Sangre Heredera [#1] ✔️

Epílogo

La luz de la Luna se cola por la ventana, todo el dormitorio se ve alumbrado con su belleza. Algo verdaderamente hermoso.

Ya pasó un mes desde que revele ante todos mis poderes y en donde supe una infinidad de verdades las cuales aún no asimilo.

Mi madrina se encuentra aquí en Valle Luna, se está quedando en la casa de una amiga suya que según tengo entendido es la campesina que entregó a mi padre a los Clarkrens. Ella ha tratado de hablar con Adrián y conmigo para que nos acerquemos a Eliza, pero yo fui muy clara desde el principio. Aún no me siento preparada, necesito tiempo.

No ha sido nada fácil para mí todo esto, yo...

—¡No puede ser! —la voz chillona de Alicia me devuelve a mi terrible realidad—. ¡Despierten chicas! —ella entra al dormitorio luciendo muy alterada.

—¿Qué pasa? —pregunta Sam somnolienta estirando los brazos.

—Son las cinco de la mañana —Luna se rasca los ojos.

—¡Chicas! Jordan escapó del calabozo.

El temor me invade y la angustia se incrusta en mi pecho.

—¿Qué?, ¿Cómo? —musita Tess dándome un vistazo.

—Taimy por ningún motivo salgas del dormitorio ¿está bien? —Sam se sienta de golpe en la cama.

—¿Es que no puede haber un poco de paz en este Instituto? —rezonga Emily dando un manotazo al colchón justo a su costado.

—Arthur ya le indicó a sus hombres que lo busquen —cuenta Alicia.

—¿Có-mo pudo salir del calabozo? —inquiero desesperada—. Ese lugar está muy bien reforzado.

—No lo sé —Alicia se encoge de hombros—. Alguien tuvo que ayudarle, además mato a dos guardias que se encontraban de turno.

¿Hasta dónde es capaz ese desquiciado?

Con mis nervios alterados, me acerco a la ventana y contemplo la hermosa Luna, aún el cielo está oscuro, pero pronto amanecerá. No observó nada sospecho en los árboles y la angustia es cada vez mayor.

¿En dónde estará Jordan?

¿Qué estará tramando?

¿Y si se unió a los Sanguinarios y planea una venganza?

¡Ay no!

—¡¡Taimy cuidado!! —al oír la voz de Alicia de inmediato me volteo sobresaltada, sin embargo ya era demasiado tarde.

Alguien me jala desde atrás y me introduce dentro de un portal.

No tuve chance de librarme del agarre, y en un santiamén aparezco en un terreno amplio con pastos pastizales y algunos arbustos, todo el lugar es despejado.

«La pradera»

Miro hacia todas las direcciones posibles y mi decepción es mayor cuando Jordan se posiciona frente a mí. Tiene unas cuantas quemaduras en la cara, en algunas partes de su brazo, en su tatuaje, en el cuello y sus ojos claros están oscuros.

Así es el verdadero Jordan, un monstruo.

—Hola, hermosa ¿me extrañaste? —una sonrisa torcida se dibuja en su rostro—. Es un placer estar frente a la legítima Heredera —hace una reverencia inclinando su cabeza frente a mí.

Maldito infeliz.

Que ni crea que le voy a permitir sus estupideces. Esta vez no.

—¿Por qué me trajiste aquí? —cuestionó molesta—. ¿Cuál es tu intención?