Capitulo 4

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Capitulo 4

Todo sucedió muy rápido, Victoria cogió el teléfono, Heriberto ya estaba vestido con pijama y no se quedó a escuchar la conversación, dejando a su mujer entre preocupada y sorprendida.

Al paso de 15 minutos...

Estudio

Al parecer no habían estado hablando todo ese tiempo, porque Victoria bajó vestida, peinada, perfumada y Heriberto hace varias semanas sabía cuánto se tardaba en ese ritual de preparación para dormir. Mucho más del cuarto de hora que estuvo intentando leer para no imaginar de qué hablaba su esposa con su ex.

V: ¿Puedo saber a qué se debe tu actitud??
H: (con esa expresión de que no entendía la pregunta)
V: Por favor Heriberto...
H: Ninguna actitud, Victoria... ¿Pero te fijaste de la hora?? (Quitándose los anteojos y dejándolos sobre el libro que leía)
V: Ten en cuenta la diferencia de horarios... Me parecen absurdos tus celos...
H: no son celos...
V: si lo son, recuerda que cuando te acepté, sabias perfectamente que tenía un ex esposo, así como 2 hijos y 3 nietos que de una u otra forma nos unen...
H: Ah, entonces la llamada fue por ellos...
V: si... Para saber cómo están... (Evitando mencionar tanta palabrería de Osvaldo)
H: ahora resulta que Max y Fer son 2 niños pequeños...

V: ¿por qué estamos discutiendo por una tontería, mi amor?? Deja ese libro y subamos... (Tomándole una mano y rozando la alianza con un dedo)
H: ¿Sabe que nos casamos?
V: por supuesto...
H: pídele que no te vuelva a llamar a esta hora, por favor... (Accediendo a ponerse en pie) Por ahora el día es prácticamente para trabajar, la hora de la cena para la familia, pero después de eso éste es el único tiempo que nos quedamos a solas y a menos que sea por una emergencia no me gusta que nos interrumpan...
V: despreocúpate, ya se lo dije...

En el camino de vuelta a la recamara, Victoria pudo percibir que no todo había vuelto a la normalidad entre ellos, ya que normalmente hubieran subido abrazados o del brazo, lo hicieron en completo silencio.

Mientras él se metió al baño, ella se acostó en su lado de la cama, dando la espalda de modo que no lo vería salir, pero lo que si sintió minutos después fue cuando se acostó y se acerco a ella por detrás, abrazándola en un gesto muy intimo para hablarle casi al oído.

H: perdón si te ofendí con mi actitud... (Dándole un beso en el cuello)
V: (sintiendo un escalofríos y a la vez embriagada por su aroma) ¿Con tus celos? (Sonriendo a la espera que lo reconociera)
H: de acuerdo... Me puse celoso...
V: al contrario de ofenderme, me sentí halagada...
H: lo dices para que me sienta mejor, Victoria...
V: es la verdad, mi amor...
H: me encanta cuando me llamas así...
V: (girándose un poco para besarlo y quedarse fundidos en un abrazo que les duró hasta el otro día)


CASA DE MODAS
Oficina de Victoria

Ant: ¿Y el doctor contestó??
V: (Sin saber si reírse o no porque su amiga seguía llamando así a Heriberto) Si...
Ant: ¿y que se dijeron??
V: no lo sé, yo estaba en el baño y cuando Salí, Heriberto me entrego el teléfono...
Ant: ¿Qué te dijo Osvaldo?


>>>>> Flashback

V: bueno...
Osv: entonces ya le dices "mi amor"...
V: ¿Cómo estas Osvaldo? (Sin la intención de empezar una discusión)
Osv: bien corazón, ¿Y tú?
V: Por favor no me llames más así...
Osv: ¿Por qué? ¿Por qué ya no eres la misma de antes?? A mí jamás me permitiste contestar tu celular...
V: ¿Me estas llamando para decirme esto?? Te pido que no vuelvas a llamarme a esta hora, sabes perfectamente que casi es medianoche en México...
Osv: tenía que hablar contigo de lo que hiciste...

V: ¿Y que se supone que hice??
Osv: abandonaste nuestra casa, Victoria...
V: Max, María y los niños están viviendo ahí... No veo tu molestia...
Osv: todos nuestros recuerdos están ahí encerrados, por favor, ¿te olvidaste en un día para otro??
V: Esta plática no tiene sentido, Osvaldo...
Osv: ¡claro que lo tiene! ¿No pudiste esperar un poco más para casarte con Heriberto??
V: De hecho me tardé mucho, ¿sabes? Lamento haber alimentado tus esperanzas con mi indecisión... ¿Cuándo te fuiste no me deseaste que fuera feliz?? Pues tu deseo se está cumpliendo...
Osv: yo no he dejado de amarte, Victoria...
V: pensé que todo había quedado claro entre nosotros, Osvaldo... Yo amo profundamente a Heriberto y si vas a seguir en este plan, lo mejor es que no volvamos a hablar hasta que te hagas a la idea que empecé una nueva vida con otro hombre...


>>>>> Fin Flashback

Ant: no lo puedo creer Victoria, entonces Heriberto si tenía motivos para estar celoso...
V: nunca lo había visto así, ¿sabes? Y me encantó... Vuelvo a parecer una adolescente ¿no?
Ant: ay amiga... Es que estas enamorada...
V: se nos pasó el tiempo, los demás ya deben estar en la sala de juntas... (Recogiendo las carpetas con los bocetos)
Ant: si, vamos ya... (Adelantándose a salir y casi tropezándose con el Doctor Ríos Bernal cuando abría la puerta)
H: Antonieta, buenas tardes... (Saludándola igual de atento que siempre)
Ant: Buenas tardes Heriberto, ¿Cómo estás?
H: bien, muy bien... Viniendo a robarles un momento a la jefa... (Encontrándose en un beso con su amada esposa)
V: ¿Ah sí? (Sonriéndole sin separar la mirada de él)
H: vamos a comer...
V: ¿ya?
H: es hora...
V: dame un minuto...
H: no más de 2, eh...
V: no tardo mi amor... (Yendo con Antonieta)

Ant: ¿Te vas?
V: no puedo decirle que no... Y no quiero hacerlo... Diles a todos que tomen el descanso para comer y empezamos en 2 horas...
Ant: Victoria...
V: por favor Antonieta, Heriberto me está esperando...
Ant: está bien...
V: ¡gracias amiga!

H: ya venía por ti... (Extendiéndole la cartera)
V: (Agradeciéndole con un beso) Que impaciente... ¿O es que tienes hambre ya?
H: un poco...
V: mentiroso... (Tomándolo del brazo y saliendo de la oficina) Te conozco...
H: (Empezando a reír con ella cuando bajaban)
V: y esa risa te delata...
H: Soy tan feliz contigo Victoria... (Acompañando el beso con un suspiro característico en él)
V: y yo contigo, mi amor...


Horas más tarde...

CRIT
Consultorio de Heriberto

H: padre, discúlpeme el retraso por favor... (Entrando muy apurado, deteniéndose a saludar al sacerdote para luego intercambiar la chaqueta del traje por la bata blanca)
JP: despreocúpese doctor... Acabo de llegar hace unos minutos... Comprendo que estaba en su hora de descanso...
H: si, fui a comer con Victoria y se nos hizo tarde... (Tomando asiento tras el escritorio)
JP: ya me comentó María Desamparada que se casaron... A escondidas...
H: En realidad no fue así... Sorprendí a Victoria con la proposición y no quisimos esperar más...
JP: ¿y no pensaron en recibir la bendición de Dios?
H: desde luego que si, padre... Para ambos es muy importante... Pero también deseamos que sea algo íntimo y pequeño...
JP: cuando y como ustedes lo dispongan...
H: perfecto... ¿Y yo puedo ayudarlo en algo?
JP: vine a verte como paciente... He tenido ciertos malestares...
H: dígame lo que ha sentido... (Colocándose los lentes y alcanzando algo para tomar nota sin dejar de prestar atención)


Día Viernes...
CASA de Modas

La mayoría de los empleados se habían retirado a sus casas cuando la jornada del trabajo terminaba, incluidos los hijos de Victoria que salían corriendo cada día en busca de sus niños, así como Antonieta y Oscar que saldrían de viaje de fin semana aquella misma noche.

Sala de diseño

V: ¿Pipino?? ¿Piensas quedarte a trabajar hasta tarde?? (Sorprendiendo a su amigo y colaborador entre telas)
Pi: Yo creí que te habías ido...
V: estoy esperando a Heriberto... No debe tardar...
Pi: que galán te conseguiste, eh... Y no me hables porque sigo enojado contigo... (Haciendo uno de sus dramáticos gestos) No me invitaste a tu boda con el doctor...
V: ¿Y cómo? Si ayer volviste de viaje...
Pi: de todas formas no me hubieras invitado, ya me dijo Antonieta como fue...
H: ¡Buenas noches!
Pi: ¡Aaah!! ¡Me asustó dotore! (Dando un brinco)
H: lo siento... No fue mi intención... (Acercándose a darle un beso a Victoria)
V: mi amor, esta bromeando... (Riendo tanto por la expresión de Heriberto como la de Pipino)
H: aahh...
Pi: ¡Claro que no Vitoria!

H: ¿Ya estas lista?
V: si, cuando quieras...
Pi: ¿Pero qué no le dijiste que hubo un cambio de planes? Iremos a uno de esos antros de moda...
H: asumo que sigue bromeando...
V: (Asintiendo con un gesto que no podía contener la risa) Ya le dije que venga con nosotros al teatro y no quiere...
Pi: no quiero estorbar...
V: ay Pipino... Eres bienvenido...
Pi: grazie, pero ya tengo planes...
H: ¿Entonces nos vamos? Tenemos el tiempo justo para llegar, mi amor... (Halando de la mano a Victoria hacia la salida)
V: que conste que te invitamos, eh Pipino...
Pi: eh... ¡Dotore!
H: ¿Si...? (Con cierta resistencia a lo que iba a escuchar)
Pi: ¿Puedo pasarme por su consultorio uno de estos días?
V: ¿Te estás sintiendo mal?? (Preocupándose de inmediato)
Pi: no, no... Es otro tema... (Agregándole misterio al asunto como era su costumbre)
H: Claro... (Bajo la atenta mirada de Victoria) Esta semana estaré en el hospital...
Pi: que disfruten de la obra de teatro, eh...


Luego de un par de minutos...

H: ¿para qué crees que quiere verme tu amigo??? (Abriendo la puerta de salida)
V: no tengo la más mínima idea...
H: ¿Alguna vez habla en serio??
V: escasas ocasiones... ¿Por qué? ¿Te pone nervioso?
H: ya te dije que es algo excesivo...
V: mi amor...
H: Victoria, ¿esto te divierte, no es así??
V: no puedo evitarlo... (Volviendo a reír por la cara de Heriberto)

H: hace mucho que solo ríes...
V: ya no recuerdo la última vez que lloré...
H: me da un placer infinito oírte decir eso...
V: y en gran parte te lo debo a ti...
H: no, tú decidiste ser feliz... A mi lado...
V: y no he dejado de serlo, tenlo por seguro...


Se trataba del primer domingo que los hijos y nietos de Victoria irían a pasar con ellos en la nueva residencia, por eso el matrimonio Ríos Bernal iba de adentro a afuera, de arriba abajo, deseando que todo estuviera perfecto para la visita. El tiempo pasó muy a prisa y cuando se dieron cuenta, el timbre estaba sonando.

Claro que había mucha expectación en aquella reunión familiar, si bien era cierto las relaciones entre
todos iban afianzándose cada vez más, esta sería la primera prueba a pasar.

H: ¡Bienvenidos! Pasen por favor... Están en su casa...
Vicky: ¡Hola abuelito! (Como era ya normal en los brazos de Heriberto siempre que estaban juntos)
H: ¡qué bueno verte pequeña! A todos en realidad... (Tomándose el tiempo de saludarlos a cada uno de beso y abrazo incluidos los bebes)
MD: ¿Y mi mama?
H: eehh...
Max: ¿Pasa algo con ella??
Fer: Heriberto, ¿Dónde está mi mama??? (Algo alterada, demostrando eso que decían de las hormonas del embarazo)

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