Capitulo 25
La sala de espera del hospital, estaría en completo silencio, a no ser por los sollozos de los presentes.
Victoria, Max, María, Fer, Cruz, los amigos de la casa de modas y los de la vecindad, todos a la espera de noticias.
Llegaron casi pasando la medianoche al centro médico y la espera se extendió por varias horas, llegando a la madrugada, hasta que salió el médico con noticias, y en este caso no era Heriberto.
V: ¿Cómo está mi marido, doctor? (Terriblemente angustiada)
Dr: Señora Ríos Bernal... Por la situación del paciente, el pronóstico es reservado...
Max: ¿Pero cómo que es reservado??? ¡Somos su familia y necesitamos saber cómo está! (Alterado por todo lo sucedido)
Cruz: Calma Max... Vamos a dejar que el doctor nos diga lo que puede decir...
MD: doctor... Compréndanos... Sobre todo a mi mamá...
Dr: Los balazos fueron a quemarropa... Eso hizo más complicado el asunto... Conseguimos sacar las balas... Ahora solo nos resta esperar...
V: (Llorando desconsoladamente en los brazos de sus 3 hijos)
Fer: con todo esto, supongo que no podremos verlo...
V: yo quiero verlo, por favor doctor... Permítame ver a mi esposo...
Dr: en este momento está en la Unidad de Cuidados Intensivos...
Max: Y usted es colega de Heriberto, ¿No? Y lo aprecia mucho...
Dr: así es...
Max: Entonces permita que mi madre lo vea. Un minuto al menos...
Dr: Veré qué puedo hacer...
MD: gracias... (Guiando a su madre hacia el sofá)
Ant: Victoria, ¿Por qué no vas a tu casa a cambiarte, eh? Yo te acompaño...
V: no Antonieta... Gracias pero no quiero moverme de aquí...
Pip: pero ese vestido está... Sucio... (Por no mencionar la sangre)
Cruz: el doctor Ríos Bernal podría asustarse si la ve así...
Ant: Cruz tiene razón...
V: ya les dije que no me iré.
Fer: mejor es que vayas tú y traigas algo de ropa para mama, Antonieta...
Ant: si... Vamos Pipino...
Por la mañana.
En uno de los pasillos...
Cruz: Max... ¿Hablaste con Oscar?
Max: si...
Cruz: ¿Qué pasó con tu papá?
Max: Está detenido... Por intento de homicidio...
Cruz: esto está cañón...
Max: quisiera estar allá, ¿pero qué voy a decirle a la policía, eh?? Todos vimos cuando mi padre lo apuntaba con el arma... Aunque Oscar está alegando que fue accidental... Un forcejeo... Heriberto está debatiéndose entre la vida y la muerte...
Par de Horas más tarde...
Sala de Espera...
MD: mamita, ya pasaron 12 horas y tú sin dormir...
V: no tengo sueño, hija... (Sentada entre María y Antonieta)
Ant: María tiene mucha razón, Victoria... No has probado bocado...
V: ¿Quién puede tener hambre en un momento como este??
MD: perdón... (Escuchando su teléfono sonar) Es Naty... (Alejándose mientras contestaba)
Ant: Victoria, ¿Recuerdas lo que te dijo Heriberto cuando sucedió lo del virus de María Desamparada?
V: (Mirándola con atención)
Ant: Que si tú te mantenías fuerte, todos lo seriamos y soportaríamos la situación... Es ahora que necesitas ser más fuerte que nunca, amiga...
Pip: ¡Vitoria! (Llegando muy alterado) ¡Abajo están todos los periodistas de farándula!!
Enf: señor, esto es un hospital. Silencio por favor.
Pip: Scusa... (Quitándose las gafas y tomando asiento junto a sus amigas)
V: ¿Y por qué?
Pip: claro que porque Osvaldo está en la cárcel y quieren saber si el dotore sobrevivirá o no...
Ant: ¡Pipino!
V: claro que Heriberto saldrá de esta y se pondrá bien...
Pip: si sucede lo contrario, Osvaldo terminaría sus días en prisión...
Ant: ¡Calladito te ves más bonito, Pipino Pichoni!
V: Deberá pagar un castigo...
Ant: yo espero que no te molestes, Victoria... Pero Oscar está defendiéndolo...
Max: Madre... Ya me dijo María que no quieres comer, así que conmigo no podrás negarte... ¿Vamos a la cafetería o salimos a buscar algo? Elige.
Minutos más tarde en la Cafetería...
V: ya... (Dándole un bocado a lo que Max le había pedido)
Max: no señora... Si no te gustó, pedimos otra cosa o vamos a un restaurant...
V: olvídalo... Ya les dije que no pienso moverme de este hospital sin Heriberto... ¿Y por qué no me habías dicho que tu padre está preso??
Max: mamá, suficiente tenemos ya con lo de Heriberto... Como para preocuparte más...
V: Perdóname si sueno cruel, pero no es Osvaldo quien me preocupa, sino tú y tu hermana...
Max: creo que deberíamos centrarnos en Heriberto...
V: por supuesto. Pero dime, ¿Cómo te sientes??
Max: mal... Muy mal...Estoy desconcertado con lo que hizo mi padre...
MD: ¡Mamá! (Apareciendo muy agitada y emocionada) El doctor te consiguió un permiso para que veas a Heriberto...
V: (Reapareciendo inmediatamente el brillo en sus ojos y una sonrisa en sus labios)
UCI *
El cambio de lugares le resultaba aterrador a Victoria. Ante cualquier problema que se presentara en la salud de ella o de su familia era Heriberto quien se hacía cargo siempre desde que se conocieron.
Ahora verlo tendido en una cama, con semblante pálido, con tubos, cables y aparatos por todos lados era completamente desolador.
Quizás el sentimiento de culpa era más fuerte en ese momento que podía ver a Heriberto debatiéndose entre la vida y la muerte. Para nadie era un secreto de la rivalidad entre su marido y Osvaldo... Para sí misma, en aquel instante no era un halago que 2 hombres se pelearan por ella, de ninguna manera.
V: Mi amor... Heriberto... (Tomándole una mano entre las suyas e inclinándose a darle un beso en la mejilla) Tienes que ponerte bien... Yo te necesito a mi lado... Conmigo, ahora que encontré en ti el verdadero amor no quiero perderlo...
H: Victoria... (Entre sueños o seguramente bajo los efectos de la anestesia)
V: si mi vida... Aquí estoy... Contigo...
H: Victoria... (Abriendo los ojos con gran esfuerzo, ya que al parecer le pesaban, esbozando una pequeña sonrisa que como siempre cautivó el corazón de Victoria)
V: ya estás reaccionando... (Haciendo a un lado el temor de perderlo cuando le daba buenas señales al despertar)
H: ¿Tú... estás bien...? (Con algo de dificultad para hablar)
V: claro que si mi amor...
H: ¿Y los muchachos...?
V: Están todos bien... Nadie más resultó herido...
H: qué... Bueno... (Por sus conocimientos médicos, percibiendo que algo no iba bien en su organismo)
V: ya no hables más, mi vida... Debes descansar...
H: háblale al doctor... O a la enfermera... Por favor... (Sintiendo que la presión arterial iba en picada, mientras los latidos de su corazón aumentaban pero sin asustar a Victoria)
Pero no fue necesario que Victoria llamara a nadie, porque los médicos y enfermeras entraron a prisa cuando recibieron la alerta que algo iba mal del monitor que controlaba los signos vitales de Heriberto.
MD: ¿Qué pasó mamá??? (Viendo a Victoria salir muy alterada del área restringida)
V: no lo sé... Me sacaron de la habitación y se llevaron a Heriberto...
Fer: calma mamita... Seguro que quieren ver que va todo bien...
V: no Fer. Todos se alarmaron y hablaron de una complicación. ¡Una hemorragia!
Max: ¡Yo voy a preguntar qué sucede! (Escuchando todo cuando volvía junto a Cruz con café para las mujeres)
Resultaba una completa desconsideración a criterio de los interesados por Heriberto. Nadie daba informes de su estado y hace varias horas lo habían vuelto a ingresar a la sala de operaciones
Fue por la mañana siguiente cuando el hospital entero supo la lamentable noticia, el tan apreciado Dr. Ríos Bernal luchaba por su vida luego de que alguien lo había baleado.
Colegas y enfermeras pasaron a donde se encontraba Victoria rodeada por sus hijos y amigos cercanos, para demostrarle el pesar y el apoyo en lo que estaban pasando. Pero seguían sin tener noticias...
El reloj estaba andando a paso de tortuga, fueron las horas más largas para todos ellos, de la sala de espera a la capilla, de la capilla a la cafetería y de la cafetería a la sala de espera, repitiendo nuevamente el círculo cuando no podían aguantar más la incertidumbre.
MD: Max... Puedes ir a la delegación con tu papá, yo me quedo aquí acompañando a mamá...
Max: no María... Oscar como abogado está haciendo los trámites pertinentes...
MD: ¿Cómo van las cosas?
Max: mal... El único que podrá sacar a mi padre de la cárcel es Heriberto...
MD: ¿Cómo??
Max: Esto es grave, mi amor... Osvaldo intentó matar a Heriberto... ¿Sabes cuántos años de cárcel le pueden dar??
MD: no sé qué decirte...
Max: Me duele mucho decirlo, pero se los merecería... Solo espero que... (Corriendo hacia los doctores que salían seguramente con informes)
Fer: vaya, por fin se dignan a traernos noticias...
Cruz: florecita... (Comprendiendo que estaban todos nerviosos y estresados)
V: ¿Cómo está mi esposo? (Repitiendo la misma pregunta por milésima vez)
Dr1: Acaba de salir del quirófano...
Max: bueno, ¿pero qué ya no le quitaron las balas?
Dr2: y así fue, con lo que no contamos es que una se perforó un pulmón... Y ocasionó una hemorragia interna... Nivel 4...
Cruz: Pero esa es la más grave, ¿No?
Dr1: así es... La tensión bajó muchísimo y perdió el conocimiento...
V: cuando estaba con él empezó a sudar y de pronto se puso muy frío...
Dr2: efectivamente... Casi lo perdemos en el quirófano...
Dr1: Hicimos lo que estuvo en nuestras manos pero nos costó mucho detener la hemorragia... Aun con la cirugía... Dios escuchó todas sus oraciones o Heriberto tiene un ángel en el cielo porque esta la salvó...
Fer: yo diría que 3, ¿No? (Pensando en la familia fallecida de Heriberto)
MD: ¿Y ahora cual es el estado de Heriberto?
Dr2: A pesar que la emergencia ya pasó, es crítico...
Max: ¿Cómo que "Crítico"? Le sacaron las balas, no hay más hemorragia... ¿Qué tiene que pasar para que esté bien??
Dr1: Tiempo... Además de todo lo que pasó, también recibió una transfusión de sangre... Tenemos que esperar a que evolucione favorablemente...
Fer: ¿Esperar más de lo que ya esperamos??
Dr2: comprendemos perfectamente que como familiares reaccionen así... Pero en estos casos se debe ser paciente...
V: ¿Puedo pasar a verlo?? (Otra de sus preguntas favoritas en ese momento)
Dr1: está sedado...
V: no importa... Quiero verlo y estar con él...
MD: estoy segura que la presencia de mi mama le hará mucho bien...
Dr2: Un momento nada mas, venga con nosotros señora...
Las visitas iban y venían a fin de saber cómo seguía Heriberto, pero los que no se movieron y siguieron al pie del cañón hasta que mostrara una leve mejoría fueron Victoria, Max, María y Fer.
La escena que Victoria encontró al entrar a ver a su marido no fue la que se esperaba, aquella doctora entrometida ciertamente y que sin lugar a dudas estaba tras Heriberto, ¡se aprovechaba de los efectos de los sedantes para besarlo! Se olvidó absolutamente donde estaban por la tremenda cachetada que le dio.
V: ¿Qué haces aquí??
Gi: Victoria...
V: ¿Cómo te atreves?? Heriberto es mi marido y vienes a sacar partido de su estado. (Conteniéndose para no gritar, pero sacándola casi a rastras de la habitación)
Todo resultaba confuso para Heriberto, no terminaba de comprender si había muerto... Pero alcanzaba a oír voces... Voces de mujeres... Y una de ellas era la de Victoria, eso solo podía decir una cosa, había sobrevivido a la complicación que en sus momentos de conciencia puedo escuchar hablar a sus colegas.
H: Victoria... (Empezando a toser cuando sintió la garganta completamente seca)
V: (Olvidándose de la discusión cuando escuchó esa voz nuevamente) Si mi vida... Aquí estoy...
H: agua... Quiero agua...
V: Enseguida mi amor... Pero no hables... (Pulsando el botón para llamar a la enfermera)
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Cuando Heriberto volvió a despertar, fue a Victoria la primera persona que vio...
H: ¿Cuánto tiempo pasó... desde que te pedí agua...? (Hablando lentamente)
V: aproximadamente 2 horas... (Ya lista con el vaso de agua y dándole de beber como la enfermera le indicó)
H: Me parece todo un día...
V: de hecho, ya tenemos dos días enteros aquí... Son las 11 de la noche...
H: ¿Y aquí has estado todo este tiempo...??
V: por supuesto... Y también los muchachos... Se fueron hace un rato cuando el médico nos informó que el peligro había pasado...
H: ¿Y tú? (Indicándole con la mano que no quería más agua)
V: ¿yo qué?
H: ¿Por qué no vas a descansar?
V: porque no. Porque quiero estar a tu lado... Tuve tanto miedo de no volver a verte... (Sentándose en la cama con temor de lastimarlo)
H: después de lo que he vivido contigo, hubiera muerto feliz... (Esbozando una sonrisa débil)
V: no me digas eso... (Tomándole la mano que no portaba el suero)
H: calma... Al parecer tendrás Heriberto para rato...
V: ya empezaste con tus chistes y eso significa que estás bien... (En un juego de manos con él)
H: ¿Y eso significa también que puedes darme un beso como Dios manda entre marido y mujer??
V: definitivamente estás recuperándote rápidamente... (Inmensamente feliz al oírlo hablar así, inclinándose hasta juntar sus labios con los de él)
A primera hora de la mañana, lo trasladaron a una habitación amplia, a fin de que Victoria pudiera acompañarlo cómodamente.
Esa era la mejor señal de que el Doctor Ríos Bernal se estaba recuperando del atentado que había sufrido hace unos de días.
H: ¿Qué pasa? (Viendo a Victoria en la ventana que daba a la calle principal)
V: siguen ahí los periodistas...
H: ¿y por qué??
V: para saber de tu estado...
H: ¿Y cuándo me volví famoso?? Espera un momento... ¿Osvaldo también resultó herido?
V: no...
H: entonces lo detuvieron... O huyó...
V: está detenido... Por intento de homicidio... Y la prensa está agolpada tanto aquí como en la delegación... Pero no es momento para hablar de eso...
¡El desayuno! Estaban casi terminando cuando Cruz y Fer sorprendieron gratamente a Heriberto, llevándole a la pequeña Victoria.
Vicky: pero mi abuelito no es un bebé... (Sentada en la cama con gesto curioso mientras observaba a Victoria alimentando a Heriberto)
V: no, pero esta enfermito...
Vicky: ¿Te duele la panza, abue?
H: pues... Si... Digamos que si...
Vicky: no puedes comer muchos dulces... Ni tampoco pastel...
H: seguiré tu consejo cumplidamente, mi amor...
Dr1: Con permiso... (Luego de tocar) Heriberto, agentes del ministerio público quieren hacerte varias preguntas y tomar tu declaración sobre el incidente... Si me dices que puedes hacerlo, los autorizo para que pasen...
V: ¿No es muy pronto, doctor?
H: no, voy a hacerlo ahora mismo... Hazlos pasar, por favor...
V: pero mi amor... No creo que sea conveniente para tu salud...
H: Victoria, no voy a correr una maratón... (Haciendo a un lado la bandeja de comida)
Cruz se llevó a la niña, pero los que sí estuvieron presentes junto a Victoria y Fer fueron Max y María que acababan de llegar.
AG: ¿Está seguro de su declaración Dr. Ríos Bernal?
H: Absolutamente. Fue un accidente como ya le expliqué. Osvaldo Sandoval y yo discutimos, es cierto... Y en un forcejeo, la pistola que él portaba se disparó... Evidentemente el que no corrió con mucha suerte fui yo... (Haciendo alusión al estado en que se encontraba) Pero ese es mi testimonio.
AG: ¿Me firma aquí? (Luego de unos minutos cuando tuvo lista el acta de declaración)
H: Por supuesto...
AG: gracias por su colaboración...
H: a ustedes...
Cuando los agentes policiales se habían ido...
Fer: Heriberto...
H: No. (Conociendo las intensiones de Max y Fer) Por favor, nadie diga nada.
Max: Heriberto, mi padre se regresa mañana mismo a España. (Sorprendiéndolos a todos con esa noticia)
>>>>>>>>>>> FLASHBACK

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El Triunfo Sigue
FanfictionLa historia no contada de un gran amor... La historia de Heriberto y Victoria.