EXTRA 2

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Aster Kavanaghan.

Hey, soy Aster Kavanaghan y adivinen qué, come back.

La muerte de Ice me había dejado quebrado. Pasé meses en cama, sin poder recuperarme ni siquiera a un 40 por ciento de lo que debería. El tiempo pasaba lento y la chica busca problemas no salía de mi cabeza. Busqué mil soluciones para olvidarla, para olvidar mi soledad. Mujeres, ciento de mujeres no pudieron tapar la herida.
Hace un año  comencé a reponerme. Me creé una rutina que no implicara pensar en mi hermana ni en Heaven. Trabajaba demasiado, 16 horas al día, comenzaba a las seis de la madrugada y termina a las nueve de la noche. Aunque era un trabajo no tan legal, me enfoqué en su crecimiento desmesurado y comencé a montar hoteles. Exacto , un mafioso con una línea de hoteles rusos. Al fin y al cabo mi pasado no había quedado totalmente enterrado.

Pero no todo va bien, la busqué, la busqué durante mucho tiempo. Solo necesitaba verla una vez más, o eso creía. Descubrí que estaba en Australia y que le iba bien. Tenía gente que la vigilaba sin que ella supiera, sus propios empleados también eran mis empleados. No sabía que sentía por mí, quizás hasta me había olvidado, lo que sí estaba seguro era de que desde nuestro adiós nunca hubo otro hombre que moviera su suelo. Eso en cierta parte me ponía feliz ¿Qué coño? Feliz era poco. Me ponía eufórico.

Deseaba algún día verla y abrazarla, tratar de arreglar algo inexistente. Y ahí estaba yo, como un ratón de laboratorio, siguiéndola, viéndola en secreto. Apareció alguien dispuesto a amarme tal y como era y lo intenté, pero nada sirvió para olvidarla o al menos no lo suficiente.

No perdí el contacto con Lucas, Jorge, Marcus y el resto del equipo de fútbol. De hecho nos veíamos en los veranos , preparábamos viajes en conjunto. Esta vez me invitaron a un plan secreto que crearon Lucas y Jorge, creo que era por el cumpleaños de Biller; sí señores, estos tienen un lindo triángulo de amor ¿Afortunados no?

Moví cielo y tierra por vengar la muerte de mi hermana hasta conseguirlo. Cayó uno por uno que buscó su daño. Herí sin pensar dos veces a sabiendas de que el daño se lo había buscado Ice. Investigué quien realmente fue mi hermana y me quedé sorprendido. Aunque no podía quejarme demasiado, todos tenemos secretos.

Ahora me encontraba en una cama, desnudo , pensando incansablemente en las vueltas que dió mi vida en este tiempo.
Se alumbra la pantalla de mi móvil y leo detenidamente el mensaje que refleja.
Signos de sopresa y perversión marcan mi rostro. Vaya que era obvio que estaba teniendo justo ahora un orgasmo de emociones.

Torrecelli:

Heaven tomará mañana un vuelo para Long Beach. A las 6 AM.

Mi cerebro desprende cierta descarga eléctrica por todo mi estómago y mis músculos se tensan. Hasta que recibo un segundo mensaje.

Lucas:

¿Listo para la fiesta?

Damas y caballeros, se llama destino. O eso creo.

Dejo mi teléfono a un lado y cambio mi cara de niño en un cumpleaños. Veo la figura de Mía saliendo del cuarto de baño. Su piel pálida y desnuda serían el deseo intenso de todo hombre, pero ella no se dejaba amar porque lamentablemente se enamoró de la persona menos indicada, de mí.

Después de pasarme la noche averiguando y jugando mis cartas para coincidir exactamente con la pequeña pero linda pelirroja en aquel aeropuerto de Long Beach decidí dormir. En vez de mafioso debería ser el protagonista principal de la serie de You, sería una gran interpretación.

 

Mi estómago se apretujó al verla de lejos. Tan pura y cambiada, su cara de niña inocente y su delgado cuerpo. Llevaba maletas y más maletas, hay cosas que no cambian. Tenía sobre ella una pequeña jaula. Dentro llevaba un animalillo que no pude identificar bien.

Estaba nervioso pero no permitiría que el tiempo siguiera pasando, no quería acecharla más desde las sombras.

Caminé firme aunque mi corazón estaba muy agitado y al estar cerca de su presencia , mi mente se nubló y borró toda clase de registro inteligente en mi cuerpo. Solo me hizo recordar aquel momento, aquella noche y sus típicas palabras. Las tomé y las mordeé a mi antojo:

—Pelirroja, el fuego y la gasolina se encuentran —mojé mis labios al observar lujuriosamente los suyos— Huele a explosión...

Su mirada se incendió.

Su mirada se incendió

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