45. Traiciones y Mentiras

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Capítulo 45

Los guardias llevan a Slander al calabozo, por lo que yo y Adrián los seguimos hasta allá. Lilith nos concedió el permiso de ir, pero solo a mí y a él.

El calabozo se sitúa cerca de la Casa Presidencial, en un túnel subterráneo construido a base de plata con el propósito de hacer sufrir a los culpables que son enviados ahí. Bajamos las escaleras de piedra y nos adentramos en el oscuro pasillo, uno de los guardias lleva una lámpara para alumbrar el camino porque de lo contrario no se visualizaría nada.

Los culpables que son enviados allí no volvían a observar la luz del día, de manera que les toca vivir desolados viviendo un infierno tormentoso y su final es una muerte lentamente dolorosa.

Conforme avanzamos noto que muchas de las celdas tienen cráneos y esqueletos encadenados de los presos que han muerto. Es algo escalofriante, y les da a entender a los nuevos ingresados que ellos también van a correr la misma suerte en castigo por los delitos por los cuales son llevados allí.

Nos detenemos frente a una de las últimas celdas donde se encuentra Slander encadenado de los pies, manos y cuello.

—Slander, sabes que lo que hiciste es una gran traición, por lo tanto ya conoces las consecuencias —dice la presidenta frente a él.

—¿Y cómo sabes que cometí una traición? —inquiere él en un tono burlón—. ¿Tienes alguna prueba?

Apreto mis manos en puños. Lo único que deseo es despedazarlo.

—¡Maldito! —espetó con mi mandíbula apretada, agarrando las rejas con fuerza—. Tú escribiste esa estúpida nota haciéndote pasar por mí ¡¿Qué pretendías imbécil?!

Slander sonríe de oreja a oreja. Su rostro se muestra lívido casi demacrado. La plata ya comenzó a hacer efecto en él. Lo está absorbiendo.

—¿Qué hiciste con mi hermana? —vocifera Adrián con bravura arrugando su frente—. ¡HABLA!

—¡Contesta malnacido! —Jordan aparece. Él viene con un guardia al lado, el cual lo trae sujeto del brazo, pero apenas se acerca a la celda se suelta del agarre y patea con fuerza las columnas cubiertas de plata—. ¿Por qué secuestraste a Taimy?, ¿Dónde está ella? —mete las manos en medio de las rejas y agarra a Slander de la camisa para luego arrastrarlo hacia él.

Slander lo mira divertido y ríe a carcajadas.

—Adivina dónde está tu preciada humana —su tono burlesco me está desesperando.

—¿Quieres acelerar tu muerte? ¡Habla maldito o te juro que...

—¡Está con los Sanguinarios!

Jordan abre sus ojos como platos y su rostro se contrae en ira.

—¿Qué mierdas? —rechista desconcertado—. ¡Eres un infeliz!

¡NO!

Me cago en mi puta vida! ¡NO!

Ese pedazo de mierda se atrevió a llevarla ahí. La entregó a esos miserables.

—¡Hijo de puta! —Le grita Adrián con impotencia, desea matarlo estoy seguro—. ¡Te voy a matar! —se arrima a las rejas y las golpea.

—¿Cómo pudiste traicionarnos así Slander? —le cuestiona Lilith molesta—. ¿Por que lo hiciste?

—Mi lealtad es con los Sanguinarios —expresa él en un tono firme.

Jordan en un arrebato de cólera, vuelve a meter las manos, lo agarra de la camisa y lo tumba con brusquedad en las rejas causándole una quemadura en un lado de la cara a causa de la plata. Slander se queja un poco de dolor, pero al instante endereza la cara.

Sangre Heredera [#1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora