XXVI

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Narra Aster:

Estaba como un maldito loco, el corazón me palpitaba demasiado rápido y el bombardeo en mi sien me aturdía.

Trataba de respirar y controlar mi ira desmesurada.

¿Cómo puedo ser tan vulnerable ante esto?

El tik tok tik tok del segundero del reloj me inquietaba. Todo a mi alrededor comenzaba a adquirir dimensión.

Caminé como fiera hacia el espejo y me miré, miré mi reflejo. Dominado y poseído por la rabia. Parecía un monstruo , una bestia.

Las venas se marcaban por mis manos y cuello. Y mis cachetes rojos de la furia resaltaban.

Siento las carcajadas de mis dos compañeros y al instante huelo "problemas"

Lucas y Jorge venían despavoridos como si nada, era normal, ninguno había visto mi escena.

Pienso rápido en salir de la habitación para no encontrarlos, un solo comentario o que me tocaran demasiado sería el detonante perfecto para que rodaran cabezas.

Aturdido, tratando de huir y para colmo , siento el chirrido de mi tono de llamada...

Era ella 

El corazón en la garganta no impidió que con desespero agarrara el teléfono. Se quedó callada por un segundo para luego soltar la bomba.

—El plan está en marcha.

Sin dejarme hablar , colgó la llamada al instante.

Tengo que salir de este maldito campamento , en un abrir y cerrar de ojos, este lugar se puede convertir en una carnicería.

Volteo a mirar el póster de la pared y noto que faltan nada más ni nada menos que 4 días.

—¿Estás bien? —una mano se posa en mi hombro y por instinto la aparto de un trancazo—  Hey, hey hombre tranquilo ¿Qué te pasa? —Lucas trata de ser lo más tranquilo conmigo, y aún yo sabiendo que es el rey de las peleas , metí el dedo en la llaga.

—¿A tí que te importa?

Sus cejas se elevan a un arco de asombro.

—¿Qué mierdas te pasa Aster? —se comienza a acercar a mí. Odio la cercanía que los hombres imponen a la hora de buscar pelea.

—Apártate, no estoy de buen humor Lucas —le paso por al lado dándole un empujón que nos lleva al lado agresivo.

Jorge se mete entre los dos buscando como parar lo que había comenzado.
Yo lo busqué, tengo la necesidad de sacar lo que llevo dentro.

—Basta ya —nos empuja a ambos.

—Mejor me voy —dicto y salgo de la cabaña en busca de aire fresco.



La brisa nocturna acariciaba el bosque. Pensaba en todo y aunque quería que fuera imposible de pasar solo quedaban exactamente  96 horas.

¿Qué será de Heaven en esas 96 horas? Supongo que la dejaré en paz.

Volvería a casa.

Veo las luces de un coche reflejarse entre algunos arbustos, era posible, había una carretera cerca pero, lo que no era común era el hecho de que esa carretera ya casi no era transitada.

¿Qué será?

Me levanto silencioso , en busca de una respuesta, la única que obtengo es a una pelirroja con su amiga la ratona literaria, caminando como si tuvieran problemas en los pies.

Heaven se ríe escandalosamente y Biller le tapa la boca. Ambas llevan una botella de licor en la mano. Era sorprendente verlas hasta lo último de sustancias.

—¿Sabes qué? Es un cerdo, me da igual , me da igual —dice entre risas la pelirroja.

—Eso tía, además ¿Solo te complica no? —Biller se quita los tacones.

Las escucho con total atención.

—Además, habrán millones que follen mejor que él —Heaven asegura tomando un sorbo de la botella.

¡ IMPOSIBLE! MENUDA FALACIA. No vas a encontrar a alguien como yo. Será zorra.

Cálmate Aster, está borracha.

—Bueno, pero es que él —se ríe pícaramente.

—¡HEY! HAY MÁS , HAY MÁS CHICOS   —grita despavorida la reina de los amoríos .

—Cierto, siempre perra Biller ¿Cómo me veo? —dice patéticamente.

—Te ves como para acostarte a dormir y quitarte esa borrachera de una vez   —digo en un murmuro .

Se van como todo un espectáculo hacia su cabaña. No puedo evitar sentirme molesto con el comentario ¿Cómo puede plantear que hay mejores que yo ?

En mi vida he escuchado cosas ridículas pero esa, esa ya era otro nivel.


En mi cama, las sábanas me acogen. Aunque estaba lo suficiente preocupado por la llamada e indignado por culpa de la pelos de fuego, los ojos se me cerraban solos.




La mañana había comenzado con unos buenos gritos por parte del entrenador , no nos dejaría tranquilos hasta que no cumplieramos con el entrenamiento a la perfección.

Por lo menos el día no se encontraba ni muy caluroso, ni muy frío. Se puede decir que el sol nos calentaba y la brisa nos refrescaba, ese era el clase de clima.

Al almuerzo corrí a la cafetería, fui el primero posiblemente en llegar. Después de horas corriendo en aquel campus , mi estómago pedía un SOS.

Ordeno mi cabello y observo mi comida con total entusiasmo.

Cuando estoy a punto de meter la cucharada en mi boca, siento como se sienta al frente mío, la persona que posiblemente esté poniendo en riesgo mi estabilidad y mis planes.

La observo callado y recuerdo todo lo sucedido ayer, no puedo evitar sentir ira nuevamente pero recuerdo lo linda que se veía borracha y BOOM borrón , reiniciando Windows.

—¿Qué quieres? —trato de parecer lo más distante y cortante posible, con suerte se iría de mi lado.

—Hablar, quiero que hablemos —esto no me lo esperaba.

—Hablar, quiero que hablemos —esto no me lo esperaba

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Ice Secret's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora