Capitulo 30
V: fue el teléfono quien te despertó, eh... (Recostándose contra el cuerpo de Heriberto, hasta quedar con vistas al esplendido océano)
H: Con la noche que tuvimos... (Haciéndole caricias en el brazo desnudo)
V: te pasaste con la cena, mi amor...
H: ¿Cómo que me pasé??
V: en el buen sentido de la palabra...
H: Aaaah... Entonces te gustó...
V: lo que más me gusta es que no sé en qué momento planeas las cosas... Hace unos meses cumplimos 5 años de casados y sigues sorprendiéndome...
H: que rápido se ha pasado el tiempo, ¿no?
V: Los años más felices de mi vida...
H: también los míos... (Ya sin temor alguno de poder estar traicionando el recuerdo de su familia fallecida) Vamos a alistarnos, no deben tardar en llegar...
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V: Hace apenas una noche que no vemos a los niños y ya los extraño...
H: si los muchachos te escuchan, se pondrán celosos, eh... (Parándose junto a ella frente al espejo)
V: a ellos también los eché de menos...
H: entonces la siguiente semana nos quedamos en México... (Haciéndole a un lado la cabellera para abrocharle el collar que la noche anterior le había regalado)
V: son los viernes por la noche cuando tú y yo nos alejamos de todo y de todos... (Volviéndose a abotonarle la camisa) ¿Crees que me la perdería?
H: ¿No...?
V: claro que no...
>>>>>>>>> FLASHBACK
La noche anterior en una de las terrazas con vista al mar...
H: por aquí hay más... (Llevando dos platos más a la mesa donde Victoria estaba sentada esperándolo con una sonrisa)
V: mi amor, en 5 años has aprendido a cocinar de maravilla, eh...
H: no mejor que tu, pero se hace el intento...
V: pues ya siéntate...
H: si, esto era lo último... Por favor... (Cediéndole el primer turno para servirse)
V: gracias...
H: ¿Qué tal...? (Después de unos minutos rellenando las copas de vino)
V: simplemente.... Delicioso... (Aceptando la copa que le ofrecía y proponiendo un brindis)
Un brindis llevó a un beso, una canción que sonó al rato los llevó a bailar, dicho baile a muchos besos desencadenados.
H: Tengo algo para ti... (Separándose de Victoria muy a su pesar, pero debía hacerlo antes de olvidarse)
V: ¿Qué es...?
H: Si no te agrada me lo dices, ya sé lo exigente que eres con tus gustos... (Mostrándole el regalo que había comprado el día anterior)
V: (Sin palabras como siempre frente a cada detalle de su marido, en 5 años su colección de joyas era el doble de lo que había tenido en su matrimonio anterior)
A medida que la desvestía, la besaba en la piel y deslizaba los labios poco a poco, con sensualidad y contención.
Tenían por delante una larga noche de amor y pasión.
Acariciándola como a ella le gustaba, se conocían bien y sabían exactamente lo que tenían que hacer. Y eso resultaba maravilloso a pesar de llevar varios años de casados.
H: eres tan bella... Y te amo tanto Victoria... (Sintiendo el cálido aroma de su cuerpo)
V: y yo te amo a ti... (Aferrada a sus hombros)
H: Gracias por haberte casado conmigo...
V: yo te doy las gracias a ti por recordarme siempre que soy algo más que tu esposa...
H: Claro que lo eres... Mi amor... Mi vida... (Resumiendo en esas palabras a lo que Victoria se refería)
Había sabido desde el principio que Heriberto era un hombre muy apasionado, pero con su ternura conseguía dejarla sin fuerzas ni aliento.
>>>>>>>>>> Fin FLASHBACK
V: ¡La terraza! (Con sus manos en el pecho de él) Anoche no recogimos nada...
H: yo intenté despertarte... Pero la señora de un tiempo para acá duerme más de lo que acostumbraba según fuentes cercanas...
V: ¿De un tiempo para acá? ¿Por qué no dices que poco mas de 5 años??
H: (Riendo fuertemente mientras pasaba un brazo por los hombros de ella para bajar)
V: ¿Y dime quién te lo dijo?
H: no voy a meter a nadie en problemas...
V: No pueden ser más que Fer o Max... (Pensando en lo increíble que se había tornado la relación de Heriberto con sus hijos)
H: Ya te dije que sin mencionar nombres...
V: desde aquel día todo cambió... Aunque ya te querían, se unieron más a ti con tu noble gesto...
>>>>>>>>>>>> FLASHBACK
Madrid, España.
4 años atrás...
En un pequeño servicio religioso, los amigos y colegas que cosechó durante el tiempo que trabajó en el exterior, despedían a Osvaldo Sandoval. Con la obvia presencia de Fernanda y Maximiliano Sandoval, acompañados de sus respectivos cónyuges. Todos llegados desde México hace unas horas, dada la forma trágica en que había fallecido su padre por aquel accidente de tránsito.
Lo que ninguno se imaginó fue el arribo de quienes se identificaron a la entrada como Heriberto y Victoria Ríos Bernal. De riguroso negro y lentes oscuros como todos los demás.
Mientras Heriberto fue primero con Max, Victoria se encargó de Fer.
Max: Heriberto... (Recibiendo el abrazo que ahora reemplazaría físicamente el de su padre sin lugar a dudas)
H: lo siento mucho, Max... (Agregándole un poco de presión al abrazo)
Max: gracias por venir... De verdad que no lo esperaba... Luego de todo lo que pasó...
H: eso quedó olvidado... Te lo aseguro, decidimos muy tarde venir, y por eso no alcanzamos a viajar con ustedes...
V: mi amor, yo sé cuanto querías a tu padre... (Consolando a su hija menor que sin dudas era la más afectada)
Fer: últimamente no hizo cosas buenas, pero no se merecía morir...
V: no pienses en eso, hija... Todo sucede por un motivo... Y hay que resignarse...
Fer: no me atreví a pedirles que vinieran... (Sintiendo a Max y Heriberto junto a ellas)
V: Heriberto logró posponer una cirugía... Y aquí estamos con ustedes...
H: eso es lo que verdaderamente importa, que estamos aquí y los acompañamos en su dolor...
Fer: gracias Heriberto... (Soltándose a llorar nuevamente cuando se refugió en los brazos de él)
H: Fer... Max... Esto es una situación muy difícil... No encontramos explicaciones pero si hay una vida por delante... Escúchenme bien, los 2... (Sin soltar a Fer pero atrayendo a Max) No pueden creer que aquí se acaba todo, no... Tienen que reponerse de esta pérdida... Por quienes los queremos, pero más por sus hijos...
>>>>>>>>>>>> Fin FLASHBACK
Cocina
V: no vamos a terminar con esto a tiempo... (Casi haciendo malabares contra el tiempo)
H: claro que si... (Apareciendo con más platos sucios)
V: no todo fue tan perfecto anoche...
H: pues no era eso lo que me decías... (Sorprendiéndola con un beso en el cuello)
V: si empiezas... (Intentando no prestarle atención) Mucho más nos vamos a tardar...
H: calma mi amor... Siempre nos tomamos cerca de media hora en llegar aquí...
V: por eso, deben de venir hambrientos....
H: yo estoy hambriento... (Terminando de poner la cafetera)
V: mi amor...
H: mi vida...
V: ¡Ya están aquí!! (Escuchando la reja del garaje abriéndose)
Y en cuestión de minutos, ya entraban en el salón principal, la pequeña Victoria que hace poco había cumplido los 10 años, la pequeña Marcela de 5 años y los gemelos Mateo y David de 3 años, seguidos por sus padres Cruz y Fer.
Vicky: ¡Abue!!! (Abrazada junto con su hermana a Heriberto)
Mar: ¡Hola abuelito!!
H: ¿Cómo están estas dos señoritas, eh? (Llenándolas de besos como Victoria hacia con los otros 2 pequeños)
Vicky: ¡Bien! Hice todas mis tareas ayer.
H: ¡Perfecto! (Con la niña pequeña en sus brazos) Si quieres ser doctora, tendrás que seguir así de estudiosa...
Vicky: si abuelito...
Mat: abu... Mira... (Mostrándole a Victoria su nuevo caballito de juguete, así como el hermano)
V: Están preciosos, mi vida... ¿Qué tal el viaje? (Intercambiando los niños por las niñas)
Mar: quiero ir a la playa, abue...
H: esperemos que lleguen los tíos y los primos... (Sosteniendo al pequeño David)
Cruz: Doctor...
H: Por favor usted, Doctor... (Saludando efusivamente a Cruz y de una forma más tierna y cariñosa a Fer)
Fer: si, muy bien Heriberto... (Respondiendo a la pregunta silenciosa de Heriberto) Mama...
V: ¿Y tus hermanos?
Fer: se detuvieron a comprar algo que se le antojó a María...
V: ay mi niña...
H: (Dividiendo la atención entre los 4 niños)
Fer: niños, dejen al abuelo en paz...
H: no hay problemas conmigo, si quieren ver el mar, yo los llevo... Vamos niños... (Saliendo por la puerta que daba a la playa con sus 4 nietos)
Cruz: no he conocido un abuelo que quiera tanto a sus nietos como el doctor...
V: ni yo, eh...
Fer: Cruz, mas de 6 años que lo conocemos y tu le sigues diciendo "doctor"...
Cruz: como a usted le sigo llamando "florecita"...
V: y a mi "Señora Victoria"...
Cruz: el paso de los años no cambia mi trato hacia ustedes... Como tampoco el trato con respeto quita menos cariño...
V: también empezaré a llamarte "Doctor" entonces... (Escuchando el llanto de Marcela)
Fer: ¿Qué pasó?? (Viendo a su segunda hija entrar en los brazos de Heriberto)
H: un pequeño corte con una piedra... Es solo eso Marcela, está todo bien...
V: ay mi vida... No llores... ¿Te duele mucho?
Mar: si abuelita... (Sentada en el sillón rodeada por sus padres, abuelos y hermanos)
H: Vicky, ¿Me traes el botiquín por favor?
Vicky: Si abue, yo sé donde está... (Corriendo por el pedido de Heriberto)
Mar: tengo sangre...
Cruz: es normal si te cortaste, pequeña florecita...
H: déjame ver eso... (Examinando la herida)
Vicky: aquí está...
H: Ayudante, me va a dar lo que te pida, ¿De acuerdo?
Vicky: ¡si Doctor! (Muy feliz por colaborar con el abuelo)
V: pero yo sigo con una duda, Vicky, ¿Quieres ser doctora de personas como tu abuelo, o de animales como tu papá?
Vicky: como mi abuelito, porque Mateo y David ya quieren ser como mi papi...
H: vaya... Qué bueno, ¿Y qué quiere hacer la pequeña Marcela? (Distrayéndola mientras desinfectaba la herida)
Mar: trabajar con mi mami, con mi abuelita, mi tía María y mi tío Max...
H: Eso suena maravilloso... (Mirando a Victoria)
V: Un refuerzo mas para la casa de Modas...
Dav: ¿Y mis pimos, mami??
Fer: no deben tardar, mi amor...
Mat: ya quero jugar, papi...
V: ¿No quieren galletas o refresco mientras los esperamos?
Dav & Mat: ¡Sí! ¡Si abue!!
No pasaron más de 10 minutos, cuando nuevamente el sonido de la reja anunciaba que quienes faltaban habían llegado. La familia estaba completa bajo el mismo techo.
MD: por fin estamos aquí... (Siendo ayudada por Heriberto para bajar)
Max: Es que no sabes el antojo de esta ocasión, Heriberto... (Quitándole los cinturones de seguridad a sus hijos)
H: (Con esa carcajada que ya todos reconocían) ¿Cuál fue? (Haciendo una pequeña caricia al vientre mediano de María Desamparada)
MD: Maximiliano...
MaxJr: ¿mami? (Saltando del coche de primero)
MD: a ti no es mi amor, es con tu papa...
H: ¿Cómo estamos, caballeros?? (Repartiendo abrazos para el pequeño Max de 2 años, Osvaldito y Juan Pablo de 6 años y probablemente al más especial pero igual de querido que los demás, Daniel de 4 años, que luego de besar al abuelo corrieron al oír que adentro estaban sus primos)
Max: Creo que todos serán deportistas... Los 4...
H: y tú el más orgulloso...
Max: ¡Por supuesto, hombre!
H: y María la reina en una casa llena de varones...
MD: eso si...
Max: solo espero que este bebé si sea niña, mi amor...
MD: ¡Mamá! (Emocionada al verla aunque hace 24 horas habían estado juntas)
V: ¿Qué tal va todo, mi vida?
MD: ¿te imaginas cómo es viajar en un coche rodeada de 5 hombres?? Solo hablan de coches, luchas y fútbol...
V: tu hermana, tus sobrinas y yo estamos aquí para hablar temas de mujeres... (Adelantándose con su hija)
Max: trabajamos en una casa de modas... ¿Qué no se cansan de hablar de lo mismo siempre?? (Un poco atrás con Heriberto)
H: Dime algo... ¿Este embarazo está siendo diferente a los otros 3?
Max: muy diferente diría yo...
H: aja... (Sin contarle sus sospechas)
Max: ¿Por qué lo preguntas?
H: nada en particular... Entramos de una vez las maletas, ¿no?
V: no saben lo inmensamente feliz que me hace tenerlos a todos juntos aquí... (Cuando Heriberto y Maximiliano completaban la familia reunida en el salón principal)
Max: por favor, madre... Gracias por la invitación cada fin de semana libre que tenemos... (Como de costumbre cariñoso con Victoria)
H: no, invitados no son... La casa es de la familia y así no estemos nosotros, ya saben que pueden venir cuando se les antoje...
JP: Abue, ¿podemos ir la playa?? (Como siempre representante de los primos)
Osv: ¡por favor abuelito!
Mar: ¡Si, si!
Vicky: ¡Porfis!
H: ¡Suban todos a cambiarse! (Sin esperar algún tipo de autorización de los padres) ¿Alguien más quiere ir? (Ahora mirando a los adultos)
MD: Creo que todos... No podrás solo con los 8 niños en la playa...
Fer: mucho menos sabiendo que son 6 niños y 2 niñas...
Cruz: ¿Desde cuándo es que ustedes buscaban la niña, cuñado?? (Haciendo reír a su esposa y suegros)
Max: ah no, de que lo hemos intentado nadie puede dudar...
Fer: no, por supuesto que no... Pobre de mi hermanita...
Cruz: ¿Y qué pasa si esta vez nace otro machito??
V: (Escuchando divertida la plática)
H: (Pasando un brazo sobre los hombros de Victoria cuando se sentó a su lado)
Max: lo seguimos intentando...
Fer: ¡Eres el colmo, Maximiliano!
Max: ¿Qué crees tú, Heriberto?
H: Victoria y yo queremos más nietos...
MD: no se vale, lo dices porque eres hombre y no conoces el trabajo de parto. ¿Qué opinas tú, mamá?
V: (Sonriéndole de una manera cómplice a sus hijas) No me pongan en un aprieto así...
Fer: claro, el niño consentido sigue siendo Max...
Max: (Lanzándole un beso volado a su madre que ella le devolvió) Lo que yo no termino de comprender es que si mi mamá tuvo 2 niñas, Fer tuvo 1... Tú no puedes, mi amor...
MD: ¿Ahora es mi culpa??
H: ¿No les parece que es muy pronto para adelantarnos? Faltan 5 meses para saberlo...
Fer: Ya comenzaron... (Escuchando los gritos de los niños en la segunda planta)
Cruz: vamos... (Subiendo detrás de Fer)
MD: yo voy también...
Max: no, déjame a mí... Tú descansa un rato...
MD: que lindo, mi amor...
H: Tengo el presentimiento que esta vez sí tendrás una niña...
MD: (Interrogando a su madre con un gesto)
V: yo no le dije nada, hija...
H: ¿Qué? ¿Ya ustedes lo saben?>>>>>>>>>>>>>> FLASHBACK
Un par de días atrás...
HOSPITAL*
H: vaya... Qué sorpresa... (Topándose con Victoria y María Desamparada en uno de los pasillos)
V: hola mi vida...
H: mi amor... (Repartiendo un beso para cada una) ¿Qué tal va todo? (Recordando el motivo de la visita)
MD: perfectamente... (Sonriendo de manera cómplice con su madre)
H: ¿Si? (Pareciéndole normal la complicidad que madre e hija habían alcanzado desde que descubrieron la verdad)
V: todo en orden... María bien y el bebe creciendo sano...
H: eso es maravilloso... ¿Les dijeron algo más?
MD: Eeh... No. Lo de rutina, ya sabes... Vitaminas y esas cosas...
H: ¿Gustan pasar a mi consultorio?
V: nos encantaría... (Sin soltarle la mano a Heriberto) Pero tenemos que ir por los niños al colegio... ¿Y si te escapas antes de tiempo y nos acompañas...?
H: (Fijándose en la hora)
MD: si es que no tienes más que hacer...
H: nada importante... Déjenme quitarme la bata y voy por las llaves...
>>>>>>>>>>>> Fin FLASHBACK
MD: Es un sorpresa para Max... (Bajando el volumen de su voz)
V: ahora tendrás que guardar el secreto con nosotras...
H: De acuerdo...
V: ¿Y sabes que nombre le pondrán?
H: Uno femenino, supongo...
MD: que gracioso, eh...
H: ¿Cómo le pondrán, a ver?
MD: "Ana"...
H: ¿Ana...? (Sin poder evitar que se le aguaran los ojos por la emoción que lo embargaba)
MD: si... Max está de acuerdo aunque no sabe aún...
H: (Realmente conmovido) Primero fue Marcela... Luego Daniel... Con el nombre de mi hijo... Y ahora el de mi hija...
V: Es una forma de que siempre estén presentes en nuestras vidas...
MD: ¿Te molesta?
H: de ninguna manera... (Cariñosamente apretándole una mano) Gracias...
MD: gracias a ti por querernos tanto sin esperar nada a cambio y sin tener ningún parentesco sanguíneo...
V: todos hemos aprendido que mejores son los parentescos del corazón...
Dan: ¡Yo les gané a todos! (Ya listo con su traje de baño)
H: ¡Claro, si eres un campeón! (Sentando en su regazo al pequeño)
Dan: ¿Me vas a enseñar a nadar, abue?
H: ¡Por supuesto! Estás en la edad perfecta...
MD: por favor que no vayan muy lejos...
Con una sola mirada, Victoria comprendió lo que Heriberto quería. Se pusieron en pie al mismo tiempo y se dirigieron juntos hacia la misma dirección, aprovechando que los niños jugaban con sus padres en el agua y la arena.
Emprendieron una caminata que resultaba refrescante a pesar del sol y el calor. Tomados de la mano, era de esa forma como habían caminado a lo largo de los años.
H: ¿Hmm...?
V: que si estás feliz... Al parecer venias muy pensativo... (Colocándose las gafas de sol a modo de diadema)
H: si y si... Es increíble cómo los nietos te alegran la vida, ¿no?
V: ¿Solo los nietos??
H: la esposa más que nadie... (Pasándole un brazo por la cintura para así no dejar espacio entre ellos) Victoria... Que esto no te suene a poema... Pero eres tú quien alegra cada uno de mis días...
V: todavía me pregunto si te iría mejor como poeta que como médico...
H: Victoria, Victoria, Victoria... (Con aquel tono profundo, pero con un toque cómico esta vez)
V: ya lo sé... (A punto de reírse) Tu vocación es la medicina... Por eso me sorprende que rechazaras el puesto de Director del Hospital...
H: si lo hubiera aceptado, posiblemente no estaría hoy aquí... Además, ya trabajamos mucho...
V: y nuestros trabajos se convirtieron en hobbies...
H: cosa que me encanta... Pero nada ni nadie más que tu... (Quitándose las gafas para colgarlas en su camisa)
Ella lo miró a los ojos y se preguntó cómo era posible que disfrutara tanto con aquel hombre. Tal vez fuera por la expresión de su atractiva cara, por el calor de su mirada verde, por la dulce sonrisa de sus labios, por su voz... ¡Eran tantos atributos!! Y ella los seguía descubriendo día con día.
Heriberto bajó la cabeza para besarla, Victoria le rodeó el cuello con los brazos y el beso se convirtió en mucho más que una fusión de labios.
Claramente escuchaban las vocecitas de 3 pequeños que distinguieron ya que se acercaban corriendo. Un sinnúmero de "Abue", "Abuelito", "Abuelita", acompañados de unas manitos mojadas que los tocaban.

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El Triunfo Sigue
FanficLa historia no contada de un gran amor... La historia de Heriberto y Victoria.