Como si la vida no fuera lo suficientemente vengativa ahí estaba yo, con la cabeza a punto de explotar de tanto pensar. Me había aburrido ya de la misma historia del misterio.Yo...solo quiero cumplir y acabar con lo que tenía que hacer acá.—¡Hey Aster! ¿Qué esperas? Diez vueltas al Campus, trote rápido —ordena Marcus. El capitán del equipo de fútbol, un rubio de metro noventa, cortés tío pero perder no era lo suyo.
El campamento no me ha servido de absolutamente nada, no he logrado nada. Será hora de que me ponga pilas si quiero llegar a tiempo para su cumpleaños ¿¡Joder que día es hoy!?
Saco mi teléfono con desespero. Torpemente miro el calendario y me he dado cuenta que ha pasado más de una semana que ella no me ha llamado. Una punzada da en mi pecho y corro a llamarla.
Cada timbre era un pitillo que atravesaba mis oídos y me inquietaba.
—Vamos nena responde —rezo en lo bajo. Ansioso de ver su rostro con vida y su sonrisa que tanto me da fuerza.
De repente coge la llamada y veo su pálida piel.
—Gracias a dios —suelto una bocanada y la presión se libera en mis pulmones contraídos.
—Pensé que te habías olvidado de mi existencia —se burla ágilmente de mí. Sabe demasiado de mis miedos.
La observo con una cara de pocos amigos, como si estuviera enfadado, de hecho...lo estaba.
—¿Por qué diablos no me has llamado? —suelto a regañadientes.
—Tú tampoco lo has hecho —defiende.
—гнев. это безответственно —le escupo de mala manera
—Астер, не обвиняйте меня в своей безответственности. Ты виноват —reprende. Y lo peor es que no es enojo, es que tiene toda la razón del mundo.
—сожалею —bajo mi rostro.
—¡¿Qué diablos hace?! Este tío es un idiota —escucho a lo lejos.
Volteo mi rostro y es el fanfarrón de Estefan. El imbécil del grupo. Cree que va por encima de todos y que está lo suficientemente bueno para que todos le hagan caso.
—Tengo que irme —le digo en un tono calmado, no quiero que se asuste. Aunque, sé que ella me conoce lo suficiente para saber la atrocidad que pasa por mi mente.
—No cometas locuras, se discreto Aster —sabe lo que dice, no lo hace por puro gusto.
—Sé lo que hago —cuelgo.
Guardo mi móvil en el bolsillo pero sentía aún esa voz ronca que tanto me irritaba.
—¿Cuál es tu jodido problema Estefan? —pregunto de mala manera mientras me acerco.
—¿Quieres saber cuál es mi problema? —provoca acercándose. Pobre chaval, te pido que no hagas eso. No quiero pasarme.
—Vamos chicos dejen eso —Marcus trata de calmar la tensión en el ambiente, pero para uno de los dos, la tensión ya está enrojeciendo su vista.
—¿Cómo que lo dejemos? ¿No ves que se pasa el puto tiempo vagando o hablando con esa idiota por el teléfono? —levanto mi cabeza de inmediato...tal vez la vista enrojecida ya es la mía— es un vago —continúa.
—¿Qué dijiste? —trato de respirar profundo. Vamos Aster recuerda :no cometas locuras, se discreto.
—Que eres un maldito vago —desafía. No sé porqué pero tenía unas ganas inmensas desde hace tiempo de dejarles lindas marcas en la cara para que le quedara en claro unas cuantas cosillas.
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Ice Secret's
Bí ẩn / Giật gânᴛᴇɴíᴀ ᴄʟᴀʀᴏ ᴇʟ ᴊᴜᴇɢᴏ, ʟᴀ ᴇsᴛʀᴀᴛᴇɢɪᴀ, ʟᴀ ᴍᴇɴᴛɪʀᴀ, ʟᴀ ᴍᴀɴɪᴘᴜʟᴀᴄɪóɴ ʏ ʟᴀ astuciᴀ...lᴏ ǫᴜᴇ ɴᴏ ᴛᴜᴠᴇ eɴ ᴄᴜᴇɴᴛᴀ ғᴜᴇ "𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙭𝙞𝙨𝙩í𝙖𝙣 𝙢𝙚𝙟𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙟𝙪𝙜𝙖𝙙𝙤𝙧𝙚𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙤" ᴘᴇʀᴏ ᴇʟ JUEGO ᴀᴘᴇɴᴀs ...