XXIII

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La respuesta a todas la interrogantes no las tenía, pero ya era hora de que me levantara de esta cama. Aster no estaba desde que había abierto mis ojos. Era claro de que se había ido antes por cualquier chorrada...

Por evitarme por ejemplo.

Pero me daba igual.

Me acerco en busca de mi ropa y me doy cuenta que no está.

-maldito

Abro la puerta para salir de la cabaña en box y una camisa ancha. Todos alrededor se me quedan mirando pero no tengo tiempo para fijarme en eso.

Camino en dirección a mi cabaña con el enojo en los cielos. Pensar tanto me había dejado de mal humor

-Algo muy normal en mí-

Hoy, justamente hoy , el día que iba en boxer y pulover era el día que más estudiantes estaban cerca de las cabañas. Todo lo malo le tiene que pasar a este ser, en fin a mí.

—Sigue siendo una zorra deseada por todos —escucho las mierdas que hablan a mis espaldas.

No puedo evitar voltearme mientras me hago una coleta y le sonrío al corillo de seis chicos y dos chicas que estaban frente a la cabaña 306.

—¿Nunca has visto un cuerpo con escasa ropa? —indago con una sonrisa cínica, se viene la tormenta.

—Estoy más acostumbrado a verte a tí saliendo de habitaciones de chicos  —auch auch auch , si que sabe tocar las narices.

—Y en ninguna de las ocaciones ha sido la tuya ¿Es eso lo que te lastima? —pongo cara de aflicción. El punto débil del hombre era su maldito ego. La mayoría de los hombres son unos acomplejados tras la máscara de "soy el súper machito" Resulta que las mujeres son más propensas a sentirse inferiores por su físico mientras que son muy lindas en cambio los hombres están llenos de complejos guardados en una caja que dice "soy la octava maravilla"

Se queda perplejo sin soltar una palabra. Este instituto era un corral de drogadictos ocultos, zorras envidiosas y sobre todo fanfarrones que emputaban en ocaciones.

—Bueno me retiro —hago una reverencia y sigo caminando hacia mi cabaña.

......

Iba rápido hacia el campus de porristas y a lo lejos pude notar a Aster como salía dentro del bosque.

¿Qué hace?

Sé el peligro que significaba su presencia por ese sitio. Habermelo follado no me ablandó el corazón, pero tampoco quería problemas.

Me escondo detrás del muro cerca de la cafetería para que no me viera. Camina hasta llegar al grupillo de chicos  y las carcajadas se sienten desde aquí.

Salgo disimuladamente detrás del muro y vuelvo a mis planes.

-tengo hoy cosas por hacer (...) Ir a ver a papá , ya se había agregado a la lista-

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—Señor , la mercancía continúa desviándose. Hemos hecho todo lo posible por seguir el rastro, pero lo hemos perdido.

Volteo a ver al hombre desganado a mis espaldas. Inhalo el tabaco y dejo escapar la bocanada de humo, la habitación se impregna de un olor exquisito.

—Es la octava vez en el mes. Es imposible que una persona sepa los pasos de la mercancía, hemos cambiado su distribución las ocho veces. Eso solo me da a entender de que hay un infiltrado —camino lentamente. Tomo paciencia, porque sé que la necesito—  Reúna a todos mis hombres en el puesto de mando.

Ice Secret's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora