Capítulo Veiniuno

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CAPÍTULO VEINTIUNO| MISSING

OI COMO TOCARON LA PUERTA, todos los días en diferentes horas del día algunos de mis compañeros tocaban la puerta con la esperanza de hacerme salir, pero mi pesadez era mas grande que la preocupación de todas las personas que decían preocuparse po...

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OI COMO TOCARON LA PUERTA, todos los días en diferentes horas del día algunos de mis compañeros tocaban la puerta con la esperanza de hacerme salir, pero mi pesadez era mas grande que la preocupación de todas las personas que decían preocuparse por mi. En varias ocasiones Damián había incluso logrado entrar a mi habitación pero eso no había significado nada, pues mientras el recitaba palabras carentes de sentido para mi yo solo me hundía más y más.

—Tienes que comer, es importante.

Escuche la voz de Jason afuera, no me moví ni un centímetro, el apetito que sentía era meramente por pura supervivencia, el sabor y la sensación de la comida en mi boca se había tornado mundano y asqueroso.

¿Como podía yo estar aquí comiendo cuando otra persona ya no podría hacerlo?

Quizá exageraba, no era seguro el hecho de estuviera muerta esa persona pero no podía dejar de atormentarme con la sensación de que alguien que yo amaba pudiera estar muerto. Y cuando quise ayudar en la investigación me recordé a mi misma que eso no era una opción factible, además de que aquella entidad me había dado instrucciones claras de que hacer:

Nada.

En otras palabras más melodramáticas, hundirme lentamente en mi miseria, atormentarme cada minuto del día, lamentarme cada segundo de mi existencia.

Así que ignorando a Jason, solo me quede recostada hecha un ovillo mientras mi mirada se mantenía fija en la nada, la habitación estaba casi completamente oscura y unos rayos tenues de luz se filtraban por las cortinas parcialmente cerradas. No había salido de mi habitación en cinco días, no había comido nada más que rebanadas de pan y vasos de agua, mi piel no había tocado el agua de la ducha y podía sentir como la vida flaqueaba en una fina línea.

¿Que había pasado para llegar a esto?

Bueno, es bastante sencillo. Tiempo atrás había cometido el error de soltar una pequeña y aparentemente inofensiva frase:

Yo no soy de fiar.

Ya hasta lo había olvidado, concentrándome en mi nueva batalla, había pasado todo el hecho desapercibido, olvidado. Pero aquella entidad no lo había visto así. Por lo que cuando me encontraba más motivada que nunca para salir de adelante, el hizo una jugada para drenar toda mi adrenalina valiente y osada.

Me había dado una apuñalada por la espalda haciéndome caer para desangrarme, perdiendo fuerza y motivación. En mi cabeza solo podía pensar en cuan débil, estupida y miserable era. Me odiaba por no ser lo suficientemente fuerte para poder pelear, había estado tomado los caminos fáciles y las salidas sencillas.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓,     damian wayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora