XIII.

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Los jóvenes monstruos se encontraban tranquilos en sus celdas. Algunos hablaban entre sí, otros se mantenían en silencio o dormían.
Pero toda calma se desvaneció cuando llegó Rocco con dos figuras tras él bastante conocidas: Chan y Minho.

El policía que los estaba cuidando le entregó la llave, y Rocco -que lucía bastante enojado- abrió la cerradura para que el par entrara a la celda. Los dos chicos entraron en silencio y se sentaron frente a la mirada incrédula de los demás. Minho los ignoró directamente y observó a Chan para que hablara.

— Eh... Hola. — formuló el de tez verdosa incómodamente.

Seungmin se levantó de su asiento, frunciendo tanto el ceño que los presentes creyeron que las cejas terminarían en su barbilla.  — ¡¿Cómo mierda los atraparon?!

— Primero, cálmate, por favor... — habló Chan, extendiendo sus manos con miedo. Jeongin acarició la espalda de Seungmin y el zombie se sentó lentamente sin cambiar su expresión — ...Y segundo, llegó Toralei, pero cuando nos encargamos de ella apareció Rocco y nos terminó trayendo acá.

La celda de llenó de varios "ohh" y luego de eso todo se quedó en silencio, oyendo el ruido de la enojada respiración de Seungmin que intentaba relajarse.

Jisung, por su parte, se alegró de que el par se encontrara bien. Aunque le molestó un poco que Minho se mostrara muy cómodo junto a Chan.

¡Pero no es porque estuviera celoso!, ¿Ok? Sólo era un poco de envidia. Jisung también quería tener a alguien con quien sentirse así. Y aunque Jeongin, Changbin y Chan eran muy buenos amigos, ellos no eran el chico con atractivo rostro, respingada nariz y una profunda mirada violeta.

Bueno, puede que le gustara sólo un poco. Pero no era su culpa, ¿Quién no podría sentirse atraído por Lee Minho?, Jisung no conocía a ningún monstruo que pensara que Minho era un tipo poco atractivo.

Y ese era el problema.

¿Cómo él iba a poder competir con todas esas hermosas criaturas, de hermoso cabello y geniales poderes? Jisung sólo tenía la horrible combinación entre cabello rubio y tez celeste, no tenía poderes y su única habilidad era nadar bien. Ni siquiera le servía de mucho, ya que fuera del agua caminaba como un torpe bebé, cayéndose y tropezándose con todo.

Pero lo que más odiaba de sí mismo eran sus manos palmeadas, que lo hacían lucir como un maldito anfibio. Y, de hecho, en ese preciso instante se encontraba mirándolas con asco. ¿No podían ser menos pegajosas y más normales?

Lo que Jisung no notó por estar absorto maldiciendo sus manos fue de la insistente mirada del gélido chico, quien se paró de su asiento y se acercó para sentarse junto a él.

Minho miró a Chan, que le levantaba ambos pulgares y sonreía asintiendo. Luego observó a Jisung, que seguía manteniendo esa expresión de disgusto, sin percatarse de la presencia del monstruo a su lado.

— Uhm, hola.

— No molestes, Hyunjin, o pondré estas asquerosas manos en tu cara. — murmuró Jisung, creyendo que era el chico momia, que en realidad estaba a su otro lado rodando los ojos por lo distraído que era.

— No soy Hyunjin. — contestó, viendo como el chico levantaba la cabeza con rapidez para mirarlo con sorpresa.

— A-ah, Minho, hola.

— Yo sólo venía a saludar. Y, uhm... — Minho, en una repentina subida de confianza, tomó una de las palmeadas manos entre las suyas — No creo que tus manos sean asquerosas. Son únicas, como tú.

Jisung lo miró en silencio, sin saber si se estaba burlando de él o no, entonces Minho se percató de lo que acababa de decir y sonrió incómodamente. Hyunjin, al lado del chico acuático, pensó que ambos parecían críos y que Jisung era un idiota.

ARE U IN LOVE WITH A MONSTER? | Stray Kids. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora