two ways (Draco Malfoy)

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ꕥꕥꕥ

Las navidades habían pasado y los chicos debían seguir con el colegio así que no les quedaba otra que estudiar para los exámenes.

Aria en ese momento, tenía una prueba de defensa contra las artes oscuras, la asignatura que mejor se le daba, le encantaba.

Se dirigía hacia allí sin la compañía de Sandy pues está se había ido antes para estudiar las últimas cosas necesarias.

Mientras caminaba por los pasillos, la chica leía la última carta de su mejor amigo con una pequeña sonrisa.

La más idiota de las amigas llamada Aria,
Te informo que estas navidades en resumen han sido un horror sin ti. Espero que lo hayas pasado bien en tu casa, que suerte has tenido.

Por otra parte quería hablarte de las vacaciones de verano, he hablado con mi madre y me ha dicho que han hablado con tus padres para que me quede unos días en tu casa, increíble no?

El grandioso Draco Malfoy tendrá el honor de ir a tu casa... espero que tengas una pancarta cuando llegue.

Sobre mis notas como preguntarse la última vez, siguen siendo perfectas, es que soy muy listo como sabrás. Por lo que veo en tu academia son bastantes aburridos... creo que cuando nos volvamos a ver te tendré que enseñar a volver a divertirte.

Te extraño, y puede... que desee verte después de un año entero... vaya, si que ha pasado tiempo.

Atte. Tu mejor amigo y único, Draco <3

Una sonrisa llena de emoción apareció en su rostro y de repente mariposas empezaron a surgir en el estómago de la chica.

Lo que no sabía era que la estaban espiando. De repente sintió como le arrancaban la carta de las manos.
-Devuélvemela, ahora!- exigió la chica alterada y furiosa.

-Como has dicho? Que te la devuelva?- preguntó Aurore con una sonrisa.- Quítamela, o mejor, por que no la leemos delante de todos?

-No, devuélvemela ahora traidora!- dijo ella yendo hacia la chica peligrosamente y intentando tomar la carta pero Aurore no lo permitió.

Le tomó del pelo y se lo estiró haciendo que Aria cayera al suelo de golpe.

-Veamos... es que acaso tienes novio? Oh, que bonito... puesto que nadie querría salir contigo por lo penosa que eres.- dijo riéndose de ella.

Mucha gente que había ahí pasó por el lado pero no dijo nada y otra se quedaron pero para reírse de la chica que se encontraba en el suelo.

-Así que Draco Malfoy...- dijo ahora con celos.- Draco no sería amigo tuyo ni por nada del mundo! Eres una mentirosa y esta no es una carta para ti!- dijo furiosa.

Aurore, antes de que la echaran de la casa de campo, siempre había sentido sentimientos muy fuertes hacia el platinado que no le daba ni la hora.

-Alguien está celosa?- preguntó Aria con una sonrisa burlona.- Lee para quién es la carta y sabrás que Draco me escribe a mi.

Aurore no podía creerse que ellos siguieran siendo amigos, si antes Aria le caía mal, ahora la tenía tachada de por vida.

Se acercó a ella y le empezó a pegar patadas seguido de golpes que nadie paraba.

Aria no iba a dejar que alguien le pagara así que cuando tuvo la oportunidad de levantarse, lo hizo empujando lejos a la chica que aún tenía su carta.

La carta de Draco... no podía dejar que la rompiera o se la quedara. Esa carta era suya. Era un recuerdo que tendría del platinado.
-Ahora dame la carta.- dijo extendiendo la mano.

-Ni pensarlo.- dijo ella ahora con una sonrisa rompiéndola a pedazos.- Ups, ya no hay carta.

La chica vio cómo los pedacitos caían al suelo así que no dudó en sacar su varita y pronunciar "Anteoculatia!" haciendo que unos cuernos empezaran a brotar en la cabeza de la niña provocando gritos de su parte pues dolía mucho.

Aria empezó a recoger lo trocitos de la carta y volvió a mirar a Aurore que lloraba y gritaba mientras intentaba mirarse en algún lugar.

-Vuelves a quitarme una sola carta y los cuernos no te crecerán en la cabeza.- dijo pasando por su lado chocando su hombro con el de ella.

Cuando llegó a su cuarto, tomó todos los trozos y empezó a juntarlos para volver a tener la carta de su amigo. No podía perderla por nada del mundo.

No pasaron ni diez minutos cuando en su cuarto, aparecieron la profesora jefe de su casa y la directora, Madame Olympe Maxime junto con Aurore que aún lloraba.

-Oh, vienes a buscar algo para sonarte los mocos? Por qué no pruebas la basura?- le dijo la chica con una sonrisa burlona.

-Mademoiselle Monnier! Je ne cautionnerai pas ce type de comportement dans mes universitaires. Pour cette raison, elle est expulsée pendant ce cours et heureusement ses notes sont suffisamment élevées pour qu'elle réussisse le cours! Vous êtes prévenu.- { Señorita Monnier! No consentiré este tipo de comportamientos en mi académia. Por ese motivo, queda expulsada durante este curso y suerte que sus notas son lo suficientes altas para que pase de curso! Queda advertida.}- le dijo a lo que Aria abrió los ojos.

-No puede hacerme esto, ella empezó!- dijo señalándola.- No puede expulsarme ahora!
-Aria, creo que la directora ha dejado claro que estas expulsada.- le dijo Annie, su jefa de casa.

-No es justo, ella me había pegado primero, ella me había quitado la carta.- dijo mirando a la chica que lloraba por los cuernos.

-Assez! Ses parents viendront la chercher dès que possible, emballeront ses affaires.- { Suficiente, sus padres la vendran a recoger en cuanto antes, empaque sus cosas.}- acabó la directora la conversación dejándola sola.

Aria cerró sus puños y empezó a pensar en cosas felices, solo cosas felices y bonitas.

Tomó su cojín y se lo llevó a su cara para gritar con todas sus fuerzas. No aguantaba a Aurore y podía jurar que la mataría en ese instante.

-No puede ser.- dijo al ver que sus padres le castigarían como nunca.- Estoy muerta, estoy muerta... me van a matar y no podré comer mas helado en mi vida por qué estaré muerta...

La que le esperaba a Aria no sería nada comparado a lo que diría Lucius a Draco cuando se entere de que ya no tenía elfo doméstico. Dobby había sido liberado por el mismo Harry Potter.

Simplemente genial.