XIX.

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Renjun, al verse rodeado de las miradas confusas de sus amigos, se vio obligado a contarles la verdad. Chenle ya había despertado y estaban sentados en la cama; Jeno se alejó hacia donde estaban los monstruos, para darles privacidad.

— ¿Entonces no fue un secuestro, sino un escape? — Renjun asintió a la pregunta de Donghyuck — ¿Y lo hiciste porque no te gustaba tu vida? — asintió otra vez — ¿Y el tal Jeno tiene un alter ego que se llama Jaemin? — volvió a asentir.

— ¿Y por qué no nos dijiste que querías irte? — murmuró Chenle.

— ¿Por qué lo haría? Ustedes están mejor sin mí.

— Claro que no. — dijo el menor de todos, y Renjun elevó una ceja.

— Mark y Hyuck son pareja, es obvio que se van a preocupar más del otro y de su relación que de mí. Y tú con Chenle se gustan, no me vengas a decir que no es así, porque lo sé. — contestó señalándolos — En las conversaciones y en las juntas estoy de sobra.

Los dos menores se miraron con sorpresa y Chenle rogó no volver a desmayarse. Donghyuck exclamó un "¡Lo sabía! ¿Viste, Makku? ¡Debería ser vidente!" mientras el nombrado asentía con asombro.

Renjun los vio y sonrió con tristeza, ninguno le dio importancia a lo último.

Se levantó y se acercó a Jeno, que estaba hablando entusiasmadamente con los monstruos. Tocó su hombro con suavidad y una pequeña lágrima escapó de su ojo izquierdo.

Era hora de despedirse.

Las clases habían terminado para los estudiantes de New Salem. Renjun iba de vuelta a su hogar, pero antes de seguir su camino, decidió detenerse en un parque a pensar acerca de su situación.

Habían pasado dos días desde que entre lágrimas se despidió de Jeno, le escribió una carta a Jaemin y volvió a su ciudad. Extrañaba a sus chicos, lo habían ayudado cuando estaba confundido respecto a su vida; y ahora éstos, sin querer, lo confundieron respecto a sus sentimientos.

Lastimosamente, no había forma de contactarlos; tampoco podía ir a verlos, estaba castigado. Y aunque las ganas de escaparse para buscarlos eran enormes, el miedo a causar otro desastre era mayor.

Renjun era realmente pesimista y no creía que fuera posible volver a encontrarse, así que como no había oportunidad de continuar hablando con ellos, decidió olvidarlos.

Pasó tanto tiempo ensimismado en su mente que al mirar su teléfono tenía varias llamadas perdidas de su madre, así que se levantó y corrió a su hogar, dejando atrás al lindo parque y a sus pensamientos.

Tocó el timbre y la mujer abrió al instante con una mirada enojada. Sin dirigirle la palabra, cerró la madera tras él y salió al jardín. La casa olía a comida y estaba cálida, se habían cansado de esperarlo y cenaron sin él.

— Llegas tarde. — dijo su padre al oírlo entrar, sin apartar la mirada del libro que tenía entre sus manos. — Tu madre creyó que te habías escapado de nuevo.

— Lo siento, Chenle me pidió que lo ayudara en un proyecto del consejo estudiantil y perdí la noción del tiempo. — contestó, incapaz de poder decirle la verdad.

— Está bien, a la próxima dile que no lo ayudarás más. Él tiene otros amigos y tú no puedes gastar tu tiempo en algo que no sea estudiar. — decretó — Ahora anda a hacer tus tareas y luego prepárate algo, ya comimos sin ti.

Renjun sólo pudo asentir y dirigirse a su habitación. Y recostado en la cama donde tantas veces soñó que era un famoso artista, miró al techo y suspiró.

ARE U IN LOVE WITH A MONSTER? | Stray Kids. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora