Audrey no es muy bonita, interesante o inteligente. En realidad podría decirse que es una joven bastante común y aburrida lo cual nunca le causó ningún tipo de problema.
Pero detrás de toda esa fachada de tranquilad hay una maraña de problemas que...
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NO SUPE EXACTAMENTE como sentirme en esos momentos, era una sensación extraña pero de cierta manera aliviadora. Por fin habían llegado, ni siquiera les había tomado tanto tiempo encontrarme, un poco más de un mes contando los días en que estuve en New Orleans, aunque no estaba muy segura.
—Baja el arma—Repitió el chico, quien en realidad estaba utilizando su identidad secreta.
—Llegaste—Hable ignorando sus palabras, no podía ver sus ojos verdes por la máscara.
—No lo voy a volver a repetir, baja el arma—Su voz era neutra, pero no entendía por que.
Baje el arma, le puse el seguro y la arrojé al piso.
—¿Donde están los demás?—Pregunté y di un paso hacia enfrente.
—No te muevas.
Entrecerré los ojos un poco tratando de descifrar la situación.
—¿Que sucede?—pregunté de nuevo, pensé que el respondería.
—La he encontrado—hablo Damián apretando un pequeño botón en el hombro de su traje.
—¿Que está pasando?—volví a preguntar esta vez más exasperada.
—¡No hables, traidora!—Esta vez fue la voz de Kina la cual se hizo presente.
¿Que mierda?
—¿Que mierda?—pregunte mientras abría los ojos sorprendida.
—¡Que no hables dije!—Replicó la chica.
—¡Electrical!—La reprimió Robin.
—Chicos no se que carajos esta pasando, yo solo, yo solo necesito que alguien me diga que pasa, por favor—trate de hablar lo más calmada posible.
—¡Traidora!—Está vez fue Sagun quien hablo, más bien, quien gritó.
—¡No griten maldita sea!—Volvió a enojarse Robin.
—¡¿Alguien pude decirme que esta pasando y por qué todos me están diciendo traidora?!
—¡Que no griten!—Esta vez el grito de Robin fue más en serio, más fuerte, todos guardamos silencio—Nadie dirá nada hasta que lleguen los demás.
Y como el lo dijo, todos nos quedamos en silencio.
Cerré mis ojos tratando de analizar la situación.
¿Estaban aquí por mi?
En parte si pero creo que las razones no estaban exactamente a mi favor.
No los culpaba, me había escapado sin avisarle a nadie y de repente me encontraban con el bando enemigo junto a mi madre de la cual supuestamente no tenían ni idea de donde estaba. Las cosas apuntaban bastante mal.
