Seungmin.

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Seungmin odiaba con toda su alma a la familia Gorgon/De Nile. Odiaba a Deuce, que nunca supiera lo que estaba sucediendo y que se comportara de una forma tan despreocupada frente a los problemas. Odiaba a Cleo, su actitud y la forma en la que trató a su madre en sus años de escuela.

Y a quien más odiaba era a Hyunjin. Seungmin odiaba ver al chico como egocéntrico, grosero o estúpido; porque el hecho de que en realidad era todo lo contrario hacía que se sintiera horrible consigo mismo.

También le irritaba que Hyunjin no tuviera en su ser ese odio profundo que Seungmin sentía, o que ignorara todos los defectos del zombie. El pelinegro solía tratarlo tan bien que parecía que lo único que veía en él eran sólo cosas buenas.

Odiaba tanto que cuando ambos se juntaran en la biblioteca para estudiar y Seungmin le explicaba algo, su mirada bajara inconscientemente a esos lindos y atrayentes labios. Y peor aún, que cuando volvía a mirar a sus ojos, Hyunjin se diera cuenta de lo que pasaba y sonriera burlescamente, como si le hiciera mucha gracia que Seungmin no pudiera despegar la vista de esa maldita zona.

Bueno, si lo odiaba tanto, ¿Por qué solía seguirlo con la mirada cuando lo veía pasar?, o ¿Por qué buscaba la mínima excusa en clases para hablarle?, o ¿Por qué no sólo le decía que lo odiaba y a toda su familia para detener el contacto con él de una vez por todas?

Seungmin no tenía una respuesta para eso. Sólo sabía que mientras más hablaba con él, su infinito odio desaparecía, y que la sonrisa de niño engreído que percibía siempre fue una alegría sincera; que el egocentrismo era sólo apreciar el trabajo que hacía su cuerpo para mantenerlo en pie; y que la mirada de indiferencia era sólo analizar a la gente, ya que la mayoría sólo se acercaba a él por su dinero, su linaje o sus influencias, y no por quién era.

Seungmin llevaba odiando a esa larguísima fila de faraones desde que era pequeño. Y tenía la intención de seguir con ese odio durante toda su vida hasta que llegó Hyunjin para cambiar su perspectiva y hacerle tomar conciencia de que cada historia tiene más de una sola versión.

Lo que más odiaba Seungmin de Hyunjin era que le gustara tanto.

...

— Después se me cayó mi helado, y también... — Jeongin interrumpió su historia para suspirar con cansancio y mirar fijamente al zombie frente a él — Lo estás mirando de nuevo.

Seungmin apartó la mirada de Hyunjin, que estaba a unos metros de ellos arreglando sus vendajes. Tenía un aura de tranquilidad a su alrededor y, tal vez, eso era lo que atraía a sus ojos.

Al parecer, el chico momia desarrolló un gusto por las vendas con pliegues oscuros desde aquella vez donde casi queda sin brazo, así que siguió usando ese tipo de diseño. El zombie podía afirmar desde una perspectiva completamente objetiva que le quedaba fenomenal.

Seungmin negó con rapidez y se apresuró a responder.
— Sólo veía alrededor y él se metió.

— ¿Entonces por qué tenías esa cara? — cuestionó el otro, levantando una ceja.

— ¿Cuál?

— La que pones cuando ves las estrellas en la noche.

Jeongin negó con decepción al recibir como respuesta una mirada confundida.

— Es que tú adoras las estrellas.

El peliazul hizo una expresión de asco, apartó la mirada y se giró.
— Tonterías. Juntarte mucho con Chan te está volviendo un mal poeta.

Jeongin sonrió, pero al oír lo último su expresión decayó un poco.

— Bueno, ya no me junto con Chan.

ARE U IN LOVE WITH A MONSTER? | Stray Kids. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora