Capitulo 19

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Capitulo 19


H: tú no me conoces. (Con el pecho henchido por la rabia y preparándose para lanzar el primer golpe)
MD: Heriberto... (Haciendo un esfuerzo por sujetarle el brazo, tanto que le tocó usar ambas manos)
H: María...
MD: no sabía que estabas aquí... (Saludándolo más cariñosa que con Osvaldo)
H: si, tú mama está con Fer y las niñas...
MD: ¿Puedo hablar contigo?
H: vamos a mi consultorio... (Dejando atrás a Osvaldo)

MD: ibas a golpearlo... (Caminando junto a él)
H: sino llegabas tú... Sí.
MD: no fue difícil darme cuenta...
H: me evitaste un gran problema... Gracias...
MD: que yo te apoye y que Max te comprenda perfectamente, no significa que a mi mamá le haga gracia que te estés peleando con Osvaldo en cada esquina...
H: lo sé...
MD: ¿Te imaginas los chismes del hospital?? "Dr. Ríos Bernal golpea al padre de una paciente" o "Se va de puños con el ex de su esposa"...
H: tienes toda la razón...
MD: hay que ponerle fin a esta situación... Osvaldo y tú tendrán que verse aunque no quieran... Además recuerda que vino por pocas semanas...
H: (Riendo con ella y dándole un abrazo como seguramente haría con su hija)


En la suite...

Con la llegada de Cruz, completaban el cuadro de la familia feliz, con las niñas en la cama. Victoria observaba la escena encantada hasta que llegó Osvaldo...


Osv: Victoria, necesito hablar contigo...
V: pero yo no. (Yendo al otro lado de la habitación)
Osv: Por favor.
V: te dije que no. (Camino a la puerta pero se encontró a Heriberto y María que entraban en ese momento y se quedó)
H: Vaya, vaya... Que tenemos aquí... La familia Robles al completo...
Cruz: Doctor... Anoche por la emoción ni le agradecí por acompañar a mi florecita en el parto...
H: Fue un verdadero honor para mí... Le comentaba a Victoria que es la tercera vez que veo nacer un niño...
Cruz: ¿A poco??
H: si... Mis 2 hijos y ahora tu hija... Y es una experiencia maravillosa, tú tienes que estar presente en el próximo, eh...
Fer: ¿Quién habló de próximo??
MD: ¿No eras tú la que querías tener muchos hijos??
Fer: ya tengo 2, así que está en veremos otro bebé...
Cruz: pero florecita... Así como Max está buscando la niña, nosotros tenemos que buscar el niño...
H: (Abrazado a Victoria y riendo por los comentarios)

Osv: Cruz, ¿Ya sabes que Heriberto pagó la cuenta del hospital? (Rompiendo así la armonía del momento)
Fer: ¿Otra molestia mas para nosotros??
Cruz: no puedo aceptarlo, doctor...
H: Fer... Cruz... (Sin saber cómo explicarse)
Fer: Cruz tiene razón, Heriberto...
V: calma... Heriberto y yo ya lo habíamos hablado desde antes... Pagaríamos juntos la cuenta, como un regalo para ustedes...
Cruz: pero señora Victoria...
V: no quieren ayuda para comprar la casa, acepten este gesto al menos... Lo hacemos con la mejor intención...
H: y con todo el cariño del mundo...

La familia de Cruz, amigos de la vecindad, de la casa de modas, todos fueron a visitar a la recién nacida, como política el hospital no permitía tantas visitas al mismo tiempo, pero una vez más Heriberto intervino.

Cafetería

Os: Osvaldo, cuando decidiste aceptar ese trabajo en Madrid, creí que habías decidido olvidar a Victoria...
Osv: y lo hice... Pero no pude y cambié de opinión... Amo a Victoria y ahora estoy decidido a reconquistarla... Si una vez lo hice, ¿Por qué no lo haré nuevamente??
Os: ahora no tienes ni una oportunidad...
Osv: Dicen que la esperanza se pierde al último, ¿no? Pensé que mis hijos y mis nietos serían una forma de acercarnos, pero ya no estoy tan seguro... Por eso necesito tu ayuda...
Os: Soy tan amigo tuyo como de Victoria... ¿Y qué decir de Antonieta? Ellas son como hermanas... Así que me estás poniendo en un aprieto...
Osv: no si la forma en que me ayudes sea a través de negocios...
Os: no te entiendo...
Osv: la única forma de acercarme a Victoria es a través de la Casa de Modas...
Os: menos te estoy comprendiendo... Ya no eres ni accionista...
Osv: quiero comprar acciones precisamente...
Os: todas pertenecen a Victoria...
Osv: ¿Qué hay de las que era de Bernarda de Iturbide??
Os: acabo de enterarme que las compró Heriberto...
Osv: ¿pero cómo?? Mis hijos no pudieron estar de acuerdo...
Os: la verdad es que no sé cómo estuvo el negocio... Te digo que me enteré cuando Victoria estuvo de viaje...


Suite de Fer

H: únicamente se puede traer comida para la paciente...
Max: pero ya es casi hora de la cena, hombre...
H: la cafetería... O bien pueden ir todos a nuestra casa... (Luego de que Victoria asintiera con un movimiento de cabeza)
Napo: pos si el doctor invita, no podemos negarnos, ¿verdad?
Cruz: como siempre de gorrón, eh...
Napo: más respeto con tu tío...

Fer: ¿Se van todos y me dejarán aquí??
Cruz: yo me quedo con usted, florecita... No se preocupe...

Osv: Victoria... (Interrumpiendo el momento mientras organizaban algo según le pareció) ¿Puedo hablar contigo y nuestros hijos? A solas...

La incomodidad del momento fue extrema, si Maximiliano no estuviera presente, Heriberto no hubiera aceptado dejar a Victoria sola. Los amigos de la vecindad y la casa de modas se despidieron de Fer e irían adelantándose a la Mansión Ríos Bernal.

V: si quieres adelántate y yo me voy con Max...
H: no, prefiero esperarte...
V: ya hablé a la casa para que vayan preparando todo y reciban a los invitados...
H: ah, muy bien... Te espero afuera entonces... (Besándola levemente antes de salir)

Osv: María Desamparada... Puedes quedarte si quieres... (Desviando la vista de aquel beso)
MD: no, no es necesario... Mañana regreso a verte, Fer...
Fer: si hermanita... Gracias por venir...
MD: Max, voy con Fabián y Lucy por los niños...
Max: sí mi amor...
MD: Nos vemos en casa de Heriberto y mi mamá... (Terminando de dejarlo solos)


V: Ahora sí Osvaldo, ¿De qué quieres que hablemos? (Cruzada de brazos) Que sea rápido, por favor tengo prisa...
Osv: de la casa de modas...
Fer: ¿De trabajo??
Max: como que no es el mejor lugar, padre...
V: si lo que estás buscando son pretextos para...
Osv: No. Nada de pretextos. ¿Saben nuestros hijos que le permitiste a Heriberto comprar el paquete de acciones que me pertenecían?
V: acciones que tú vendiste sin importar que fuera a mi peor enemiga.
Osv: yo no lo sabía, Victoria...
Fer: ¿Qué dices papá??
Max: ¿Madre, Es cierto eso?
Osv: aclara nuestras dudas, por favor...
V: a ti no tengo porqué aclararte nada...
Osv: es el negocio de ellos también, ¿no?
V: Lo voy a hacer por Max y Fer... Hace unas semanas Heriberto me lo sugirió...


>>>>>> FLASHBACK
H: mi amor... (Luego de saborear el helado que acababan de comprar en una carreta del parque)
V: dime... (También probando el suyo)
H: estuve pensando sobre la casa de modas... (Acariciándole la mano que le tomaba)
V: ¿pensando en qué...?
H: hablaré con mi asesor financiero para comprar las acciones de la antigua casa Bernarda... Porque ya tienen el edificio, ahora faltan las acciones supongo...
V: Heriberto... No es necesario que lo hagas...
H: Victoria, tengo varias inversiones en diferentes sectores... ¿Por qué no podría hacer lo mismo en el negocio de mi esposa?
V: porque sería mezclar las cosas... Ya ves lo que pasó con Osvaldo...
H: una vez más te lo repito. Yo no soy Osvaldo.
V: lo sé mi amor... (Deteniéndose el camino para sentarse en una banca) Pero es tu dinero, lo que has ganado en tantos años de trabajo...
H: Victoria... Cuando ya no esté, todo será para ti...
V: no hables de eso...
H: algún día eso sucederá... Y lo que poseo se repartirá para las instituciones que patrocino, los nietos que tengamos y tú...
V: mi vida...
H: ya está todo predispuesto, así que no hay marcha atrás... Y volviendo con nuestro asunto... Me parece una buena idea invertir en tu negocio...
V: pero la casa de modas va bien...
H: eso te demuestra que no lo hago porque vaya mal... Te doy un tiempo para pensarlo... Pero esta noche quiero una respuesta... ¿De acuerdo?
V: si... Pero si no acepto, no podrás enojarte...
H: tienes toda la razón... No podré... (Besándole los labios entreabiertos)

>>>>>>>>>> Fin FLASHBACK

V: Para empezar las acciones están a nombre de Heriberto y el mío propio... No por decisión mía, sino de él...
Max: yo creí que esas acciones no se venderían, madre...
Fer: y yo que ya eran tuyas...
Osv: me sorprende todo esto Victoria... La casa de modas es un negocio Familiar... (Haciendo hincapié en la última palabra)
V: ¿Cuál es problema? Como el marido que tuve por 20 años y además padre de mis hijos, vendió esas acciones sin consultármelo, ¿creen que Heriberto a quien solo conozco hace unos meses y que llevamos semanas de casados me hará lo mismo?? ¿Es eso??
Fer: mamá...
V: pues se equivocan, la primera cláusula que firmamos fue precisamente que para vender tenemos que firmar los 2... O no hay venta...
Max: ¿entonces cómo quedan las cosas en la casa de modas??
V: tal y como hasta ahora... Lo de Heriberto es la medicina. Casa Victoria es mía y algún día quedará en manos de ustedes, mis hijos...
Osv: yo no quiero que mis hijos le deban nada a ese hombre. Dime la cantidad y yo compro esas acciones para Fer y Max...
V: Ya no es necesario, Osvaldo. ¿Tienen más dudas? ¿O eso era todo? (Impaciente por ir con Heriberto)


En el pasillo...

Cruz: quite esa cara doctor...
Vicky: ¿estás bravo abuelito? (Sosteniendo la mano de su padre)
H: no, no pequeña... Es algo de prisa para irnos...
Vicky: papi, voy a dormir con mis abuelitos otra vez...
Cruz: va a portarse bien, mi pequeña florecita...
Vicky: sí papito... (Entreteniéndose con una muñeca)

Cruz: ¿Qué creen que estarán hablando?
H: no tengo la más mínima idea...
Cruz: si quiere, yo le pregunto a Fer y luego le cuento... Si se puede, claro...
H: te lo agradezco Cruz... (Esbozando una sonrisa) No creo que sea necesario... Victoria no tiene secretos conmigo... (Palmeándole la espalda cuando la recién mencionada y Maximiliano salían de la habitación)

V: ¿Nos vamos? (Dedicándole la sonrisa más sincera a su marido)
H: si estás lista... (Algo sorprendido por aquel abrazo tan efusivo)
V: si... Mi vida... (Llamando a la niña) Despídete de tu papá que ya nos vamos...


Camioneta de Victoria*

H: (Viendo por el espejo retrovisor que la pequeña Victoria veía concentrada los dibujos animados en el asiento trasero) Qué buen invento, ¿no?
V: ¿Me decías? (Al sentir que Heriberto le apretaba con cariño una mano)
H: el DVD portátil... Distrae mucho a los niños...
V: ah sí...
H: Estás así por la plática con tu familia... (Soltándole la mano bruscamente)
V: Heriberto, por favor...
H: ¿por favor qué Victoria??
V: Para hablar de MI familia faltabas tú, María y nuestros nietos. Y estaba de más Osvaldo por supuesto. (Alargando el brazo para ser ella quien ahora le tomaba la mano que reposaba sobre el volante) ¿Mi amor, lo dudas?
H: no lo dudo, pero estoy cansado de Osvaldo. No pierde oportunidad de hacerme quedar mal frente a todos, especialmente frente a tus hijos. Y si no aprendió con los golpes de ayer, la próxima vez que me provoque le irá peor.
V: pero mi vida...
H: no Victoria. Esto se acabó. (Sonando fuerte y firme) Y hablaré con Max y Fer para que no los tome por sorpresa...
V: ¿y no te importa lo que yo te diga o te pida?
H: claro que me importa... Pero este asunto se está pasando de la raya y no lo voy a permitir.
V: ¿Piensas llegar todo serio con nuestros invitados?
H: Necesito que me apoyes en esto...
V: lo haré... No lo dudes... (Acariciándole con una mano la mejilla hasta posar el brazo sobre los hombros de su marido)

Ya en la mansión Ríos Bernal esperaban todos los invitados, en lo que sería una cena informal e improvisada. A pesar que Victoria había organizado la comida por teléfono, llegó a ultimar los detalles que faltaban con la ayuda de María Desamparada y Naty que se ofrecieron amablemente.

Napo: doctor, no sabía que fuera tan bueno en eso de los trancazos... (Uniéndose a Heriberto que desde lejos observaba a Max, Fabián y Juanjo jugar con los niños)
H: ¿Me creería si le digo que es la primera vez que golpeo a alguien?
Napo: pues para ser la primera vez, le fue muy bien...
H: peleé una que otra vez en el colegio, ya sabe, cosas de juventud... Que me sirvieron ayer...
Napo: a ver cuando me da unas clases...
H: se me da mejor la medicina, se lo aseguro...
Napo: aunque dejó al señor Osvaldo como santo Cristo de Iztapalapa... La mala vibra entre ustedes sigue, ¿Qué no?
H: lamentablemente para los muchachos...

Max: Don Napo, ¿Me permite hablar un momento con Heriberto, por favor? (Acercándose con Osvaldito en brazos)
Napo: pero claro, es bueno platicar con tu nuevo papá... (Mientras los dejaba solos)
H: no le hagas caso, ya sabes lo gracioso que es...
Max: sí, lo conozco...
H: (Cambiando el gesto de preocupación por una sonrisa cuando el niño le extendió los brazos)
Osv: Abuuuu...
Max: es increíble... (Viendo a su hijo feliz con Heriberto)
H: ¿Qué?
Max: que lo quieras tanto, siendo que lleva el nombre de tu... Enemigo...
H: Osvaldo no es mi enemigo, es más, no tengo nada contra él... Pero le faltó el respeto a Victoria que ahora es mi esposa.


Dentro de la casa...

DMili: esta retechula su casa, señito... (Subiendo las escaleras con Victoria)
V: siempre a las órdenes... (Mostrándole los interiores de la mansión)
DMili: el joven se pasó comprándole esta casota, eh...
V: la verdad es que si... Heriberto ha resultado maravilloso como esposo también...
DMili: ¿Mejor que el papá de Max y Fer?
V: mi primer matrimonio fue tan distinto, ambos jóvenes y con muchas ganas de superarnos profesionalmente... He pensado que eso desgastó nuestra relación y mató el amor... En cambio con Heriberto... Él es el que es y yo soy la que soy... No tenemos más objetivos que vivir juntos, el uno para el otro y disfrutar de nuestra familia...
DMili: igual que mi Napo y yo... Son tan parecidos nuestros casos, ¿Verdad? Aunque yo era viuda... No estoy deseándole la muerte a su ex marido, eh...
V: la entiendo Doña Milagros... (Riendo al oírla)

Jardín

Max: quizás si te pusieras un momento en su lugar...
H: lo he hecho, créeme... Y para empezar, bajo cualquier circunstancia, problema o pretexto... Nunca podría engañar a Victoria. En el peor de los casos, bajo efectos del alcohol o alguna droga, pero jamás conscientemente... ¿O acaso tu le has sido infiel a tu esposa?
Max: no, nunca. Y tampoco podría hacerlo...
H: esto no nos hace mejores que tu padre... Pero si demuestra que tu amor por María, como el mío por Victoria es genuino.
Max: de hombre a hombre, ¿puedo hacerte una pregunta? (Sorprendido porque Osvaldito se mantenía quieto en los brazos del abuelo)
H: adelante...

Max: ¿Qué pretendías comprando acciones del negocio de mi madre?
H: ¿Qué crees tú? ¿En quién confías más para que te pase una toalla cuando estás en la ducha? ¿Tu mujer o una desconocida?
Max: (Algo divertido por ejemplo) Por supuesto que en mi esposa...
H: de igual manera yo confío mas invirtiendo en la empresa de mi mujer que en los de extraños...
Max: discúlpame...
H: entiendo que tus intereses y los de tus hijos pueden estar en juego, pero...
V: ¿Qué hacen aquí tan alejados? (Abrazándose a Max)
H: le explicaba a Max como es que lo tuyo sigue siendo tuyo y lo mío también es tuyo...
V: (Sin comprender mucho) Luego me lo explicas, eh... (Al ver que todos se dirigían a la mesa)
H: con gusto...


Entrada la noche...

Salón Principal*

Cuando todos los invitados se retiraron a sus respectivas casas, Victoria intentaba poner todo en orden, mientras que Heriberto y la niña jugaban.


Vicky: ¡Aquí abuelito!
H: ¿Dónde? ¿Aquí?
Vicky: ¡No abue! ¡Aquí!! (Guiándole la mano hacia el objetivo)
H: pero ¿Por qué ahí?? (Sentado en la alfombra con la pequeña)
Vicky: porque así se juega...
H: Aaah... (Riendo al instante que fingía beber lo que la niña le ofrecía)
Vicky: ¡Abue, a que no me alcanzas! (Levantándose para empezar a correr entre los muebles)
H: ¿Qué no te alcanzo dices?? ¡A ver! (Persiguiendo a su nieta sin fijarse que iban dejando caer objetos a su paso)
Vicky: ¡AAAHHH!! (Riendo cuando el abuelo la alcanzó y la llevó al sofá para hacerle cosquillas)
H: ¿Ves como si te alcancé??
Vicky: si abuelito, pero ya nooooo. ¡No más cosquillas! (Muerta de la risa y con respiración agitada)

V: Qué bonito, eh. Yo organizando la casa y ustedes 2...
H y Vicky: (Levantando la mirada al mismo tiempo hacia Victoria)
V: Si, les hablo a ustedes 2...
Vicky: ¿Está enojada?? (Hablando al oído de Heriberto)
H: no lo creo... (Poniéndose en pie con la niña en brazos)
V: mañana continúan jugando... Es hora de que esta señorita se vaya a la cama...
Vicky: no abuelita... Un rato más...
V: también necesitas un baño... Así que ándale... Vamos...
H: ni modo... Hazle caso a la abuela... Y así nos va mejor a todos...
V: vamos Vicky... (Tomándola de sus brazos)
H: no te preocupes que yo recojo todo esto... (Girando a ver el alboroto y desorden sin saber por dónde empezar)
V: gracias mi amor...
H: ¿De verdad la pequeña Victoria y yo hicimos todo esto??

Vicky: no abue... (Subiendo las escaleras con la abuela)
V: ¡Claro que sí!


10 de la noche...

Victoria leía un libro sentada en la cama, en lo que esperaba que Heriberto regresara a la habitación.

H: ¿Sabes hace cuánto que no leía un libro infantil? (Dejando los lentes sobre la mesita y metiéndose bajo las cobijas)
V: la niña insistió en que tú le leyeras un cuento... Por eso los dejé solos... (Ya recostada en el pecho de Heriberto)
H: ¿Qué lees? (Encendiendo la televisión)
V: una novela... Ay mi amor... ¿El noticiero??
H: hay que estar enterado de lo que sucede en el país... En el mundo...
V: mañana temprano leerás los periódicos y sabrás si algo ocurrió... (Quitándole el control de la mano)
H: Victoria...
V: veamos una película... ¿Si? (Cambiando de canal luego de dejar el libro a un lado)
H: pero si me duermo...


En cuestión de minutos...

De un momento a otro empezó a llover fuertemente, al parecer se venía una tormenta de las buenas, anunciada por los relámpagos y truenos, uno tras otro...

H: ¿Hmm...? (Con Victoria entre sus brazos casi devorándola a besos)
V: que te amo... (Pasándole una mano por el pecho, y con ojos cerrados)
H: y yo a ti...

Solo Dios y el propio Heriberto sabían a qué parte del cuerpo de Victoria iba dirigida esa mano, pero antes de llegar, sintieron un leve peso en la cama, con aquella sensación de que alguien los miraba, seguida por esa vocecita ya conocida...

El Triunfo SigueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora