ni había llegado. Sin embargo su padre si que los esperaba en la puerta.
-Draco.- le saludó su padre.

-Hola padre.- dijo el chico con un poco de frialdad.- Iré a mi habitación.
-Bien.- respondió Lucius de la misma manera.

El platinado subió y cuando llegó a su cuarto cerró la puerta. Estaba cansado así que se estiró en su cama y pudo quedarse dormido en menos de cinco minutos.

No pasó ni una hora cuando la puerta se abrió dejando ver a una niña con una sonrisa en el rostro.

Ver a Draco dormir sin duda era muy gracioso para Aria, además de parecerle adorable.

No lo pensó y se tiró encima de él asustándolo.
-Adivina quien ha venido a verte!- dijo la chica riendo.

Draco aún estaba medio dormido pero cuando escuchó la voz de su amiga sonrió.
-Hola Ari, que tal has estado?- preguntó con sueño.

-No me ves en meses y solo me preguntas como he estado? Dame un abrazo al menos!- dijo la
chica abrazándolo sin importar que el platinado quisiera separarse.- Te he extrañado.

Draco la miró.
-Si...puede que yo también.- dijo con indiferencia a lo que la chica rodó los ojos.- Es broma, yo también te he extrañado.

-Y cuéntame, que tal es todo en Hogwarts?- preguntó Aria sentándose como un indio.

Si algo había que le gustara a Draco era ser el centro de atención. Le gustaba hablar de él.

Y así pasaron toda la tarde escuchando todos los detalles que habían pasado.
-Entonces...has hablado con Harry Potter?

La cara de Draco cambió totalmente a una fría y sin expresión, que fue notada por la chica que lo miraba con curiosidad.
-Potter?- bufó y rodó los ojos.- No es nada del otro mundo, así que no pienses que es genial o algo parecido.

Aria evitó reír ante los comentarios que hacía su amigo de el niño que vivió. No entendía que tan malo podía ser...antes de ir a Hogwarts, Draco y ella admiraban mucho a Harry.

-Entonces sois...enemigos.- dijo asimilando la información a lo que Draco asintió.- Lo que significa...
-Que si en algún momento lo conoces no puedes ser su amigo.- dijo un tanto celoso.

Celoso? A Draco le hervía la sangre de pensar que Aria pudiese ser amigo de Harry Potter.
-Oh, pero a mi no me ha hecho nada...no puedo odiarlo.- dijo la chica intentando molestar a Draco.

-Bien.- respondió este.- Véte con tu amiguito Potter entonces.- dijo cruzándose de brazos.

Aria miró a Draco con una sonrisa.
-Draco...- este no respondió.- Draco...- dijo abrazándolo pero este seguía ignorándolo.-Acaso estás celoso?

El platinado se apartó de ella ofendido.
-Yo? Celoso? Bobadas!- dijo finalmente saliendo de la habitación dejando a la chica sola.- Yo? Celoso? Es patético!

Aria negaba con la cabeza.
-Este chico no aprenderá nunca...- se dijo a sí misma para ir detrás de él.