XVIII.

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— ¡Yo te conozco!, ¡Compartimos clases! — exclamó Chan, luego de un silencio absoluto al ver a la chica.

Ella asintió, con una sonrisa ladina, y al darle un vistazo rápido a los chicos, su mirada se topó con la confundida de Changbin. Recordó inmediatamente lo que le hizo al lobo hace unas semanas y el arrepentimiento llegó de golpe, dejándola estática y queriendo huir.

"Hazte responsable de tus malditos problemas" se regañó, entonces se acercó al monstruo para disculparse frente a la penetrante mirada de los demás, que no entendían qué estaba sucediendo.

— ¿Eras tú...? — preguntó el licántropo en voz baja, retrayendo sus orejas y mirándola perplejo — ¿Tú fuiste la persona que me molestaba entre las sombras aquella vez?

Jisung y Chan se miraron con preocupación. Tener a Changbin de amigo era como adoptar un cachorro, y después de años aprendiendo a lidiar con sus comportamientos, entendieron que lo que hacía en ese momento con sus orejas era sinónimo de que se encontraba desconfiado.

Changbin tenía miedo.

— Lamento haberte obligado a pasar por eso... — habló luego de suspirar y asentir, mientras comenzaba a acercarse a él con lentitud — Sólo quería comprobar si la gente realmente puede sentirme, ya sabes.

El lobo retrocedió, mostrando sus garras y colmillos para evitar que ella siguiera avanzando. — Fueron noches horribles. No podía dormir, porque cada vez que cerraba los ojos sentía tu mirada y tu movimiento por todas partes.

— ¡Lo siento mucho! — exclamó arrepentida — Ya no hago eso, ¡De verdad!, Fue sólo una vez. — murmuró con vergüenza.

Felix, sintiendo una leve presión en su pecho al observar el temor del contrario, se acercó y se ubicó frente a Changbin. Miró a la desconocida y sus facciones normalmente alegres se transformaron en una expresión seria que los presentes nunca antes habían visto.

— No conozco tu nombre ni sé quién eres, pero le has hecho pasar un momento horrible y no te lo perdonaré. — murmuró, su voz grave abriéndose paso entre el silencio — Pero hablaremos de eso luego, ahora llévanos a donde están nuestros amigos, por favor.

Yeji miró a Felix fijamente, reparando en una cosa, y luego de unos segundos donde lucía como si quisiese decir algo más, asintió vacilante, girándose y haciendo una seña con sus manos para que los demás la siguieran.

— Soy Yeji, por cierto.

Salió de la sala, aproximándose a una sombría esquina del pasillo. Con una sonrisa de lado se acercó a la pared, y en lugar de chocar con ella, atravesó la oscuridad. Todos jadearon con sorpresa, dudando en entrar, pero Donghyuck repitió la acción rápidamente, sin importarle si se golpeaba con la muralla.

Necesitaba ver a Renjun.

Y para sorpresa de todos, él también desapareció entre las sombras.

— ¡Vamos, vengan! — gritó el chico. Y Mark, como el novio atento que era, ingresó, exclamando un ruidoso "¡Woah!" al entrar.

Los demás hicieron lo mismo, pero Changbin, temeroso de las sombras, fue el único que no los siguió, quedando plantado frente a la aburrida pared. Al parecer Felix notó aquello, porque apareció delante de él, sonriéndole y extendiendo su mano.

— Está bien, las sombras no son malvadas. Y si es así, no dejaré que te hagan daño.

Su voz era tan suave como las nubes, el chico máquina le hablaba como si los demás monstruos no existieran y sólo quedaran los dos en el mundo. A Changbin se le hizo difícil pensar en algo coherente cuando el otro lo miró de una forma inexplicable, como si fuera algo bonito. Entonces lo único que pudo hacer fue tomar su mano y asentir, cerrando fuerte los ojos cuando Felix lo jaló para que ingresara a las sombras.

— Puedes abrirlos, tenemos luz.

El licántropo obedeció, sin soltar la mecánica mano que lo sostenía, y lo que observó lo dejó sin palabras. El lugar era amplio, frío y oscuro; consistía en una serie de túneles que llevaban a lugares que no conocía, y estaba iluminado únicamente por las linternas de los celulares de sus amigos.

— Vamos, síganme callados. — habló la única chica del grupo, liderando la caminata.

Todos obedecieron en un profundo silencio, siendo roto de vez en cuando por el beatbox que Jisung 1 hacía para romper la tensión, seguido por un "Cállate" de Chenle y varios "Cállate tú" pertenecientes a Minho, respaldado por Hyunjin que interrumpía su charla con Seungmin. Jisung 2, mostraba el dedo medio al ver a su interés amoroso siendo callado por los monstruos, pero como lucía gracioso en su traje de ratón, los demás se burlaban de él.

Esa situación ocurrió unas tres o cuatro veces antes de que Yeji, ya harta del escándalo, se detuviera abruptamente frente al final del túnel que seguían y que parecía usarse de habitación.

Entonces los humanos -que tenían un lazo más cercano con Renjun que los monstruos con Jeno- se acercaron con cautela, y al llegar frente a una especie de cama improvisada, abrieron sus ojos con sorpresa al ver uno de los cuerpos que dormía en tranquilidad.

Era Renjun, sin embargo, no estaba solo.

Junto al humano de delicadas facciones se encontraba un joven de cabellos azules y atractivo rostro, tan anaranjado como el resto de su cuerpo visible. Se podía ver que entrelazaba una de sus manos con la de su amigo, y también portaba audífonos, pero la música apenas se escuchaba.

Yeji iba a sugerir que despertaran a los chicos con calma, pero apenas abrió la boca, Donghyuck se lanzó llorando sobre Renjun, que despertó sobresaltado junto con su acompañante.

— ¡Renjun!, ¡Oh, dios mío!, ¡Creí que habías muerto! — gritaba, mientras el nombrado lo abrazaba de vuelta sin expresión en su rostro. Tampoco pareció sorprenderse al ver a sus amigos disfrazados, simplemente no lucía feliz de verlos.

Mark observaba a su alrededor, intentando comprender qué los llevó ahí, mientras Chenle y Jisung se acercaron a interrogar al otro joven.

— ¡Tú, naranjito! ¡¿Quién eres y por qué secuestraste a nuestro amigo?! — cuestionó Chenle, acercándose mucho al rostro contrario. El menor de los dos lo miraba de lejos negando con la cabeza, como diciendo "Muy mal".

¡Yo no hice nada!, ¡Aléjate!

— Veo que no quieres responder, tendré que quitarte esos audífonos a ver si así vas a escuchar mejor. — se acercó Jisung 2 con una sonrisa maliciosa.

Chenle asintió e inmovilizó al contrario, y el menor, ignorando los gritos del chico pidiendo que no lo hiciera, retiró los aparatos de sus oídos y los lanzó lejos, sin tener la menor idea de lo que pasaría si hacía eso.

Entonces, en menos de un segundo, el desconocido de azules cabellos se transformó en un humano morocho, con gafas y la tez tan pálida como el rostro de los humanos al ver lo ocurrido.

— Uh, ¿Hola? — saludó Jeno confundido.

Renjun cerró los ojos y se cubrió el rostro con sus manos, sabiendo lo que vendría luego. Los monstruos, por su parte, no reaccionaron, ya que estaban acostumbrados a ver el cambio de personalidad entre Jeno y Jaemin. Pero los demás fueron un caso totalmente distinto.

Donghyuck dejó de zarandear a su amigo y se alejó con horror, Mark abrió los ojos tan grande que parecía como si se le fueran a salir, y Chenle... bueno, él se desmayó, siendo sujetado por un Jisung 2 que parecía que iba a ir por el mismo camino.

— Sorpresa... — murmuró Renjun, mirando a sus amigos con una sonrisa incómoda.

Tenía bastante que explicar.

ARE U IN LOVE WITH A MONSTER? | Stray Kids. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora