Hyunjin.

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Al tener de padres a la poderosa Cleo de Nile y al increíble Deuce Gorgon, estaba muy claro que la diosa Hathor iba a bendecir a Hyunjin con el don de la belleza.

El encanto del joven cautivaba hasta al mayor crítico del arte. Su simetría y elegancia le demostraba al mundo que su presencia no era una broma, y todos estaban de acuerdo en que no lo era.

A pesar de haber nacido entre riqueza y poder, Hyunjin nunca fue un chico mimado. Su personalidad tranquila y humilde alivió a Cleo porque "si hubiera salido irritante como Nefera, me habría quedado sin vendas del cansancio", y silenciosamente, también le sacó un peso de encima a su, ya no tan joven, esposo con serpientes en su cabeza.

El chico, al contrario de su padre, no contaba con ese tipo de reptiles en lugar de cabello. Pero si heredó su poder de convertir cualquier cosa en piedra al mirar, por lo tanto, debía usar gafas de sol en todo momento.

De todas formas, Hyunjin no tenía problemas, esas gafas le quedaban excelentes.


Diariamente, cuando se preparaba para ir a clases, cambiaba sus vendajes dorados -cortesía de Cleo-, pero hoy tenía mucha pereza, así que decidió ir así sin más.

Llegó a su clase de lenguas muertas y se iba a sentar en su pupitre de siempre hasta que vio otro monstruo ahí.

"Sal de mi camino, plebeyo" le habría dicho su madre, pero él era un poco más amable que ella, así que decidió hacerlo como su padre lo haría.

— Hey, viejo — saludó al chico frente a él — Ese es mi puesto, sería bueno que... Hmh, salieras.

— No. Yo llegué antes. — le respondió el contrario sin mirarlo, enfrascado en su cuaderno.

A Hyunjin nunca le habían negado algo, así que mientras asimilaba ese nuevo sentimiento de rechazo, llegó el profesor gritando un "todos en sus asientos, ¡De inmediato!", por lo que no tuvo más remedio que ubicar su trasero en el asiento al lado del monstruo.

Pasaron diez minutos, y luego de observarlo un poco pudo deducir dos cosas:

1. El chico era un zombie, claro está por su grisácea piel y lentitud con la que hacía cualquier cosa, y 2. Que a pesar de ser un zombie, hablaba en su lengua, no utilizaba sus característicos gruñidos.

Y Hyunjin, siendo tan curioso como un niño a pesar de ya casi tener un par de milenios, decidió investigar más sobre el zombie a su lado.

...

Si le preguntaban, el chico era bastante lindo. Tenía el cabello azul, se encorvaba un poco y usaba unas distintivas gafas rojas.

También pudo deducir que era muy inteligente, ya que al dejar de utilizar el lápiz, lo tapaba mientras el profesor explicaba. Hyunjin no hacía eso, lo dejaba sin la tapita hasta que se le perdiera o la pluma se le secara.

Genial pensó.

— Hey, ¿Cómo te llam...?

— Estoy ocupado, no hablo con distracciones. — le interrumpió el zombie, examinándolo de reojo y reparando en algo: su vendaje y sus gafas.

— Vaya, vaya, pero si es el hijo de Deuce y Cleo. — comentó, un poco menos interesado en las notas que tomaba.

Hyunjin asintió, teniendo un gran presentimiento de que su amistad con el peliazul empezaría a desarrollarse justo ahora.

— ¿Quiere que le ceda mi puesto, mi faraón? Podría morir por usted, ¡Larga vida al hijo de Ra! — dijo sarcásticamente. Se giró hacia su cuaderno y no volvió a hablarle el resto de la clase.

Al parecer, los presentimientos de Hyunjin eran iguales que la eficacia de los amuletos de Cleo: horribles.

ARE U IN LOVE WITH A MONSTER? | Stray Kids. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora