Moon |• Vmin.

cap. 1.

🌺 De que vale que abra mis ojos para ver como el mundo simplemente pasa siempre a través de mí...🌺

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Sus pequeños ojitos se abrieron y un bajo suspiro escapó de sus rojizos labios con pesadez, llorar ya no servía de nada, el juego de encerrarse en su habitación y salir al balcón donde tomaría asiento y mirando al cielo suplicaría a la luna por una oportunidad para acabar con ese sufrimiento que tanto lo lastimaba, ya nos servía...ya no lo valía.

Pero Jimin era alguien que no sabía perder, quizás era débil como todos decían, pero su fe y su determinación a que quizás algún día las cosas cambiarían jamás se iba.

__ Hey__ Susurro mientras dejaba tiernos besitos en las esponjosas mejillas de su bebe__ Vamos, despierta ya amor__ Sonrió ante la pequeña mueca de este quien llevó su manito hecha puño directo a su boquita.

Sin más, el rubio solo se dedicó a ver ese hermoso y tierno rostro con admiración, su lindo bebé tenía una pequeña nariz de botón y sus mejillas eran tan esponjocitas que muchas veces deseaba morderlas, era el bebé perfecto, era lo único bueno que hasta ahora Jimin consideraba en  su vida.

__ Mí lindo cielo...algún día creceras y me abandonaras como todos lo hicieron?__ Sonrió con tristeza__ Si es así, entonces creo que debo aprovechar cada mísero segundo a tu lado... Jaenie, es tan malo pedirte que no crezcas más?__ Suspiro.

No pasó mucho para que alguien tocará su puerta y seguidamente la abriera.

__ Joven Jimin, el señor taehyung llegará en unos minutos__ Aviso__ La señora jung le traerá su desayuno, el señor ordenó que por nada del mundo saliera de su habitación ya que tendría una reunión con algunos inversionistas __ Informó y Jimin solo asintió.

La chica se retiró con una pequeña sonrisa que Jimin sabía era de burla, todos en esa mansión se burlaban de el.

Secando rápidamente las lágrimas que brotaron de sus ojitos, el rubio tomo una pequeña bocanada de aire en sus pulmones y bajando de su cama fue a su armario para tomar una rápida ducha antes de que Minjae despertará.

Había llegado a la mansión hace unos tres meses después del nacimiento de Jae, taehyung ordenó que lo llevarán allí y Jimin se emocionó... pensó que finalmente podría respirar en paz lejos de las miradas molestas y acusadoras de su familia pero se equivocó.

No pensó que esa mansión se convertiría en su más grande temor, todos allí lo trataban como a alguien inservible, podía oírlos murmurar a sus espaldas siempre comparándolo con su hermano jin, no tenía el apoyo de nadie, no tenía amigos... nadie con quién pasar sus tristezas y preocupaciones, y con respecto a taehyung, el castaño nunca estaba en casa, solo llegaba a altas horas de la noche y se marchaba muy temprano en la mañana. Jimin se regaño a si mismo al pensar que después de nacimiento de Minjae taehyung mostraría interés en el menor, no estuvo en todo su embarazo, ni siquiera fue a verlo a la clínica, el castaño no conocía a su propio hijo y eso que ambos vivían con el.

__ Jae...supongo que otra vez solo seremos tu yo__ Suspiro.

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Su cabeza dolía, había estado trabajando en la empresa desde las seis treinta atendiendo algunos imprevistos y corrigiendo algunos contratos mal redactados que se suponía debía de firmar, no tuvo tiempo de desayunar por lo que moría de hambre, pero no podía tomarse un tiempo ya que aún tenía una reunión con algunos inversionistas.