Sangre Heredera [#1] ✔️

10. Detención

Capítulo 10

~Taimy Johnson~

Hoy es viernes y ya han pasado dos días desde que tuve el accidente. Mis nudillos y rodilla ya están completamente sanos y de verdad que es sorprendente ver cómo las heridas cicatrizaron tan rápido.

Siempre he tenido esa gran ventaja.

Por insistencia de las chicas tuve que contarles lo sucedido con Damián en la cueva y siendo sincera aún no logro asimilar cómo me rompí los nudillos de esa manera. Sigo bastante desconcertada y por más que le he dado vueltas no logro encontrar una buena explicación. Mis amigas trataron de evadir la conversación diciendo que fue un «accidente» que a lo mejor utilice mucha fuerza al momento de golpearlo, pero no, no tiene sentido para el hecho de haber terminado así de dañada. Digo, si fue un accidente pero a ¿tal gravedad? No no... presiento que hay algo más.

En estos momentos mis amigas y yo nos encontramos en el comedor. Y el menú consistía en  crepas con un batido de mora. Algo delicioso.

Llevó mi mirada a la mesa de atrás y como lo supuse ahí está Damián con sus amigos: Gael y Jason. A los pocos segundos distingo a Graciela pasar con sus otras amigas: Kassandra y Fabiola y ellas se sientan en la mesa junto a los chicos. Al instante, Damián mira hacia mi dirección y enseguida se da cuenta de que lo estoy observando. Entonces, de forma tonta me giró y tomó un sorbo de mi batido.

Terminamos de desayunar y nos levantamos para ir a lavar los platos. Una vez dentro del sitio me acercó a la pila, abro el grifo y justo cuando voy a agarrar la esponja siento a alguien a la par mía quien muy amablemente me la alcanza y al levantar la cabeza para observar a la persona los nervios me revolotean en el estómago al darme cuenta de que es él.

—Graciass —le agradezco titubeando.

Enjabonó el traste de forma torpe y una vez acabó, coloco el plato en su lugar respectivo y salgo corriendo del área de lavado.

Malditos nervios.

Desde qué pasó aquello con Graciela no había vuelto a dirigirle la palabra a Damián hasta ahora. La verdad estar cerca de él me pone muy intranquila, hasta parezco tonta.

Llegó al salón y de inmediato me siento en mi lugar correspondiente. Mi corazón late demasiado rápido.

—Buenos días jóvenes —entra la profesora Keira de Ciencias. La cual conocí el Miércoles que tuve clases con ella y me pareció una excelente persona.

La profesora durante toda la clase hablo sobre los «animales vertebrados e invertebrados» y lo único qué hice fue copiar lo que había escrito en la pizarra, luego pase todo el rato mirando hacia la puerta y cada minuto que pasaba sentía una profunda tristeza.

Cuando la campana suena guardo mis cosas y salgo del salón con el propósito de comprobar si mi hermano se encuentra por ahí.

Tenía la esperanza de que así fuera pero no, no lo vi.

Llegó hasta la entrada principal del Instituto y me quedó largo rato mirando hacia el portón, esperó, esperó... y nada.

—Taimy, ¿qué te pasa? has estado muy rara ni siquiera pusiste atención en clases —escuchó a Emily posicionándose a mi lado.

—Mi hermano dijo que hoy llegaba —mi voz suena triste.

—Amm... —ella realiza un gesto contrariado en su rostro—. Tranquila, de seguro se le presentó algo.

A lo mejor si.

Volvimos al salón porque ya íbamos a entrar a la siguiente clase, pero por mientras que sonaba la campana Emily y yo nos quedamos con Luna y Sam afuera en el pasillo. Empezamos a hablar sobre lo que haríamos este fin de semana, ya que por dicha ellas también se quedarían en el Instituto.