XXIV

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—Las cosas se están enredando papá y tú me ocultas cosas.

—Vamos pequeña, podemos con esto y más —como siempre fingiendo una sonrisa.

Volteo para irme del lugar, no había conseguido saber más de Aster hasta que veo un pizarrón con su foto y un encabezado de "sospechoso"  en el despacho de mi padre. No indagué, sabía que no obtendría respuesta alguna.

Mi padre miente, lo noto en sus ojos y Aster también lo hace. La opción de jugar para mi padre ya no era válida para mí. Necesito armar mi propio plan para descubrir lo que estos se traman.

De vuelta al campamento me encontré con el " esconde secretos "

—Hey pelirroja ¿De dónde vienes? —estaba sudado aún , con la misma ropa de deporte.

—De donde mismo venías tú en el medio día —le sonrío al soltar la respuesta perfecta. Su rostro cambia al instante.

¿Qué se siente que te descubran Aster?

—Oh , no sabía que las mujeres orinaban también en el bosque —hace un mal chiste para fingir no haber descubierto el escondite de mi padre.

—Sí , sí lo hacemos cuando es urgente  —fingí como una rata de alcantarilla. Obviamente no se creyó mi reacción como yo no me creí que lo que hacía en el bosque eran sus necesidades fisiológicas.

El ambiente estaba tenso entre nosotros. Era algo oscuro y poco sano. Su mirada era salvaje, al parecer le gustaba esa adrenalina con un toque de tensión entre nosotros. Siendo sinceros...a mí también me gustaba.

Era retorcido tener a un falsante delante que puede estar haciendo el plan perfecto para dañarte y exponer tus secretos y aún así sentir la necesidad de besarle y repetir lo de anoche.

Así era de retorcida.

—Y bueno.... —se fue acercando y yo no di ni un solo paso en retroceso.

—Y nada...—lo miré provocativamente.

Sus músculos se tensaron y se fue acercando aún más. Él era una caja de sorpresa: miente, juega conmigo y con mi mente, controla la situación, sabe más de lo que aparente, me deja tirada en la mañana después de haberme follado y ahora pretende repetir la acción.

- incrédulo -

Le sonreí pasando la mano por la zona que comenzaba a marcarse a través de los pantaloncillos de deporte. Camino hacia mi cabaña  dejándolo solo, sin tiempo a reprochar alguna cosa.

Estoy cansada de que me manipulen y jueguen conmigo. Mi padre , mi hermano y ahora este mocoso.




El agua refrescaba cada zona de mi cuerpo. Necesitaba relajarme , pero era imposible con Biller dando una buena perolata.

—Y no sé, no sé, es que creo que solo fue una noche para él, pero yo, yo no puedo sacarlo de mi cabeza. A lo mejor, a lo mejor es porque lo veo atractivo o porque son deseos carnales que cuando cumpla se me pasara el enchochamiento. No sé, porque después está Lucas , que habíamos quedado y por estar pensando en Jorge lo arruine todo ¿Qué hago?

Biller era malísima para dirigir sus relaciones amorosas, eso de que "toda lectora sabe lo que busca" no aplicaba en ella. Y sobre todo venía a pedirle consejos a la menos indicada. Yo , yo que me enamoré de mi propio hermano, lo maté porque se iba a ir con otra chica y ahora estoy como puta cabra porque tengo un cacao mental con un chico que no sé ni quién es de verdad. Es otro nivel de locura y falta de coherencia.

—Biller, experimenta con los dos  hasta que sepas quién te gusta más y decide  —abrió los ojos como platos. Sí lo sé, soy fantástica dando consejos.

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