Capítulo 31
Todos los presentes esperan ansiosos una respuesta de mi parte. Miró por unos segundos a Damián quién tiene toda su atención puesta en mí. Es increíble la manera en la que ese odioso se metió en mi corazón, tanto que si le pasa algo no sería capaz de resistirlo.
Ese es el último pensamiento que tuve al observarlo.
Mi vista se empieza a tornar borrosa y es producto de las lágrimas que están apareciendo. No puedo permitir que ninguna gota caiga, de lo contrario todos sospecharían.
¡Maldición!, me siento tan acorralada.
Jordan me acerca más a él, pasa una mano por detrás de mi espalda y la reposo en mi cintura. Llevo mi vista hacia él y sus ojos son frívolos y amenazantes, mejor dicho, me conminó con tan solo la expresión de su rostro.
Y por más difícil que sea tengo que aceptar que no tengo otra salida.
—Si... aceptó —suelto casi titubeando y eso es como estallar una bomba, sobre todo para mi hermano y Damián quienes de inmediato se acercan gritando.
—No, no y no... exijo que se cumplan las reglas correctamente —brama Adrián furioso metiéndose entre la gente—. Así como el Consejo acepto esta posibilidad, solicito que se haga un juicio de la verdad y se compruebe que Taimy no está presionada porque las cosas es muy fácil decirlas sobre todo si se está bajo amenaza —él mira de mala manera a Jordan.
Se escuchan varias quejas respecto a lo que Adrián sugiere, pero al final percibo cómo muchas personas, —casi la mayoría— están de acuerdo con la propuesta.
—¡Eres un maldito Jordan! —vocifera Damián con rabia señalándolo—. Estoy seguro de que Taimy jamás aceptaría ser tu mate, ¡tú la obligaste hacerlo imbécil de mierda!
—Mucho cuidado cómo te refieres a mí y sobre todo a tu futura líder, así que no te voy a permitir tus insolencias ¡Guardias arréstenlos a los dos! —decreta Jordan hacia sus hombres y ellos de inmediato caminaron hacia Damián y Adrián.
Esto no lo pienso permitir.
—¡No te atrevas Jordan! —exclamo entre dientes, echándole una ojeada, mostrándole mi disconformidad.
Varias personas me observan con asombro.
Jordan me dedica una mirada cargada de disgusto, pero no me importa, así que a él no le queda más alternativa que dejarlos libres ordenándoles a los guardias que los suelten.
—Estamos de acuerdo con la propuesta que sugirió Adrián —anuncia Lilith con una postura muy firme.
—¿Qué? —Jordan frunce el ceño—. Pero, eso sería recurrir a las hadas y ustedes saben que no son de fiar —protesta en discordia, atascando sus manos en la barandilla.
—Lo más importante, es que se caracterizan por ser honestas y decir la verdad, así que es un hecho se hará ese juicio. Yo hablaré con la Reina Aura y fin de la discusión —recalca Lilith poniéndole punto final a la decisión.
—Al tener contacto con las hadas estaríamos estableciendo lazos con la magia y eso está prohibido. Estaríamos rompiendo la ley decretada que señala claramente que en ningún territorio de Valle Luna es permitido la magia. Solo Asier como hechicero puede utilizarla.
—Conozco muy bien la ley —recalca Lilith con hastío —. Pero tú te has encargado de romper muchas leyes, así que no queda otra alternativa. Al fin y al cabo Valle Luna es un lugar mágico.
Eso enfurece a Jordan, y como muestra de ello, golpea la barandilla de la alcoba con mucha fuerza causando que me asuste un poco. Y a causa de su comportamiento doy dos pasos hacia atrás.
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Sangre Heredera [#1] ✔️
Fantasy¿Qué pasaría si un día te das cuenta que toda tu vida ha sido una mentira? Por ordenes del Gobierno Estudiantil del Estado me tuve que ir de mi pueblo, y me enviaron a un lugar llamado «Valle Luna» a estudiar al Instituto Internacional más importa...