VII

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Mis pies apenas podían dar un paso. Podía sentir los latidos en mis oídos.

—¿Debo repetirtelo? —el tono de su voz comienza a elevarse con el pasar de las palabras.

Vamos Heaven no seas cobarde. Has hecho cosas peores que vacilar un cuchillo y decir falacias....lo has utilizado.

Volteo lentamente y me quedo estática, frente a frente. Sus ojos verdes intensos causaron una fuerte punzada en el estómago.

—¿Qué quieres? —cuestiono de una manera borde. Veo como tensa su mandíbula y enmarca las cejas en forma de confusión.

—Eso te pregunto yo, pelirroja acosadora.

—¿Cómo acabas de llamarme? —suelta una carcajada. Vale nos estamos desviando del tema principal. Me estaba vacilando.

—Pelirroja acosadora. ¿No te suena a algo?

—No la verdad ¿De qué carajos hablas? —ya mis humos estaban comenzando a salir.

—Esa boquita mira que es mal educada —coloca un dedo sobre mis labios y aparto su mano lo antes posible.

—No me vuelvas a tocar. ¿Te queda claro? Ahora dime ¿qué hacías en esa cabaña con...eso? —me acerco peligrosamente a él esperando una respuesta coherente, aunque, para ser sincera, alguien que sostiene un cuchillo y dice eso no espero que sea coherente.

—¿A qué te refieres con "eso"? ¿Hablas de esto? —saca el cuchillo del bolsillo trasero de sus jeans negros.

Trato de reprimir mis nervios y mis ganas de salir corriendo. Este tío estaba loco.

—Anja, sí, eso —señalo al pérfilo.

—Pués me parece que es algo que a ti no te importa —da un giro de 360 grados, esa actitud vacilante desaparece y vuelve a ser el chico que ví por primera vez en la azotea. Con esos aires peligrosos, ese mal carácter y esa oscuridad que emanaba su rostro. Sus ojos ya no eran alegres y sus facciones cambiaban completamente. Él era el claro personaje de un asesino en serie irrumpiendo en un pueblo.

—¿Qué es lo que sabes? ¿Por qué tienes un cuchillo aquí? —trato de poner cara de preocupada y desentendida como si me preocupara el bienestar de todos aquí— ¿Eres un asesino que se hace pasar por estudiante para matar a todos lentamente? —sigo manteniendo ese tono preocupado.

—¿Quién sabe? ¿Quieres ser la primera? —da otro paso, cada vez el espacio era más pequeño y mis miedos más grandes—  ¿Puedo cumplir ese deseo si quieres? —debo admitir dos cosas, tenía el corazón en la boca y sus ojos eran aún más sexys con ese tono sangriento.

—¿No dices nada? —eleva una ceja.

—Sí,  estás completamente loco —me doy la vuelta para irme pero agarra mi muñeca y me vira.

—Eres demasiado buena mintiendo Heaven  —como si no pudiera estar más nerviosa por favor.

—No entiendo de que hablas —trato de sonar convencida de mis argumentos.

—¡Oh vamos Heaven! —sonaba molesto—  Ve a mentirle a todo LongBeach, a mí, no me puedes mentir —ya estaba llegando a un límite dónde me molestaba ¿Quién se creía?

—Por segunda vez, no sé de que carajos hablas. Vete a tomar por culo, tú, tu cuchillo de cortar carne de cerdo y tus acusaciones —estaba armada de valor. Me voy caminando con rabia dejándolo atrás.

Llego a mi cuarto exaltada y tomo mi celular. Llamo a mi padre y este se demora en responder. Cada timbre era un sonido retumbante en mi interior.

-hola princesa- al fin responde, con esa amabilidad y ese amor tan falso.

-papá tenemos un problema- digo de un tirón.

-¿Qué clase de problema?

-Creo que lo sabe todo- hablaba sin aliento.

-¿Quién sabe todo?- cierto heaven ¿Quién?

-pues el chicos nuevo de la escuela. Creo que lo sabe todo papá- estaba desesperada. Caminaba de un lado a otro.

-¿Qué es ese "todo" que sabe?

-pues papá todo lo tuyo- respondo con obviedad.

-¿Te refieres al chiquillo aquel que te acompañó hasta la casa? - me quedo paralizada ¿De qué hablaba mi padre? Hice memoria, pero estaba segura de que nadie había ido conmigo. Nadie sabía donde vivía, excepto Biller.

-pues no se de quien hablas padre.

-aquel muchacho alto. El pelo ocultaba gran parte de su cara así que no te puedo decir con exactitud. Los jóvenes y sus modas absurdas- sonaba estresado.

-papá...nadie vino a casa conmigo- digo en un tono bajo.

-ese capullo te siguió. No sé que harás Heaven pero trata de que nada salga a la luz. Yo caigo y tú caes ¿O se te olvidó tu fortuito romance con el cadáver?- expresa en un tono de burla.

-¡no le llames así!- odiaba sus burlas hacia él.
-¡¿Me puedes decir qué carajos quieres que haga?!

-no sé que harás. Ingéniatelas. Acuéstate con él, enamoralo...¡Sí, eso! Mentir se te da bien ¿O no Heaven? Porque a mí me parece que eres excelente impostora- cuelgo la llamada y pego un grito. Necesitaba descargar todo ese enojo que tenía. No tenía apoyo de él para nada. Al parecer el único plan de mi padre era que me cogiera a todos para salvar su culo.

Aunque Aster y mi padre, en algo tenían razón.....era la mejor impostora.

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Ice Secret's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora