Capitulo 18
V: No tienes Nada que explicarme. Jamás creí que llegarías a este extremo. No queda absolutamente nada del hombre con cualidades que algún día conocí.
Osv: Tú también tienes cola que te pisen... ¿O no fuiste a revolcarte con Heriberto a la primera oportunidad?? (Recibiendo otra bofetada donde horas antes había recibido un derechazo)
V: el que se revolcaba con otra y estando casado conmigo eras tú. Y ahora si entre tú y yo no queda ninguna posibilidad de ser amigos ni de tratarnos siquiera.
Osv: te equivocas. Tenemos 2 hijos, Victoria. 2 (Mostrándole 2 dedos de una mano) Y 4 nietos. Que nos unirán de por vida.
V: Tú eres el equivocado. Podremos coincidir en reuniones, fiestas. Pero no volveré a dirigirte la palabra. Y deja ya de acusar a Heriberto de ocupar un lugar que tú dejaste libre al irte del país por trabajo.
Osv: ¿Me lo dices tú?? ¿La mujer más adicta al trabajo en todo el mundo?? ¡Y por si no lo sabes Heriberto me juró que no usurparía mi lugar!
V: Déjate ya de niñerías. Hablas del papel de padre y abuelo como si fuera un juguete por el que te peleas con otro.
Osv: Un papel que me pertenece a mí. (Tomándola bruscamente del brazo)
H: Tu no entendiste que no te metas con mi mujer, ¿Verdad? (Empujándolo tan fuerte que lo tiró al piso)
Max: ¡Heriberto! (Nuevamente interponiéndose entre el doctor y su padre) Basta ya los 2.
V: aquí frente a Maximiliano te lo digo, Osvaldo. No te me vuelvas a acercar. Y es la última vez que dañas un momento feliz como éste y la fiesta de mi nieta con tus reclamos absurdos. (Retirándose con Heriberto)
Ya en la madrugada...
MANSION RIOS BERNAL
Habitación Principal*
Frente al tocador, Victoria seguía en la tarea de secarse el cabello, cuando Heriberto todavía envuelto en la bata de baño regresaba...
V: ¿Qué pasó?
H: sigue dormida... Como un angelito... Ajena a que hoy acaba de convertirse en hermana mayor...
V: mi pequeña Victoria... (Encontrándose con la mirada de Heriberto a través del espejo)
H: y tú MI Victoria... Únicamente mía... (Bajándole la bata hasta dejarle los hombros descubiertos)
V: apaga las luces... (Ya embriagada con esa fragancia fresca, fuerte y varonil que ahora podía percibir a kilómetros de distancia)
H: no... Hace mucho que no tenemos problemas con las luces... Y esta noche además de tenerte... Sentirte... Quiero verte... (Depositando un beso tras otro en la piel desnuda de Victoria)
Los hombros, el cuello, la boca... Hasta detenerse y mirarla por el espejo una vez mas...
Tras un largo momento, él volvió a bajar la cabeza, pero en lugar de besarla donde ella más lo deseaba, en la boca, rozó con sus labios la delicada piel de sus sienes, de sus mejillas y más abajo, hasta donde el pulso latía aceleradamente bajo la piel de su cuello, que también saboreó.
Victoria giró la cabeza en busca de su boca. Quería que la tomara en ese momento...
Heriberto la levantó en brazos y la llevó a la cama, donde la recostó... Acto posterior se despojó de la bata y repitió lo mismo con Victoria.
Cada experiencia con ella resultaba más explosiva que la anterior... Finalmente dejó de besarla con un gemido...
H: Victoria... Dime que deseas esto...
V: Como no he deseado nada antes...
H: y lo necesitas... (Más a modo de pregunta, con un sutil movimiento y la voz entrecortada)
V: si... Te necesito a ti... Te quiero a ti...
H: (Con una sonrisa que reflejaba la satisfacción masculina que sentía, le sujetó las caderas para empezar a moverse dentro de ella)
V: (Incapaz de contenerse, lanzó un gemido)
Lo que sintieron fue un placer tan intenso y puro...
Heriberto la agarró con fuerza de las caderas y volvió a adentrarse en ella, con más fuerza esta vez.
Con la voz entrecortada ante sus movimientos cada vez más rápidos y desesperados...
Conteniendo la respiración, Victoria lo miró a la cara y vio que los ojos le brillaban, interpretando esa mirada como exclusiva para la intimidad que compartían. Después, mientras él se movía dentro de ella, Victoria llegó al éxtasis y lo sintió a él cuando se liberaba.
El peso de Heriberto sobre su cuerpo resultaba delicioso... Tenía los brazos alrededor de su cuello... No quería soltarlo... Su conexión era tan intensa que resultaba abrumadora... Sus corazones palpitaban a la vez contra sus pechos...
Tras unos largos momentos, Heriberto se apartó y abrazados se quedaron acostados el uno frente al otro... Sintiendo y disfrutando de una paz difícil de explicar...
H: ¿Ya te dormiste...? (Volviendo de asegurarse que la niña seguía dormida, y de apagar las luces de la recamara)
V: casi... (Acostada boca abajo y sintiendo la mano de él subir por su pierna para posarse en su espalda desnuda mientras se tendía junto a ella) Pero me quedé pensando...
H: ¿En qué...? (Alcanzando una sabana y adoptando la misma posición de Victoria)
V: en nuestra nieta recién nacida... Puedo asegurarte que es igualita a Fer cuando nació...
H: ¿Si? (Esbozando esa gran sonrisa)
V: voy a mostrarte unas fotos para que te fijes... (Alargando una mano para acariciarle la mejilla)
H: de acuerdo... ¿Sabes que fue el tercer parto que presencio en mi vida?
V: ¿El tercero??
H: si... Los dos anteriores cuando nacieron mis hijos y éste...
V: pero yo creí...
H: mi especialización no es traer niños al mundo, mi amor...
V: ¿Ni en alguna emergencia...?
H: no... Aparte de esta ocasión...
V: gracias... (Haciéndole el cabello hacia atrás)
H: Victoria... (Depositando un beso en el brazo que lo acariciaba)
V: tú sabes muy bien lo que mis hijos representan para mí... Ahora también nuestros nietos...
H: te confieso que fue un inmenso placer que Fer me haya pedido estar presente...
V: eso significa que confía en ti...
H: hoy puedo decirte que ya tengo un lugar en esta familia...
V: mucho más importante, en el corazón de todos...
H: hmm... Ven aquí... (Capturándola entre sus brazos)
V: qué día... ¿eh? (Una vez más acariciándole el labio golpeado)
H: ¿Puedo quedarme con la noche?
V: Heriberto...
H: no, no hablemos de eso... Mañana podremos hacerlo si quieres... Pero esta noche no.
V: está bien... (Refugiándose contra su pecho)
Varias horas después...
Vicky: ¿Abuelita? ¿Abuelito? (De pie en la gran cama observando curiosa a sus abuelos dormir abrazados)
V: ¿Vicky?? (Abriendo de pronto los ojos al sentirse observada)
Vicky: ¡Hola abuelita!! (Lanzándose entre Victoria y Heriberto)
V: buenos días mi vida... ¿Cómo dormiste? (Inmensamente feliz por aquel despertar)
Vicky: bien... ¿Dónde está mi mami?? ¿Y mi papi??
V: digamos que están preparando una sorpresa para ti...
Vicky: ¿Para mí??
V: si... En un rato vamos a verlos...
Vicky: ¡Yupi!! ¿Y mi abuelito por qué no se despierta? (Inclinándose a darle un beso en la mejilla a Heriberto)
V: tiene mucho sueño...
H: ¿Hmm...? (Estirando los brazos a modo de desperezarse)
Vicky: ¡Abuelito!! (Abrazándolo espontáneamente como siempre)
H: pequeña Victoria...
V: buenos días mi amor...
H: buenos días mi vida...
V: Heriberto, ¡Mira que tarde es! (Apenas fijándose en el reloj) ¡Pasan de las 10!
H: ¿Tan pronto??
V: si... (Poniéndose la bata antes de levantarse)
H: Qué bueno que es domingo... (Con la niña recostada a su lado encendiendo la televisión)
V: quiero ir a ver a Fer... ¿Vienen conmigo? (Desde la entrada al baño)
H: claro que sí...
Vicky: ¿Vamos a ver a mi mami??
H: a tu mami, a tu papi y a tu...
V: Shhh. Es una sorpresa...
H: eso iba a decir... A tu sorpresa...
Después del mediodía en la suite reservada para Fer y la recién nacida...
V: buenas tardes... (Llegando muy sonriente y encontrando a Osvaldo visitando a su hija)
Fer: ¡Mamá!
V: mi vida... (Sin detenerse a saludar a Osvaldo siguió hacia la cama)
Osv: Victoria...
V: Osvaldo... (Siendo educada y volviendo a centrar la atención en Fer) ¿Cómo te sientes, hija?
Fer: muy feliz... Un poquito cansada todavía...
V: es normal... ¿Y la bebé? Ya quiero verla... Cargarla otra vez...
Fer: dijeron que me la traerían en un rato... ¿Y la pequeña Victoria?
V: se quedó comprando algo con Heriberto, pero ya suben...
Fer: ¿Cómo se portó?
V: excelente... A su corta edad es toda una señorita, eh...
Fer: si... Cruz siempre me lo dice...
V: Por cierto, ¿Y dónde está él?
Fer: fue a casa a cambiarse... No debe tardar en volver...
V: ¿Cómo pasaron la noche?
Fer: muy bien... Las enfermeras y los médicos pendientes a cada instante... Y eso debo agradecérselo a Heriberto... (Echándole una mirada a ver cómo reaccionaba su padre)
V: qué flores mas lindas... (Acercándose al arreglo floral más grande y realmente precioso de la habitación)
Fer: acaban de traerlas... Las envió Heriberto...
V: están hermosas...
>>3 Veces el mismo nombre en menos de 2 minutos, pensó Osvaldo.Osv: Victoria, necesito hablar contigo...
V: no creo que sea el momento ni el lugar indicado...
Osv: pero es que anoche...
V: Fui muy clara en lo que te dije...
Vicky: ¡Mami!! (Saltando de los brazos de Heriberto para correr a la cama con su madre)
Fer: ¡Mi amor!!! ¡Te extrañé tanto! (Manteniéndola abrazada y llenándola de besos)
H: (Notando la presencia de Osvaldo) Creo que olvidé algo en el coche, ya vuelvo...
Fer: Espera Heriberto... Ven, acércate...
H: muchas felicidades otra vez... (Palmeándole cariñosamente la mano que le tomaba)
Fer: muchísimas gracias... La habitación, las atenciones, las flores... Todo en realidad ha sido estupendo...
H: naa, por favor... Es lo menos que podría hacer...
Osv: con permiso, hija... (Saliendo de la habitación evidentemente molesto)
Fer: disculpa a mi papá, por favor Heriberto...
H: Fer, no te preocupes... Este es tu momento, tu bebé acaba de nacer... Y todo debe ser felicidad...
Vicky: ¿Bebé...? ¿Qué bebé abuelito?? Mami, ¿Y tu panza??
Enf1: ¿se puede...? (Cargando en brazos a la recién nacida)
H: aquí está la sorpresa para la pequeña Victoria...
Vicky: ¿Nuestro bebé??
Fer: sí mi amor... Es tu hermanita...
V: (Recibiendo la bebe de brazos de la enfermera para llevársela a Fer) Qué cosa más preciosa...
Enf1: doctor, buenas tardes...
H: buenas tardes, ¿Cómo va todo? (Abriendo la carpeta con el expediente de Fer luego de ponerse los lentes)
Enf1: evolucionando satisfactoriamente... Sin novedades y siguiendo al pie de la letra sus instrucciones...
H: bien... Muchas gracias... (Revisando detenidamente el informe tanto de la madre como de la bebe en una esquina de la habitación)
V: ¿Está todo bien, mi amor? (Tocando la espalda de Heriberto)
H: si... (Mirándola al tiempo que le sonreía para seguir chequeando el informe) Todo en orden... (Dando media vuelta para quedar frente a Fer y las dos niñas con ella en la cama) Mañana podrán estar ya en casa...
Fer: ¿de verdad?
H: si tu doctora no dice lo contrario por supuesto...
V: Fer... Estuve pensando que estos primeros días podrían quedarse con nosotros... Tú, Cruz y las niñas...
Fer: y la verdad es que me encantaría... Pero no quiero causar más tensiones con mi papá... Me entienden, ¿Verdad?
H: claro que sí... Pero a la pequeña Victoria si la pueden dejar con nosotros unos días más... Ahora van a saber cómo es tener un recién nacido en casa...
Fer: ya lo creo...
H: una enfermera podría ayudarte... Hasta que cojan el ritmo...
Fer: lo hablaré con Cruz... Tanto lo de la enfermera como lo de Vicky...
V: nos encantaría tener unos días a la niña...
Fer: ¿Tú te quieres quedar otra vez con los abuelos, Vicky?
Vicky: si mami... Mi abuelita me bañó... Y mi abuelito me dio helado cuando veíamos dibujitos...
H: eeh... Creí que ese era nuestro secreto... (Evitando las miradas de Victoria y Fer)
Vicky: si abue...
Recepción*
Osv: ¿Cómo dice? (En la ventanilla para pagar)
Rec: la cuenta de la Sra. Fernanda de Robles ya fue saldada...
Osv: ¿Y por quién?
Rec: el Doctor Ríos Bernal ya corrió con todos los gastos...
Osv: eso no puede ser...
Rec: precisamente ahí viene el doctor, pregúntele a él...
Osv: ¿Hasta cuándo seguirás haciéndote el héroe?? (Interponiéndose en el camino de Heriberto)
H: ¿A qué te refieres?
Osv: yo puedo pagar la cuenta de mi hija en este hospital. No necesito tu dinero.
H: Supongo que como tampoco lo necesitaste cuando Victoria y María Desamparada estuvieron secuestradas, ¿No? (Inmediatamente arrepentido por decir eso, pero ese tipo bien se lo merecía)
Osv: ya te habías tardado en sacármelo en cara... Me imagino que fuiste corriendo a contárselo a Victoria y por eso ganaste tantos puntos con ella...
H: lo que hice y hago es sin esperar nada a cambio, ¿pero qué vas a saber tú de eso? Y ya que me declaraste la guerra y te quitaste la careta... No me importa que Victoria sea la madre de tu hija, ahora es Mi esposa y NO voy a permitir que te le acerques.
Osv: ¿Y cómo me lo vas a impedir??
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El Triunfo Sigue
FanfictionLa historia no contada de un gran amor... La historia de Heriberto y Victoria.