Audrey no es muy bonita, interesante o inteligente. En realidad podría decirse que es una joven bastante común y aburrida lo cual nunca le causó ningún tipo de problema.
Pero detrás de toda esa fachada de tranquilad hay una maraña de problemas que...
SUCESOS UBICADOS EN LOS CAPÍTULOS VEINTIDÓS Y VEINTITRÉS
CAPÍTULO EXTRA| LA DESAPARICIÓN DE AUDREY
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La noche del veintiuno de diciembre Audrey Adolvsson llevó a cabo un espontáneo y levemente minucioso plan, aún y con altas probabilidades de perder y ser atrapada decidió intentarlo pues a esas alturas ya no tenía nada que perder.
Probablemente la chica había estado viviendo una de las peores y más bajas facetas de vida, emocionalmente destruida, con un sentimiento interminable de soledad y sin nadie a quien acudir.
Todos esos factores la habían acorralado a tomar desiciones arriesgadas y poco convencionales.
Aunque ella aún no lo sabía en ese entonces, en realidad la chica solo estaba siendo producto de un elaborado plan de manipulación, si bien podían observar y oír lo que ella hacía, no podían leer su cabeza y tampoco controlarla, no ciencia cierta al menos. Las manipulaciones cerebrales que la chica sufría eran mínimas comparadas con las de los demás personas.
Como por ejemplo aquellos sueños vividos o alucinaciones que había experimentado, a pesar de ser manipulación, las veces en que le habían ocurrido eran mínimas ya que no era fácil poderlas realizar, sin embargo estas habían sido puntos claves para que Audrey se tragara todo el cuento.
Aun era joven, inexperta e ingenua, aunque no pudieran manipularla como a un robot podían hacerle otras sucias jugadas para que actuara de ciertas maneras, cometiera varias acciones que poco a poco la irían guiando a lo que podría ser su propia destrucción.
Pero por ahora, ella no sabía nada de eso y fue por eso que todo empezó a derrumbarse.
La chica cumplió su plan y huyó en la noche cuando todos estaban metidos en sus propios asuntos.
La ventaja de que estuviera aislada era que si no habían noticias sobre ella a nadie le sorprendería pues todos de cierta forma se habían acostumbrado a su ausencia.
Fue por eso que nadie se dio cuenta de que ella se había ido hasta la mañana siguiente.
Si Bruce hubiera estado en la ciudad nada de eso hubiera sucedido, pero Audrey no era el centro del universo, no todo giraba a su alrededor y aunque sonase cruel, la gente tenía mejores cosas que hacer que estar detrás de una chiquilla deprimida. Así que, con Bruce ocupado y fuera de la ciudad, nadie en realidad estaba al tanto de Audrey.
Por otro lado Alfred sabía que a veces la chica de desvelaba y se despertaba un poco más tarde de lo usual, últimamente había estado saltándose meriendas y revolviendo sus horarios de sueño por lo cual no le dio mucha importancia. Aún así, siendo el la única persona que le echaba un ojo a la menor decidió llevarle una merienda a su cuarto alrededor de las once de la mañana.
