Capítulo Cuarenta y cuatro

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CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO| CURSED BLOOD

CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO| CURSED BLOOD

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2 AÑOS ATRÁS

NUEVA YORK

Las cosas se habían complicado en el momento en que el cuerpo de Meave Adolvsson había sido cremado. Todo el ADN de aquella mujer se había perdido para siempre y no había manera de descubrir la verdad detrás de aquella misteriosa jerarquía de sangre. Probablemente Bruce tenía pruebas pero acceder a ellas sería igual que caminar a través del infierno e intentar no ser descubierto por Lucifer.

Solamente quedaban los supervivientes, quienes contaban con una peculiar sangre blanca. Y Audrey quien tenía sangre gris.

Pero Meave, la abeja reina y quien contaba con una poderosa sangre tan oscura como la noche, no podría ser útil para la investigación ahora.

Y la mujer que había invertido demasiado tiempo y dinero en aquella exhaustiva investigación estaba perdiendo la cabeza. Necesitaba tres eslabones y sólo tenía dos, que evidentemente no iban a ser suficientes para completar su plan.

Ya había tenido en sus manos ejércitos anteriormente, bien entrenados y dispuestos a morir por la causa pero irremediablemente seguían siendo humanos, en los momentos de vida o muerte dudaban aunque sea un poquito, pero todos esos pequeños errores podían ser eliminados. Podía conseguir un ejército el cual podría manejar con tan sólo sus pensamientos. Y además de eso lucrarse con un negocio moralmente horripilante.

Había planeado primeramente conseguir la sangre más débil y fácil de adquirir con los sobrevivientes de Meave, para así poder comenzar a hacer pruebas en personas. Tenía que buscar la manera de poder entrenarlos y hacerlos devotos sin tener aún la sangre negra, lo cual iba ser un proceso largo y hasta ahora incierto.

Y en ese tiempo, investigaría a Audrey quien para su buena suerte no había perecido en la batalla contra su madre. La había encontrado gracias a su infiltrada y ahora también podría usarla como una pieza importante para su jugada.

Solo debía ser paciente, buscar la manera de entrenar a los sujetos y luego descubrir cómo poder generar ansiada sangre que le daría el poder total sobre todo un ejército.

El teléfono comenzó a sonar y con molestia camino hacia el para poder atenderlo.

—¿Maestra?—escuchó la voz de la chica a través de la línea telefónica.

—¿Que sucede?—replicó mientras caminaba hacia su gran closet para elegir algún vestido para la noche.

—Damián ha comenzado a indagar un poco más, creo que si todo marcha bien en un año o antes dará con Audrey.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓,     damian wayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora