III

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[Lunes, 21:00 AM]

Apenas podía cargar mi maleta hacia la habitación que me habían asignado. Biller iba detrás de mí, no sé como pero se las ingenió para convencer al decano con que nos dejara compartir habitación.
Eso en el fondo me dejaba más tranquila, el último curso había compartido habitación con una chica que se postulaba a monja, solo sabía leer el sagrado testamento todas las noches. No es que estuviera mal, pero llegó el momento en que me enojaba que fuera TODAS LAS PUTAS NOCHES. Tuve que contener esas ganas de ahorcarla con el mismo Rosario.

—Me pillo la cama derecha —corre con emoción. Como si fuera una niña pequeña. Es que así era ella, tan enérgica y deslumbrante.

—Me da igual —mi tono asqueante y amargado se podía notar a cuadras. A veces ni yo me soportaba.

—¿Qué te ocurre? —se mostraba preocupada. Y de algo estaba segura, es que por más borde que fuera con Biller ella siempre tenía para mí una sonrisa y buenos tratos.

—Solo tengo mi cabeza ocupada en otras cosas —suavicé el tono.

—Vale —esbozó una sonrisa genuina.

...

Las clases eran agotadoras y cansinas, aunque...para ser sincera no le prestaba atención a ninguna.

El día era un aburrimiento. Estaba tirada en el campus de la escuela observando como las nubes pasaban lentamente y ya oscurecía.

Pensaba en mi hermano y que si no hubiera muerto hubiéramos huido. Bien lejos de esta familia, para poder hacer nuestras vidas. Mi hermano era la única figura que me apoyaba.

Siento el crujir de un arbusto y me levanto del césped.

—¿Quien está ahí? —pregunto en voz alta.
—Vale no tengo tiempo para chorradas ¿Quién está ahí? —una figura oscura pasa a mi lado y volteo pero no consigo ver nada.
—Más te vale que salgas de una maldita vez —ya estaba comenzando a molestarme.

Me acerco adentrándome en los arbustos. Ya estaba lo suficientemente oscuro como para ver nítidamente.

—¡Booo! —doy un brinco y volteo enfadada.

—Eres un maldito idiota Mike —lo empujo para que se aparte de mí.

—Ya veo que el verano no te sirvió para nada más que no haya sido que crezcan tus pechos porque el mal carácter sigue siendo igual. Aún así conservas esa aura tan linda y angelical —sonríe

Ahí estaba el Mike de siempre, tan baboso y grosero. Sin una pizca de humanidad ni caballerosidad.

—Lástima que no pueda decir lo mismo, tu eres más retrasado que antes. En algo has cambiado —finjo una sonrisa.

Noto como se ríe y me mira esperando a ver que se le ocurre para su próximo ataque.

—Te ví hablando con el nuevo —su cara era un retrato indescriptible. De algo si estaba segura, no le agradaba tanto la idea.

—Unju ¿Y?  —lo grosera seguía brotando en mí.

—Nada, ya veo que lo tuyo es ir de polla en polla.

Vale esto ya sobrepasaba los límites. Me acerco  de manera peligrosa hasta quedar en su oído.

—No soy tan cerda como tú, que me haya acostado contigo esa noche no quiere decir que deba darte explicaciones. Déjame decirte que cuando una mujer "brinca de polla en polla" como dices es porque lo que probó antes le pareció pequeño e insatisfactorio.

Sigo caminando, quitándole la oportunidad de responderme.

Mike era un estúpido y un borde pero yo era más borde que él, si me lo proponía. No sé ni para que se atrevía a provocarme.

Ice Secret's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora