Ice Secret's

XX

(...) Ojos azules como el Atlántico y en ellos se hunden todos los males como si fueran el Titanic (...)

Aster Kavanaghan

9:15 AM del lunes

Pateaba el balón con fuerza haciéndolo llegar al otro extremo de la cancha, estaba cansado pero igual debía poner todo mi esfuerzo por ese Campeonato, que aunque no me iba a solucionar ningún problema, de alguna forma ya me había compenetrado con esa meta y le había puesto mucha dedicación.

Mi corazón latía con rapidez y la hierba húmeda hacía fricción con mis tennis. Apenas la mañana comenzaba y hoy sería un día bastante agotador, así que me preparaba para poder soportarlo.

No había tenido tiempo de comer nada, solicité un descanso y fui a la cafetería del campamento en busca de alguna bebida hidratante para por lo menos sostenerme hasta la hora de merienda o almuerzo.

No había visto más a Heaven desde que salí de la cabaña, la verdad no quería verla. Aunque estaba un poco preocupado por su estado.

Por otra parte mi cabeza estaba tan centrada en cosas que debería yá empezar a hacer que no me daba chance a pensar más allá que eso.

Reviso mi celular y me doy cuenta que no tengo ninguna llamada ni mensaje de vuelta, me preocupaba pero no me dediqué a pensarlo mucho.

Cuando alzaba mi visita en la cafetería podía verse el frondoso bosque donde se hacían las fiestas a ocultas y por ende donde se había visto por última vez a Oscar.

Aún estaban las cintas amarillas en esa zona, las cuales no se respetaron anoche. Al mundo se le olvidó de un día para otro que un compañero había desaparecido....

¿Motivos? Eran incapaces de encontrarlos...

Como mismo Oscar desapareció una noche sin más, pueden seguir desapareciendo personas de este lugar.

¿Qué habrá más allá de ese bosque? No lo sabíamos con exactitud. Posiblemente un enredado de pinos altos que impiden una buena vista, un poco de niebla y si seguimos el camino correcto era lo más probable que nos llevara a una carretera cercana.

Tenía curiosidad por saber si mis suposiciones eran certeras.

{ la curiosidad es ese elemento clave que nos hace aprender algo de una manera buena o siniestra y peligrosa ; pero por una extraña casualidad el ser humano siempre le gusta sentir esa pizca de "curiosidad" Y busca intensamente la manera de encontrar respuestas a la misma}

Como lo haría yo justamente en estos momentos. Dejé sobre la mesa la bebida y le sonreí amablemente a la empleada que estaba cargo.

Camino mirando para los lados, no quiero que me atrapen y me impongan un castigo.

Rozo las cintas amarillas con mi cabeza pero logro pasarlas encorvando mi cuerpo, casi arrastrándome.

Siento una frialdad que cala de momento mi piel. El bosque es posible que tenga un microclima, la niebla cubre gran parte de los rincones. Su humedad era relativa y el suelo áspero.

Me adentro poco a poco. Saco la navaja que llevo siempre en mis jeans de deporte para cortar algunas vendas que hago en mis manos y pies. Comienzo a marcar los árboles para poder adentrarme con la conciencia de que sabré volver.

Me muevo ya con confianza, perdiendo el ritmo y la idea de lo que queda atrás. La niebla me hacía perder conciencia de donde estaba pero podía notar el rastro que había dejado en cada pino.

Observo atrás y noto que solo puedo ver hileras de pinos, había caminado bastante, diría yo que unos 500 metros hacía dentro y solo podía ver lo que antes era ya notable.